"Cumplo 56 días internado. Estoy desesperado"

Conmovedoras historias de personas que esperan ser operadas en el hospital cipoleño. Un conflicto entre la provincia y la Fundación Médica impide las cirugías.

CIPOLLETTI (AC).- "Hoy cumplo 56 días internado con un agotamiento físico, moral... Estoy desesperado. Ya he tenido dos veces turno para la angioplastia y me los han suspendido por razones que todo el mundo ya las sabe. Hay una guerra entre el poder político y los dueños de la salud. Y nos ponen a nosotros como escudos, como rehénes".
Las palabras sobran para describir la situación en la que se encuentra José Blanco (45), uno de los once enfermos cardíacos que requieren procedimientos de alta complejidad en el hospital de Cipolletti, y que están en "riesgo". Las cirugías no se concretan porque el gobierno provincial "tiene una deuda" con la Fundación Médica de Río Negro y Neuquén, institución privada en donde se realizan estas prácticas.
Blanco y Samuel Cerna (60) son dos de los pacientes "más graves entre los graves". Están cansados de esperar, hartos de reclamar y dolidos, porque "si la cosa no se soluciona, en cualquier momento se puede morir alguno".
Sus historias no son muy distintas a las de otros enfermos que por lo menos pueden aguardar en sus casas los turnos para las cirugías. Ellos no pueden. Sus estados de salud son tan precarios que deben estar internados.
Ayer, ambos se levantaron de sus camas para recibir a "Río Negro" en la recepción del hospital.
Sentados en uno de los bancos en los que tantas veces debieron aguardar por consultas, empezaron a relatar lo que les pasa, su bronca, y su deseo de seguir viviendo con dignidad.
"Todo el mundo sabe que una enfermedad coronaria no espera. En cualquier momento se va a morir alguno acá. ¿Están esperando que eso pase para hacer algo?", se preguntaron.
Ayer Blanco cumplió 56 días internado. Mientras, su familia subsiste en Fernández Oro con los 150 pesos que consigue su esposa en un plan "Trabajar". Desde hace meses por su enfermedad, él no puede realizar las actividades que acostumbraba, como soldador.
El hombre se siente abandonado. Y no sólo por el gobierno sino también por la sociedad a la que sirvió en "forma gratuita" durante mucho tiempo como bombero voluntario.
Todo se junta y se reflexiona durante la espera. Los días son "largos, angustiosos" y cada vez se hacen más difíciles. Sobre todo, cuando recuerda que no tiene una fecha precisa para la angioplastia y ni siquiera los medicamentos que necesita.
"Hoy (por ayer) la enfermera me dijo que no había remedios y que me las tenía que aguantar", contó.
En la misma situación se encuentra Cerna, un hombre que ya había hablado con este diario en setiembre del año pasado, cuando intentaron robarle y hubo un tiroteo frente a su casa, en Cipolletti. Fue justamente la violenta circunstancia que vivió la que le causó un grave problema cardíaco. "No podía dormir, y el miedo de no saber cuántos eran los que participaron y si podían volver, me fue haciendo mal", reconoció ayer.
Setiembre sigue siendo un mes difícil para él. Es desde ese mes, pero de este año, que espera la angioplastia.
Desde hace 18 días está internado en el hospital, padeciendo los mismos problemas que Blanco. Sus quejas, al igual que las del otro paciente, no apuntaron hacia los médicos y enfermeros del hospital, a quienes les agradecen el trato "humano". Su indignación, fue más allá.
"La Fundación no nos da turno porque la provincia no le ha pagado. Los días pasan y no hay ninguna esperanza todavía. Necesitamos que tomen un poco de conciencia y que sean más humanos. Esto ya parece un supermercado: si usted tiene plata le venden y sino se tiene que ir".
Hace más de seis meses que no puede trabajar (hace tareas de chapa y pintura) y no tiene los recursos necesarios para pagar la operación. "Es angustioso seguir así", dijo con la voz entrecortada.

Foto: Blanco y Cerna son dos de los enfermos con mayor riesgo de vida. Necesitan urgente una angioplastia.