Una característica "muy argentina"

"Creo que una de las características del ser argentino y una de las cosas que nos identifica socialmente es la alta valoración de la amistad, que se construye desde la infancia, que es fuerte en la adolescencia y se mantiene en muchos casos a lo largo de la vida, pero que también se va reconstruyendo en distintas etapas".
Así se expresó María de los Angeles Sagastizabal, antropóloga, historiadora y especialista en Sociología Política; investigadora del Conicet y miembro del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación de Rosario.
"Para nosotros la amistad tiene una fuerza muy grande -añadió- y esto se ve mucho en el interior; en los barrios de las ciudades secundarias los lazos de vecindad siguen siendo fuertes, aunque quizá en las grandes ciudades se está perdiendo un poco".
Sagastizabal se remontó a los orígenes de la conformación del país, a la gran inmigración, y aseguró que "cuando se llega a un país desconocido y no se tienen lazos familiares, los vínculos se construyen con lazos de amistad".
"Los amigos -continuó- reemplazan los lazos familiares en la inmigración".
Sagastizabal destacó algunas diferencias que se dan actualmente respecto de épocas pasadas, al observar que "en las parejas jóvenes, cada uno mantiene sus amistades anteriores independientemente del otro; esto no pasa con las viejas generaciones".
En ese marco, expresó que en Argentina existe el fenómeno de la amiga o el amigo de toda la vida, así como el "caer" en la casa de un amigo sin aviso, cuando alguien lo desea, situación que se da en pocos lugares del mundo.
La pizza, el asado, el mate, las comidas compartidas, son grandes símbolos de la amistad, son espacios instalados y ganados por estos lazos, así como hay distintas prácticas de la cultura que unen, como el fútbol, la política, el oficio, el barrio, las artes.
No obstante, la experta describió situaciones en las que la crisis económica interfiere en estos lazos y "esto se ve, por ejemplo, en parejas más grandes; creo que tiene que ver con una generación que tenía una amistad más formal, más pautada, por ahí se sale menos, se ven menos, porque no pueden afrontar los gastos de un encuentro para cenar, almorzar o ir al cine, o recibirlos en su casa".
Sagastizabal volvió al tema de la inmigración, pero en un sentido diferente al que marcó los orígenes, y es "esta migración de jóvenes que se da en la actualidad, quienes a pesar de la distancia mantienen los lazos de amistad construidos hasta entonces".
"Es una muestra -destacó- de la fuerza de estos lazos; bajo nuevas circunstancias sociales, económicas y culturales siguen vigentes estos vínculos de identidad".
Por su parte, el psicoanalista Sergio Rodríguez definió a la amistad como "relaciones de amor donde por definición queda afuera lo que el amor puede contener de erotismo, puede haber caricias, abrazos, besos, pero lo que es el fin último del erotismo, que es el coito, queda afuera".
En esta disyuntiva entre amistad y erotismo, entre la posibilidad de este lazo entre el hombre y la mujer, el especialista se refirió a ciertas dificultades que surgen a veces en las amistades entre parejas.
"Son muy distintas las relaciones personales que las amistades entre parejas, en las que a veces se meten en el medio problemas eróticos; en esas situaciones, a veces se dan aventuras momentáneas que aflojan después las tensiones y otras donde se termina la amistad; en otros casos se logra diluir esta tensión sin aventuras".

Foto: "La amistad conforma las redes que nos sostienen en épocas de crisis", coinciden en opinar los especialistas en comportamiento social.