Lunes 10 de diciembre de 2001

 

Cien voces de niños cantarán la Navidad Coral

 
  SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Como en cada Navidad, desde hace 34 años, el Coro de Niños y Jóvenes Cantores de Bariloche está preparando su Navidad Coral, el evento cultural con mayor tradición local, pródiga en manifestaciones del arte y la cultura.
En este espectáculo se une lo musical a lo religioso, sin desprenderse de lo popular. A la música sacra, esa que está estrictamente dedicada a Dios y separada de lo profano, se agregan las canciones villanas o villancicos, que para muchos son las verdaderas manifestaciones populares de amor a Dios.
Las funciones se realizarán el sábado 15 y domingo 16 de diciembre a las 22 en la iglesia Catedral, con la participación de más de cien cantores y cerca de veinte instrumentistas del conjunto Camerata Nativitalis.
La primera parte de la XXXIV Navidad Coral comenzará con la tradicional entrada de velas, un espectáculo que une lo visual a lo musical.
Decenas de parejas de niños desfilan en forma lenta a lo largo de la nave para depositar sus velas en los dos enormes candelabros que se ubican uno a cada lado del altar mayor. Después el coro entonará los villancicos "La noche de los pobres" y "Noche anunciada".
Luego será el turno de la polifonía de Iacobus Gallus . En la segunda parte se unirá al Coro la música de cámara. Interpretarán la Messe de Minuit pour NoÎl (Misa de Medianoche de Navidad) de Marc Antoine Charpentier (1543-1704)
Antes de entonar los cantores y el público el villancico más conocido, Stille Nacht (Noche de Paz), de Franz Gruber, habrá una sorpresa musical más, un salmo de un conocidísimo compositor del Barroco italiano cuyo nombre los organizadores no difundieron.
En los últimos años ha sido la Asociación Coro "Niños y Jóvenes Cantores de Bariloche" y su director Andrés Jan los que han organizado los conciertos navideños y soportado íntegramente el costo de su realización, con el aporte de los asistentes y empresas de la ciudad que auspician los programas y anuncios.
Algunos años el Coro se presentó junto a la Camerata Bariloche, pero esa formación, considerada la mejor orquesta de cámara de Latinoamérica, hoy surca rumbos internacionales y está lejos de la ciudad que la vio nacer.
Después, desinteresadamente también, la orquesta "Música Concertante" de San Isidro prestó su apoyo 2 años seguidos a la Navidad Coral, pero el esfuerzo desgastante de solicitar auspicio para afrontar pasajes aéreos y estadía hizo que se buscaran otras alternativas. Fue el turno entonces de la orquesta de cámara de la Universidad de Valdivia, prestigiosa agrupación de cuerdas que respondió con su presencia a las presentaciones en Chile del Coro "Niños y Jóvenes Cantores de Bariloche".
Varios miembros de la agrupación trasandina continúan aportando su arte, tal como lo hicieran en años anteriores, pero una auspiciosa realidad se evidencia, dado que la mayoría de los integrantes de la orquesta Nativitalis son ahora músicos locales.
Algunos veteranos y con una formación de excelencia, como es el caso de Robin Wesley, Miguel Nitzsche, Jeanette Larrochette y Norma Cordi, y otros noveles, pero igualmente impecables en la ejecución de sus instrumentos.
A principios de 1968 visitó Bariloche el profesor Juan Schultis, para dictar un curso intensivo de dirección coral, y con su conducción se realizó en diciembre la primera Navidad Coral.
Schultis, por entonces director del Capella Bonarensis y del Estudio de Música Renacentista del Collegium Musicum de Buenos Aires, había conocido durante su estadía a los dos coros que en aquellos años actuaban en la ciudad: el de Niños del Colegio Woodville, dirigido por la señora Lucka Kralj de Jerman, y el Coro del Centro Atómico, cuyo director era el maestro Rodrigo Dalziel. Contando con el apoyo de la Dirección de Cultura, que presidía Luis Caram, se concretó el 21 y 22 de diciembre de 1968 la Primera Navidad Coral, que con los años se convertiría en el evento cultural de mayor continuidad en Bariloche.
Para la oportunidad, el maestro Schultis eligió una cantata de Ditrich Buxtehude, que fue interpretada por los dos coros mencionados y acompañada en la faz instrumental por solistas del Ensamble Musical de Buenos Aires. Completando el programa, cada una de las agrupaciones cantó obras de su propio repertorio, bajo la conducción de sus respectivos directores.
La repercusión del evento motivó que en marzo de 1969 fueran creados dos coros municipales: el de Niños, dirigido por la señora Lucka Kralj de Jerman y conformado en su mayor parte por integrantes del Coro de Niños del Colegio Woodville -posteriormente "Niños y Jóvenes Cantores de Bariloche"-, y el Coro Estable Municipal, con la dirección del maestro Rodrigo Dalziel.
Siguiendo las pautas delineadas el año anterior por sus promotores, la Navidad Coral se cantó el fin de semana anterior a la celebración navideña. Nuevamente se invitó para que dirigiera el evento al profesor Schultis, quien seleccionó en su programación dos cantatas de Juan Sebastián Bach que fueron ejecutadas por ambos coros, con el concurso de solistas e instrumentistas de la Capital Federal. Los coros "Niños y Jóvenes Cantores de Bariloche" y el "Estable Municipal" cantaron bajo la conducción de sus respectivos directores y al maestro Schultis correspondió la dirección de los conjuntos completos, estableciéndose de esa manera una modalidad que habría de ser característica de aquellos importantes acontecimientos artísticos.
En 1970 se presentó en la Navidad Coral una de las más prestigiosas agrupaciones corales de la ciudad de Buenos Aires: El Coro de la Iglesia Metodista Central, que celebraba los 30 años de su creación. Actuaron bajo la dirección del maestro Rodolfo van der Meulen, y participaron también la soprano Carmen Favre, el tenor Fernando Rodríguez y el bajo Antonio Juncal. La obra central del programa fue la Misa en Sol, de Franz Schubert.
En 1971 volvió a ser el Schultis el que condujo la Navidad Coral, pero se marcó un hito significativo, ya que se presentó por primera vez en ese marco la prestigiosa Camerata Bariloche, dirigida por el concertino Rubén González (AB).
En la tercera edición participó también la Agrupación Coral de General Roca, creada dos años antes a instancias del maestro Schultis, y completaron el elenco de artistas invitados las sopranos Carmen Favre y Graciela Pelz, quienes participaron como solistas en la interpretación conjunta del Magnificat de Antonio Vivaldi, y el organista uruguayo Homero Perera, quien además interpretó el Concierto 2, transcripción para órgano, de Juan Sebastián Bach.
Durante los tres años siguientes volvió a presentarse en cada edición la Camerata Bariloche, interpretando obras instrumentales y acompañando a los conjuntos corales, pero su crecimiento la fue apartando de estos cerros y lagos, y tener una orquesta fue el desafío que debió afrontar su actual director, Andrés Jan.
Para los amantes de la buena música, cada Navidad Coral es una oportunidad imperdible e irrepetible para reencontrarse con el arte, la música y la emoción (AB).
   
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