Miércoles 19 de diciembre de 2001 | ||
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Incendio de pastos casi afecta casas en Alta Barda de Roca |
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Tres horas llevó a los bomberos sofocar un incendio de pastizales en un descampado del barrio Alta Barda. Vecinas fueron las primeras en combatirlo, temerosas por sus viviendas. |
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ROCA (AR).- Cuando se desató el incendio, los primeros bomberos –con trapos cubriéndoles la cara– fueron las mujeres y niños, que a baldazos de agua intentaron que el fuego no alcanzara sus precarias viviendas. Minutos después el escenario se tornó inestable, hubo gritos y adrenalina porque las llamas no cesaban de ganar terreno con la ayuda del viento. Fue así que dos autobombas llegaron al descampado del barrio Alta Barda de Roca para sofocar el siniestro después de 3 horas de incesante trabajo. Las llamas destruyeron casi 30 hectáreas de pastizales y estuvieron a punto de arrasar con dos casas. El descampado donde ocurrió el siniestro está en el predio que pertenece al matadero de Fricader en J.J.Gómez donde hace unos meses un camión de la empresa descargaba restos de faena y quemaba los desechos al aire libre. Una superficie de unos 1.000 metros de largo por 300 de ancho fue devastada por las llamas desde la zona del canal hacia el este del campo. Esta vez el fuego habría comenzado –según trascendió por vecinos de la barriada– luego que un grupo de jóvenes que se refrescaban en el canal grande que linda con el sector sur del predio arrojó elementos de pirotecnia, aunque la versión no pudo ser confirmada por las pericias de los bomberos. Por fortuna, las 15 personas movilizadas por la desesperación no sufrieron heridas, a pesar de que una joven comentó a este medio que "casi nos ahogamos (con el humo), empezamos a correr porque el fuego se venía para la casa". Menos problemática fue la situación de un hombre, cuya casa se salvó del siniestro, aunque él vio como el fuego arrasaba jarilla muy cerca. El viento fue uno de los factores que dificultó la tarea de sofocar las llamas, ya que a cada momento la dirección del aire cambiaba repentinamente. Es más, por momentos las ráfagas que soplaban a unos 50 kilómetros por hora descubrían el calor que guardaba la tierra debajo de las cenizas y otra vez se desataban las llamas. Algo que despertó la atención de los curiosos que se acercaron a presenciar cómo los autobombas vaciaban toda el agua que almacenaban, fue un nauseabundo olor que emanaba de vaya a saber qué lugar, como si se tratara de algún tipo de materia orgánica quemada. Sin dudar, una de las personas que vive en el vecindario expresó que se trataba de "las achuras que quedaron debajo de la tierra". Dos focos forestales afectan zonas de Chubut y evacuarían a pobladores Foto: Casi 30 hectáreas resultaron afectadas por las llamas cuyo control se dificultó por el fuerte viento. |
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