Viernes 21 de diciembre de 2001 | ||
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Las piletas pueden ser trampas mortales |
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Anteayer, un niño de casi tres años de una familia de La Adela se ahogó en aguas del río Colorado, y en Roca un bebé de un año y medio casi pierde la vida por asfixia de inmersión en la pileta de un club deportivo. En ambos casos, las desgracias pudieron ser evitables. En la siguiente nota, pautas para conocer y después manejarse en caso de una emergencia. |
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La asfixia por inmersión no es más que la muerte por ahogamiento, fenómeno que, durante el verano, incrementa de manera significativa el número de casos, especialmente en niños y jóvenes. Anteayer, en la pileta de un club deportivo de Roca, un niño de un año y medio casi muere ahogado rodeado por decenas de personas que no sabían qué hacer ante semejante cuadro dramático y de emergencia. El médico de guardia del lugar, pasados varios minutos, logró reanimar al niño después del trabajo profesional. Superada la situación, el médico sintetizó que: * Las muertes por asfixia por inmersión son más frecuentes entre los varones. * Los lactantes y los niños pequeños deben estar bajo supervisión constante si se encuentran en una pileta o cualquier otro lugar donde haya agua. "Basta un segundo de distracción para que se desencadene la desgracia", dijo el profesional. "Por eso los chicos hasta 4 años deben tener siempre un salvavidas puesto mientras estén en el agua". * Los ahogos de chicos hasta la edad de cuatro años son más frecuentes en las piletas, seguido de los ríos y lagos. * Los varones de 5 a 19 años tienen más probabilidades de ahogarse en cursos naturales de agua, en vez de piletas. Y concluye: "El ahogo representa todavía un enorme problema, a pesar de que es algo totalmente evitable". ¿Cómo? "Lecciones de natación para todos los chicos, supervisión constante de los padres y que todos los mayores deben saber cuáles son las técnicas de reanimación cardiopulmonar", acotó. "Anteayer, en el club de Roca nadie sabía qué hacer con la criatura que se moría", concluyó. Desde el punto de vista fisiopatológico, la asfixia trae como consecuencia una marcada disminución del oxígeno a nivel miocárdico (músculo del corazón), pulmones y cerebro, lo que genera un daño neurológico y motor, cuyo grado de severidad es directamente proporcional al tiempo transcurrido bajo el agua. Las etapas de la asfixia En la asfixia por ahogamiento se describen distintas etapas: La primera fase, de apnea voluntaria, donde existe ausencia de movimientos respiratorios, corresponde a la capacidad de retener la respiración, momento durante el cual el individuo se encuentra con su estado de conciencia conservado. Por lo general, es de más o menos un minuto, pero en niños esta capacidad se reduce. Durante la segunda fase se desencadena disnea intensa con aspiración de agua, daño pulmonar y pérdida de conciencia, lo que dura entre dos y tres minutos. Posteriormente ocurre una fase convulsiva, luego de tres a cinco minutos, donde el daño cerebral se intensifica. Se produce hipotonía como causa de la pérdida de tono muscular, pérdida absoluta de conciencia, latidos cardíacos imperceptibles y respiración inconstante y superficial. Esta etapa ocurre luego de cinco a seis minutos de hipoxia. Finalmente, la fase de muerte real, se puede producir desde los siete minutos de hipoxia mantenida. La sucesión de los fenómenos descriptos anteriormente puede ser modificada por algunos factores, como por ejemplo la temperatura del agua. Si ésta se encuentra por debajo de 0 centígrado, se genera un "reflejo de buceo". El corazón comienza a latir más lentamente, redistribuyendo sangre oxigenada hacia corazón y cerebro, lo que prolonga la capacidad de permanecer bajo el agua. Otra variable a tener en cuenta es si el ahogamiento se produce en agua dulce o salada. El agua de las piletas, por lo general, contiene altas cantidades de cloro, lo que genera un cuadro de toxicidad muy alta en los pulmones infantiles y favorece el colapso de los alvéolos o porciones terminales del árbol respiratorio, donde ocurre el intercambio gaseoso. El agua de mar, sin embargo, provoca de forma instantánea un edema pulmonar. No hay que perder un minuto en actuar Datos para tener en cuenta |
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