En Las Grutas, el buen tiempo apura a turistas, comuna y negocios

El que cumplió fue el tiempo. El sábado se lanzó la temporada aunque aún los turistas dudan, muchos privados no abrieron sus negocios y el Municipio se atrasó con las concesiones.

LAS GRUTAS (ASA)- Formalmente la temporada 2001 - 2002 comenzó el sábado último. Pero en los hechos la incertidumbre generalizada en relación a la situación económica nacional postergó la concreción de las reservas de alojamiento y la instalación de varios de los comercios que brindarán sus servicios este verano.
En las galerías comerciales lo que más resalta es la gran cantidad de carteles de alquiler. Decenas de negocios aún están cerrados. Los posibles inversores aguardan, seguramente, alguna señal positiva -o al menos algún síntoma de calma- de la economía nacional, para definir si concretan o no el desembolso previo destinado a explotar la actividad comercial durante este verano.
"Es notable la cantidad de locales cerrados, pero creo que es una señal de que los comerciantes están estableciéndose en Las Grutas; hay más permanentes y muchos menos `golondrinas"", expresó el delegado municipal en este balneario, Sebastián Leal.
Año tras año, el mejoramiento paulatino de la calidad de los comercios obliga a que cada nuevo negocio que ingresa a la oferta general de la villa, esté obligado a invertir importantes montos en decoración, mercadería de primer nivel, personal capacitado, además de los costos fijos que insume cualquier actividad comercial actualmente.
El oscuro panorama económico nacional postergó las decisiones de los inversores que aún no concretan sus proyectos. Esto hace presumir que este año, la "torta" de los ingresos se reparta entre menos cantidad de actores, la mayoría de ellos con experiencia y con años de ir mejorando paso a paso.
Está garantizado, más allá del descenso en el número de negocios habilitados, que las ofertas gastronómica, recreativa, de productos regionales, ropa, elementos para la playa, revelados fotográficos, heladerías y otros rubros, estarán cubiertas para satisfacer las necesidades de los visitantes.
En cuanto a la demanda, también se registran atrasos: en este caso en relación a la concreción de las reservas. Otros años, a esta altura, las inmobiliarias habían recibido de parte de muchos interesados en vacacionar en el balneario, el 50 por ciento de seña que en general requieren al momento de confirmar el alquiler de sus viviendas para el mes de enero. Esta vez, la cantidad de consultas por teléfono y mails se ha incrementado de una manera llamativa, pero al momento de realizar la transacción -ahora obligatoriamente bancaria- para señar el inmueble, el potencial turista duda y se retrasa.
El interés por esta costa atlántica rionegrina es manifiesto, pero la inquietud acerca de lo que pueda ocurrir con la economía nacional produce preocupación y posterga la decisión de los posibles visitantes.
Los comerciantes que se establecieron están procurando cobrar sus servicios mediante tarjetas de créditos o débitos, bonos, tickets o cheques, para estar a tono con las nuevas medidas del ministro Domingo Cavallo.
Ya clásico en el tema demoras antes de cada temporada, el Municipio también tuvo las suyas. La concesión de los diferentes servicios de playa y explotación de espacios públicos se concretó en muchos casos recién en noviembre y aún hay varios casos que restan resolverse, a pesar de que la temporada ya está en marcha.
En definitiva, turistas, prestadores y comuna van a la zaga de los actos formales. El que no respeta el protocolo, en tanto, es el clima que viene regalando calor y días de playa desde hace un mes en esta privilegiada zona del litoral atlántico rionegrino.

La primera bola fue el cero

El subsecretario de Turismo de la Provincia, Sergio Rodríguez, fue el encargado de lanzar la primera bola de la temporada en el Casino Las Grutas. Y por ello recibió muchos silbidos y cargadas. Los apostadores que desplegaron sus fichas en los paños de las ruletas esperaban ansiosos la palabra de la locutora que repetiría lo que cantara el croupier de la mesa central. "Cero", dijo Eduardo García con tono solemne.
Chispazos de bronca y muchas cargadas se dispararon desde las demás ruletas. El funcionario se justificó con un leve movimiento de hombros y un poco consternado aceptó las chanzas. Del total de apostadores un par salieron airosos. Uno de ellos, una chica de 20 años debutante en las apuestas que, sin importarle demasiado que el cero no paga a chance y otras cuestiones que se le achacan al pobre número neutro, puso una ficha de dos pesos y se llevó 70. "El subsecretario juega para la banca", dijeron otros, sin disimular el malestar. (ASA)

Foto: Pese a los retrasos e incertidumbres que plantea la crisis, el balneario está brindando lo mejor de sí en aquello que más importa: días de calor, sol y brisa.