Sábado 19 de enero de 2002

 

"La alegría es un paso más adelante"

 

Es hija del talentoso director de "Fresa y Chocolate". Aunque sobra decirlo, Audry Gutiérrez Alea es una artista con vida propia. Conversó con "Río Negro" acerca de su carrera.

 
Hace cinco años que se radicó en Buenos Aires, se ha naturalizado argentina y viaja con pasaporte de nuestro país. Su carta de presentación cita en las primeras líneas que es hija del talentoso director de "Fresa y chocolate", Tomás Gutiérrez Alea, pero de inmediato agrega que se licenció en Artes Escénicas en la Universidad de La Habana (1996), que participó en numerosas obras teatrales en su tierra original y en España, e hizo programas de televisión y varios filmes, entre ellos el último filmado por su padre, "Guantanamera".
"Yo tengo familia en esta tierra, mi madre, mis hermanos, mi abuela. Mi marido. Nunca es lo mismo, pero tengo cuatro, cinco amigos importantes en mi vida, cubanos además. Aunque sea a través de un llamado, ya estamos hablando en cubano y así me cargo de energía. El exilio es fuertísimo para cualquiera, pero nosotros valoramos mucho cosas que alguien de aquí quizá no tenga en cuenta, ni las agradezca. Viajar, por ejemplo. Esa libertad de poder ahorrar y marcharte a Bariloche, es una posibilidad concreta. En Cuba, debido a toda nuestra situación, no lo podemos hacer. Por eso lo valoro, igual que haber podido conocer otros sitios del mundo. Todavía hay gente en la que creo, aquí, buenas personas que me ayudan a pasar buenos momentos; en Argentina hay tantas cosas para creer, para ver a los costados, entre tus pares."
Audry se ve serena, algo cansada después de un vuelo de más de catorce horas haciendo escalas desde La Habana. Mueve sus manos con energía, se expresa firme, sin rodeos, frontalmente. Le cuesta que quedarse quieta. Opina con la fuerza de la experiencia y la reflexión. Vive, observa, piensa, define. "Desde que llegué he visto cambiar a la sociedad argentina, sobre todo en el despertar ante muchas cosas. La gente no puede olvidar y quienes tenían la responsabilidad de que el pueblo creyera en ellos, decidieron hacer caso omiso a tantas cuestiones, que me da miedo. No me da bronca, me atemoriza porque si uno olvida, es como si tachara con la mano los errores y hay que aprender de ellos. Para eso, habría que haber hecho justicia en muchas cosas, y no se hizo. Y esto dañó mucho a la sociedad nacional. Los que tenían la responsabilidad de la justicia, tiraron por el piso todo y la gente descree."
"En una etapa como ésta, continúa Audry, hay que reflexionar, porque si te quedas para adentro, estás listo, empieza la barbarie. Hay tantos modelos de países que han vivido crisis semejantes, pasa que cuando uno la vive, piensa que es la única y no tiene salida. Yo creo que la hay. Llegué el miércoles a la noche de Cuba y me parece tan cambiado todo por allá; sigue la libreta de racionamiento pero hay otras opciones y van saliendo adelante. No te digo que todo el mundo está viviendo bien, pero sí hay quienes han logrado salir y acceden a las cosas de a poco. No soy una conocedora de Argentina en otras etapas, pero veo que ha vivido en un modelo inexistente: vamos a creer que somos europeos cuando, en realidad, vivimos en América Latina y con lo que tenemos. Queríamos vivir a la par de Europa, pero sin lo que en ese continente tienen. Habría que haberse ajustado a la realidad local", cuenta.
"Desde afuera se ve muy claro que hay una gran cantidad de empresas extranjeras, que se llevan su tajada pero se han apoderado de los bienes nacionales. Si hay tiempo, en el futuro debe decírseles que cobren un dinero por estar con nosotros, pero lo que explotes no es tuyo, nos pertenece. Es la única manera de preservar lo que nos pertenece. No se puede entregar lo que uno tiene, sí puedes cobrar un interés grande por el honor de venir a usar lo mío", dice.
- ¿Frente a una realidad tan dura como la actual, de dónde sacas ganas para seguir haciendo?
-Yo soy cubana y tengo el espíritu de supervivencia, dentro. Cuando la gente se está quejando, yo estoy en otra. No es que viva bien o mejor que los demás, porque he vivido con privaciones, no te puedo contar... Hay que estar un paso más adelante en el pensamiento, en la alegría; pensar en otras cosas, porque si ocupas tu cabeza solamente en dinero, te conviertes en lo que los políticos quieren que uno sea: víctima de esa economía bastarda que ellos han impuesto. Le estás dando la razón a ellos, si desde que te levantas piensas en la guita, más allá de la necesidad.Yo pienso en muchas otras cosas a la vez, para nutrirme de ellas. Me digo: cada día es distinto, vamos a ponerle una gota de pensar en la familia, vamos a contenernos. Eso ayuda a vivir."
- ¿A actuar, también?
-A actuar, sobre todo. Cuando llega un proyecto, tienes la posibilidad de hacer soñar a la gente que te irá a ver y que por una o dos horas, se olviden de que su existencia es distinta. Yo tengo esa responsabilidad como individuo. Ese es el súper objetivo, por eso cuando veo que se desvaloriza tanto nuestra profesión, me enojo porque pienso que el actor debe olvidarse de sus propias carencias y dedicarse a complacer al otro, para que por unos momentos se distancie de su particular realidad. Es un esfuerzo tremendo, grande. Es muy samaritana esta carrera. Estamos haciendo algo por la gente y a la vez, por nosotros mismos.

El truco descubierto del mago

En 1998, Audry Gutiérrez Alea comenzó a trabajar en Buenos Aires en pequeños personajes, en el largometraje "Doña Bárbara" de Betty Kaplan; en "Cómplices", de Néstor Montalbano; en el clip de la canción "Al lado del camino" de Fito Páez; en "Vidas privadas", del mismo Fito; en "Nada que perder" dirigida por Quique Aguilar. "Cuando actúo casi vivo otra persona, pero no como una máscara porque la siento como un distanciamiento y no me gusta. Uno no es uno en el momento de actuar, pero a la vez, lo es. Actuar con una máscara puesta, para los actores cubanos, es decir que actuaste mal. Es como si dijéramos que descubrimos el truco al mago."
A partir de setiembre filmará nuevamente con Betty Kaplan, la coproducción estadounidense-mexicano-argentina, cuyo libro le pertenece, "...En fin, el mar", a rodarse en Nueva York y México. "Es la historia de una mujer que vivió instancias muy dramáticas y sale adelante; que perdió a su marido balsero en el mar, pero debe enfrentarse sola a la vida. Es una mujer que no pudo llegar a la costa de Estados Unidos, naufragó, sobrevivió y está en Cuba, en el momento que un cubano-norteamericano va a la isla. Ella reconstruye su vida a medida que pasa el tiempo, conoce a este hombre, hay un deslumbramiento y una historia de amor poco común y corriente." Antes, en mayo, Audry estrenará en el Teatro Payro, "Los hijos de Medea", compartiendo cartel con Oscar Ferrigno, bajo dirección de Hugo Alvarez. "Aunque no nos paguen nada, y se hace como esperamos, estaré cobrando en otras cosas, en disfrutar mi trabajo, haciendo algo que me gusta mucho: actuar; y en ayudar a que un espectador se sienta bien por un rato, al menos."

Eduardo Roulliet

Foto: Audry comenzó a trabajar en Buenos Aires en pequeños personajes, en el largo "Doña Bárbara" de Betty Kaplan, en el clip de la canción "Al lado del camino" de Fito Páez y en "Vidas privadas", del mismo Fito.

   
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