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Viernes 11 de enero de 2002 | |
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Tan viva como "La Sebastiana" de Neruda |
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Dos meses durararán los festejos por los 10 años que lleva como museo "La Sebastiana" una de las casas de Pablo Neruda. En ese lugar el poeta tenía por costumbre realizar sus famosos encuentros regados con buen vino y mariscos. |
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SANTIAGO DE CHILE (DPA) - Durante dos meses se prolongarán los festejos conmemorativos por los 10 años que lleva como casa museo "La Sebastiana", una de las residencias que habitó Pablo Neruda, la cual está abierta desde hace una década a los admiradores nacionales e internacionales del Premio Nobel chileno.
La ceremonia de aniversario la encabezó esta semana Juan Agustín Figueroa, presidente de la Fundación Pablo Neruda y miembro del comité asesor de "La Sebastiana", desde su fundación. En la oportunidad se inauguró una exposición fotográfica que resume gran parte de las actividades desarrolladas en estos años. La casa, ubicada en Valparaíso (a 120 kilómetros al noroeste de Santiago), es una de las cuatro que el poeta habitó en Chile ("Michoacán", ""La Chascona", "La Sebastiana" y su preferida "Isla Negra"), en donde vivió sus amores con Delia del Carril y Matilde Urrutia y que fueron abiertas al público por la Fundación Neruda. Neruda escribió a una amiga las exigencia para el nuevo hogar que buscaba. "No puede estar ni muy arriba ni muy abajo. Debe ser solitaria, pero no en exceso. Vecinos, ojalá invisibles. Muy alada, pero firme. Ni muy grande ni muy chica. Independiente, pero con comercio cerca. Además, tiene que ser muy barata". Finalmente, en 1958 dio con la horma de su zapato. Según sus palabras, era una gaviota que domina la bahía. Había sido diseñada en su obra gruesa por el arquitecto español Sebastián Collado, quien la proyectó con pajarera y helipuerto "y para otras naves especiales" como acotaría el poeta. En homenaje de su constructor, la bautizó lúdicamente con su nombre. En ese lugar, con vista al infinito oceáno, pudo sacar al marinero que llevaba adentro y lo convirtió en centro de recepción de sus alegres tertulias literarias, siempre bien regadas con vinos y comidas como correspondía al gran Sibarita que fue en vida. Luego de su muerte (el 23 de septiembre de 1973), acelerada por el derrocamiento de su amigo Salvador Allende, su casa del cerro Bellavista no sólo quedó abandonada sino que además sufrió saqueos y allanamientos, como también ocurriera con otras de sus propiedades. Sin embargo, en 1991, se recibió el financiamiento de una empresa telefónica española para restaurar la vivienda tal como la conoció en vida el poeta y se convirtió en casa-museo, al año siguiente, gracias a los largos esfuerzos de la Fundación Neruda. La entidad fue creada hacia 1986 por Matilde Urrutia, la última esposa del literato, con el fin de desarrollar desde sus antiguas residencias actividades culturales que recogieran su legado, que quedó plasmado -en sus diversas etapas- en las paredes y rincones de cada una de ellas. "La Sebastiana" pretendía atender público solamente en los veranos pero la respuesta desbordante del mundo nerudiano diría otra cosa, ya que de los 14 mil visitantes originales se pasó a 64 mil el año pasado. En dicho lugar funciona, desde 1994, un taller de poesía dirigido a jóvenes de hasta 25 años. En 1996 se abrió el Centro Cultural, con sala múltiple y espacios para talleres, además de una galería donde se exhiben pinturas de artistas de todo Chile. Los visitantes de hoy encuentran un café, una tienda de libros, taller de vitrales y pueden apreciar los objetos personales del autor del "Canto General". Lejos de ser un lugar empapelado de carteles de "no tocar" y atacado por telarañas, donde suenan los pasos leves, nostálgicos y llenos de pasado, allí se rescata el concepto de museo vivo. Se hacen actividades como muestras, lecturas poéticas y encuentros, con el fin de incentivar las letras, especialmente entre los más jóvenes. El espíritu carnal y alegre del poeta, una vez superadas las densidades de las "Residencia en la Tierra", quieren reflejarlo los celebrantes del aniversario con un festival internacional de Cuenta Cuentos, desde el 18 de febrero, y encuentros de payadores (recitadores populares) dos días después, entre otras actividades. A partir del 2 de febrero se abrirá una exposición de trabajos de las bordadoras de Isla Negra (donde reposan los restos de Neruda, según su pedido expresado en vida y en poesía: "compañeros, enterradme en Isla Negra"), con motivos inspirados en Valparaíso y particularmente en La Sebastiana, la homenajeada. |
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