Lunes 24 de diciembre de 2001

 

Más críticas a la Policía en Cipolletti

 

Se hizo una marcha por la muerte de Elvira Abaca.
  CIPOLLETTI (AC) - Bajo un sol insoportable y sobre el asfalto caliente de la zona norte de Cipolletti, unas doscientas personas acompañaron en su reclamo de justicia a Daniela Dellabarca, la hija de la mujer que murió de un disparo durante el estallido social de la semana pasada. La manifestación pasó frente a la comisaría 24 pero no hubo incidentes.
Elvira Abaca cayó herida de muerte el miércoles a la noche, sobre la calle Esquiú, cuando una bala le dio en la espalda. "Castigo a los culpables, policía o comerciante", se leía en una de las pancartas. La alusión está relacionada con la investigación del origen del disparo: si partió desde el techo de un supermercado o de un uniformado.
"Arriaga y Concejo Deliberante: dejen de encubrir asesinos", decía otro cartel.
La columna estuvo signada por los jóvenes de los barrios populosos del norte cipoleño. Tuvo, de todos modos, un aporte importante de las organizaciones de derechos humanos de Río Negro y Neuquén, especialmente de HIJOS, y de Ofelia Villar, la madre de una de las víctimas del triple crimen.
La marcha partió de la casa de Dellabarca, en las 200 Viviendas, recorrió las 1.200 Viviendas por la calle Esquiú (pasaron por el lugar donde cayó muerta Abaca) y tomó por Naciones Unidas para detenerse en el cementerio donde fue sepultada el jueves la mujer.
Ahí, tras un minuto de silencio, Dellabarca tomó el magáfono para advertirles a los manifestantes que el paso por la comisaría 24 debía ser sin incidentes. "Vamos tranquilos, no dejemos que nos repriman como el otro día", dijo. Frente a la unidad policial, gritaron "justicia" y cantaron "se sabía: a Elvira la mató la policía".
De regreso al lugar de inicio, realizaron un acto en la plaza de Primeros Pobladores y Esquiú, donde está ubicado el supermercado Alarcón, cuyo dueño disparó con un arma de fuego desde el techo el día de los saqueos, según determinó el juez Rubén Norry.
El magistrado, de todos modos, dio por descartado que el disparo haya provenido del supermercado debido a las diferencias de calibre con el arma entregada por el empresario.
"A la gente del supermercado les digo que no me llamen más a casa; no me van a comprar con mercadería o con dinero", dijo a través del micrófono.
Dellabarca anunció que intentará unificar las manifestaciones con familiares de otras víctimas de la represión policial.

Apoyo del bloque de legisladores del PJ

VIEDMA (AV)- El bloque de legisladores justicialistas manifestó su total apoyo a la gestión que comienza el presidente Adolfo Rodríguez Saá.
El presidente de la bancada, Eduardo Rosso, expresó que "una vez más el Movimiento Nacional Justicialista asume la responsabilidad de hacerse cargo de una situación nacional de extrema gravedad".
Destacó que "lo hace bajo la conducción de un hombre que expresa a una nueva generación, conciente de las reales causas del descrédito de los políticos y de cada sufrimiento de los hombres y mujeres de nuestra patria".
Apoyó las decisiones adoptadas sobre la indemnización a las víctimas injustas de los hechos de la semana pasada, el tratamiento que se le dará a la deuda externa, las medidas de contención social, la reestructuración del gasto burocrático-político, la eliminación de ministerios y áreas nacionales.

"Argentina hastiada"

Rosso abrigó la esperanza de que este gobierno "pueda hacer realidad tales medidas en una Argentina hastiada de palabras huecas, promesas incumplidas, corrupción, abuso de poder y justicia influenciada".
"Como justicialistas debemos constituirnos en garantes del cumplimiento de la palabra empeñada", concluyó.

Denuncian apremios ilegales

CINCO SALTOS (ACS).- Un vecino de esta localidad acusó ayer a la policía de la comisaría Séptima de haber golpeado salvajemente a su hijo tras arrestarlo el jueves por la noche, el día de las escaramuzas en la calle Blumetti por los intentos de saqueo en el supermercado Bomba.
En la sede policial se reconoció oficialmente el arresto de Manuel Ponce hijo por "desórdenes y ebriedad", aunque se negó la posibilidad de la existencia de una paliza en la comisaría.
Manuel Ponce -padre- denunció que su hijo de 27 años fue "estropeado" en el calabozo. "Fue la noche de los saqueos y mi hijo salió en estado de ebriedad a comprar unos cigarrillos. Pero la policía ni le habló, lo vio allí, lo agarraron y lo llevaron al calabozo", donde le habrían pegado por varias horas, indicó.
   
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