Sábado 29 de diciembre de 2001

 

La burocracia lleva a un joven hacia la muerte

 

Es un viedmense de 24 años que sufrió una aneurisma, de la que debía ser intervenido quirúrgicamente. Sin embargo la fal-ta de pago a clínicas privadas lo impidió y tuvo otro derrame.

  ROCA (AR).- "Se va a morir. El cuadro es irreversible. Sólo hay que esperar que su corazón deje de latir y para eso pueden pasar 24, 48 ó 72 horas. Si no, pueden ir a un juzgado y tramitar la autorización para que le saquemos el respirador artificial".
No hay nada peor que presenciar el momento en que la frial-dad adquirida por un médico con los años choca de lleno contra la esperanza de una familia con un ser querido internado. Y mayor es la impotencia e indignación cuando la muerte pronosticada será injusta, producto de la burocracia en una provincia como Río Negro, con un sistema de salud pública hecho pedazos.
Ocurrió ayer en los pasillos del hospital de Roca. El mundo pareció caer encima de Valentín Contreras, Sonia y Carlos Bion-do. Ellos son el hermano, la esposa y el cuñado de Cristian Contreras, que a los 24 años perma- necía ayer en estado vegetativo porque no fue operado a tiempo de una aneurisma cerebral que padecía desde hace un mes, según afirman los familiares y confirmó un médico del propio "Francisco López Lima" (ver aparte).
Cuando la pequeña hija de Contreras crezca -ahora sólo tiene los siete meses de vida- seguramente no podrá comprender lo que padeció su padre. La pesadilla comenzó en el barrio IPPV de Viedma, desde donde salió hacia el hospital hace un mes por un fuerte dolor de cabeza. Allí le diagnosticaron la aneurisma, pero le dijeron que no había cómo operarlo y -luego de varios trámites- sus allegados lograron un traslado a Roca.
"Estuvimos peleando una semana en Viedma para que lo trajeran a Roca. No conseguían fondos para llevarlo a Bahía Blanca o Cipolletti. Lo único que lograron fue traerlo para acá, pero para dejarlo tirado, porque en este hospital no hay insumos para operarlo y más que atenderlo no se puede", comenzó el relato su hermano.
El calvario en Roca duró 21 días, hasta ayer. En el medio pasó de todo y el colmo fue cuando un funcionario de Salud-según su propia versión- le dijo en Viedma que la intervención no podía realizarse en Cipolletti porque un centro privado se negaba a acep-tar la derivación por la deuda que el Estado mantiene con el sector.
Otra muestra de la desorganización del sistema se dio el día posterior a la llegada del joven a Roca, cuando una ambulancia del nosocomio privado vino a buscarlo, pero en el "López Li-ma" dijeron que no sabían nada y no lo podían derivar, por lo que volvió vacía.
Sin embargo, en las últimas horas ocurrió lo más grave. "Nos enteramos que tenía turno para el miércoles en Cipolletti. Ese día estaba bien para la operación y estaba consciente. Todavía no sabemos qué pasó. Desde Cipolletti dicen que no llegó la plata. Desde Viedma aseguran que mandaron 50.000 pesos. ¿A nosotros qué nos importa si hay plata o no? Es la vida de mi hermano y no puede ser que haya perdido la oportunidad por el desastre que es el gobierno", se quejó Valentín Contreras.
Efectivamente, se había perdido tiempo: el jueves Cristian sufrió otro derrame en el cerebro.
"Nos avisaron ese día a las 4. Alrededor de las 7, después que le hicieron los estudios nos dejaron pasar a terapia para verlo y en su cara todavía había lágrimas porque estuvo llorando toda la noche. Otro internado nos dijo que se cansó de llamar y gritar cuando sufrió el derrame, pero nadie lo escuchó", contó su esposa. Las críticas de la familia por la situación del hospital roquense siguieron. "Le daban una palangana con agua para que se bañe. Estuvo muchos días en una sala común y con el mal que tenía no podía hacerlo porque necesitaba cuidados especiales", señaló el cuñado.
"Yo no sé quién es el responsable, porque todos se lavan las manos. El segundo derrame fue porque no estaba la plata y no fue intervenido en la clínica de Cipolletti porque no había plata", agregó el hermano.
El relato de los familiares a "Río Negro" fue interrumpido por el paso del neurocirujano que revisó ayer al joven internado. Los tres salieron detrás del profesional y lo detuvieron en el pasi-llo de entrada, frente a la guardia.
Allí escucharon lo que nunca hubieran querido. Cristian presenta un cuadro irreversible y no se salvará, anunció el médico.
Se abrazaron. Lloraron. La gente caminaba al lado suyo y no se detenía.
Nadie daba una respuesta, una explicación que alguien deberá ofrecer si existe el mínimo grado de compromiso con la gente por parte de las instituciones públicas y privadas.
"Ya perdimos a Cristian, pero pedimos por favor que se haga algo para que esto no se repita y nadie más tenga que llorar como nosotros", alcanzó a decir el hermano mientras consolaba a la esposa del joven.

Qué es una aneurisma y cómo se cura

La aneurisma es una malformación congénita o adquirida, que se produce en el ser humano por muchas causas, entre ellas por alcoholismo, por hipertensión o por una secuencia hereditaria.
Es un abombamiento donde la túnica íntima de la arteria se dilata y va formando como una especie de saco, donde esta sangre que llega allí se va coagulando, hasta formar una bomba que va herniando a las arterias hasta que llega una pronta explosión arterial, es decir, ha completado la escala cinco, donde se produce un sangrado que va a llevar al paciente a una vida vegetativa estable, o muy seguro a la muerte. 
La manera para que un paciente evacue las hemorragias de su cerebro es a través de una carga ionizante, que llega a lo profundo de la masa cerebral y desde allí, capta las neuronas que están putrefactas, las remueve y las expulsa por distintas vías del cuerpo.

Aneurisma cerebral

En el caso particular de la aneurisma cerebral, puede ubicarse en cualquiera de las arterias carótideas, basilares, o al tallo cerebral.
Si la malformación va en la escala tres, o inclusive en la escala cuatro que es comprometedora, el paciente puede salvarse ya que la ionización, ataca directamente el bombeo de la sístole y la díastole, regula por completo el fluido rápido que lleva la sangre a través de las arterias y esa malformación que estaba arriesgando la vida del paciente, se evacua por la uretra o la vagina y en contadas veinticuatro horas el paciente ya está fuera de peligro. (AR)

"No sé por qué se dio la demora"

"Cuando se rompe por primera vez hay que tratar de operarlo tanto por un abordaje directo o por vía endovascular, los dos tratamientos que existen para solucionar una aneurisma. Cuando antes lo operes mejor, porque se evita el segundo resangrado, que no se puede predecir en términos de días u horas".
La explicación corresponde al médico que ayer comunicó el estado de Cristian Contreras a sus familiares. El profesional pidió la reserva de su nombre, ya que sólo había atendido al joven en las últimas horas ante la ausencia del médico que lo trató desde la derivación desde Viedma.
Sin embargo, precisó que "la cirugía se decide a partir del estado del paciente. Cuando mejor esté, mayores son las posibilidades de soportar una cirugía de ese tipo. No sé por qué se dio la demora en este paciente".
Cabe recordar que los allegados de Contreras aseguraron que el miércoles, cuando existió la posibilidad de llevarlo al quirófano, se encontraba lúcido y consciente. Sin que ellos tengan claro por qué, la operación no se hizo y se produjo el segundo derrame.
"A mí me llamaron para hacer una evaluación neurológica. El chico está descerebrado y no tiene ninguna posibilidad de revertir el cuadro", finalizó el médico. (AR)

Foto: Los familiares de Cristian Contreras se abrazan desconsolados tras conocer la situación irreversible del joven.

   
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