Miércoles 5 de diciembre de 2001

 

Pesadilla de cinco jóvenes y un niño en el río

 

Ocurrió en la zona del río Negro de Roca, cuando intentaron llegar a una isla. El bote se dio vuelta y se agarraron de las ramas. Tras varias horas, fueron rescatados.

  ROCA (AR).- La fuerza del río Negro pudo más que un débil remo que se partió en pedazos. Cinco jóvenes y un niño salvaron sus vidas de milagro al darse vuelta un bote de chapa en el que pensaban llegar a una isla para acampar y pasar una jornada de pesca.
Alcanzaron a llegar a un pequeño islote, y mientras la noche caía, empezaron los gritos desesperados de auxilio. Algunos quedaron agarrados de las ramas de unos árboles que estaban semi sumergidos.
Una persona identificada como Edgar Herrera, de 29 años, fue quien escuchó a lo lejos el pedido desesperado de ayuda, por lo que se empezó a orientar por los ruidos. A lo lejos pudo divisar a los infortunados navegantes. Inmediatamente llamó a la Policía, y desde allí se dio aviso a los bomberos, quienes con un bote de goma pudieron poner a salvo a los frustrados pescadores.
Los protagonistas de esta historia, que milagrosamente no tuvo un trágico final, fueron Juan Verdugo (29), Víctor Verdugo (18), Diego Verdugo (21), Gustavo Albo (27), Héctor Albo (19), y un chiquito de ocho años, que es sobrino del anterior.
La tarde ya estaba cayendo, cuando Diego Verdugo y Héctor Albo habían alcanzado a llegar al islote. De allí iban a seguir cruzando el río para ir al lugar elegido para armar campamento y aprovechar a pescar.
Sin embargo debían esperar que cruce el resto del grupo.
Cuando estaban por alcanzar la orilla, un remo del viejo bote se partió. Los cuatro ocupantes quedaron a la deriva, y la corriente se empeñaba en arrastrarlos contra las ramas y los troncos. El golpe prometía ser muy bravo, por lo que los jóvenes se prepararon para lo peor.
El chico de ocho años no se amilanó por la situación, y cuando el bote sufrió el primer golpe, pudo saltar a la orilla del islote. Los restantes pescadores no tuvieron tanta suerte. El golpe los tiró al agua, mientras el bote de chapa se daba vuelta y se iba al fondo. Con la embarcación también se fueron las pertenencias. "Perdimos hasta las zapatillas", dijo ayer Diego Verdugo mientras trataban de encontrar el bote hundido.
Lo único que les quedó fue aferrarse de las ramas, mientras sus compañeros trataban de salvarlos. Después de varios intentos, uno a uno quedaron varados en el islote y empezaron a pedir auxilio.
Herrera escuchó los gritos cerca de las 22.30. Alrededor de la medianoche, los bomberos pudieron llegar al lugar, de muy difícil acceso. El chiquito y Juan Verdugo fueron los primeros en ser rescatados con el bote de goma, ya que eran quienes más comprometidos estaban.
Luego fue el turno del resto, quienes después del susto la pueden contar. Pero otro trago amargo debían pasar antes de regresar a Roca.
Al lugar habían llegado en un Fiat 600. Empapados, y cuando bomberos y policías se habían ido, intentaron ponerlo en marcha. Pero no hubo caso. Mientras estaban en el islote, alguien les robó la nafta.

Foto: Diego Verdugo y Héctor Albo recorrieron ayer a la tarde el lugar del accidente. Sin embargo, las esperanzas de hallar el bote eran pocas.

   
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