Sábado 22 de diciembre de 2001
 

Robaron los datos de 40.000 beneficiarios de la ayuda social

 

El gobierno cree que fue un golpe intencional y dirigido.

  NEUQUEN (AN)- Más de 300 personas tomaron por asalto las oficinas centrales de Acción Social de la provincia, a la vera de la multitrocha junto al hospital Bouquet Roldán, y le partieron el espinazo informático a la ayuda social que distribuye el gobierno. Los archivos que se perdieron junto con las 110 computadoras que fueron robadas habían sido elaborados durante años, y la mayoría de la información deberá ser reconstruida por completo. Mientras tanto, los beneficiarios tendrán que esperar. Ellos son los que más perdieron.
"Es un daño intencional al gobierno", dijo el ministro de Desarrollo Social, Jorge Lara, quien sospecha que el ataque fue dirigido para entorpecer la ayuda social.
Se estima que en las computadoras robadas había información sobre 40.000 personas a las que la provincia asiste con distintos programas provinciales, nacionales y hasta internacionales. Buena parte de esa gigantesca base de datos se perdió para siempre. A los efectos prácticos, muchos beneficiarios deberán hacer el trámite completo otra vez, sin importar si ya recibía algún tipo de bono o estaba en lista de espera para que se lo aprobaran.
Para contarlo con un ejemplo simple: si una persona tenía aprobado un subsidio para comprar un par de anteojos, ahora tendrá que hacer todo el trámite otra vez, desde la visita al oculista en adelante.
Pero además se perdieron archivos judiciales; se trata de expedientes sobre violencia familiar, adopciones, pago de alimentos y situación de menores en riesgo que estaban en custodia en esas oficinas.

El jueves por la tarde

El vaciamiento se produjo el jueves a la tarde, cuando el grueso de la policía estaba concentrada en repeler a los que intentaban copar el cercano hipermercado Jumbo.
Los pocos efectivos disponibles que fueron asignados a contener a los vándalos que saqueaban Acción Social recibieron la orden más severa que emitió la Jefatura en toda la jornada: disparar con balas de plomo contra las cubiertas de los dos camiones Mercedes Benz con el logo del ministerio que se robaron los saqueadores. "Hay que detenerlos, impedir que se los lleven", fue la directiva. Sin embargo, se los llevaron y recién ayer a la mañana aparecieron abandonados. Uno estaba en el barrio La Sirena y el otro en Bouquet Roldán.
A los camiones no se los llevaron vacíos: en la caja cargaron desde tres fotocopiadoras hasta pocillos de café, pasando por la bandera argentina que estaba en el despacho del subsecretario y hasta sus portarretratos con imágenes familiares.
El saqueo resultó muy sospechoso para los funcionarios. "Todos saben que acá no hay alimentos y si no lo saben, los que ingresaron tienen que haberlo descubierto enseguida", dijo una fuente de la subsecretaría cargada de suspicacia.
El ministro de Gobierno, Jorge Gorosito, fue más explícito: "no actuaron por casualidad; apuntaron al núcleo donde se articula institucionalmente la asistencia social a la población con necesidades".
La justicia también evaluó que fue un episodio extraño. Por lo pronto, lo investigará por separado del resto de los saqueos y le encomendó la tarea al fiscal que se especializa en los delitos contra la Administración Pública.
Ayer a la mañana, el panorama en las oficinas era tan desolador como en cualquiera de los supermercados devastados por la furiosa tormenta de saqueos que sacudió a la ciudad. Los encargados de prensa hicieron un balance estremecedor:

"Irrecuperable"

Robaron 110 computadoras; 3 fotocopiadoras; 3 computadoras con un programa de las Naciones Unidad que tenía una base de datos "irrecuperable"; máquinas de coser, 3.000 conjuntos jogging; 12.000 guardapolvos; 3 televisores con sus videos; 2 filmadoras; todos los teléfonos; todos los libros de la biblioteca; juegos didácticos y expedientes judiciales.
Los saqueadores no dejaron ni un cenicero ni un pocillo de café, destruyeron vidrios y paredes interiores, arrearon con muebles, lámparas y hasta arrasaron con una bandera argentina y portarretratos familiares del subsecretario. Para coronar su tarea, defecaron en una de las dependencias y vaciaron los matafuegos en otras.
Las fuentes estimaron que por lo menores 300 personas actuaron durante varias horas. Además de los dos camiones que se robaron, utilizaron camionetas y vehículos particulares para consumar el saqueo.

Foto: En el despacho del subsecretario de Acción Social, Eduardo Martínez, todo quedó por el suelo y se llevaron hasta la bandera.

   
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