Bariloche no logró retornar a la calma

Durante la mañana la ciudad trabajó casi con normalidad. Por la tarde y noche volvieron los enfrentamientos con los violentos. La comida fue repartida en forma desorganizada y no alcanzó.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los rumores del arribo de manifestantes y el avance de los piqueteros de los barrios Altos sobre los comercios céntricos acentuaron las prevenciones que se habían tomado el día anterior, y ayer casi no hubo movimiento comercial en la ciudad.
La policía rionegrina centró sus esfuerzos en la contención de decenas de jóvenes violentos que acecharon a partir del medio día y con intenciones de saqueo al supermercado "La Victoria", ubicado en Beschedt y Brown, en el populoso sector donde se agrupan los barrios de viviendas del IPPV. Una sucursal de ese comercio, cuyos propietarios son de origen chino, resultó atacado por vándalos y saqueadores el jueves por la tarde, pese a que ya habían hecho un importante aporte de mercaderías para paliar la situación de las familias más necesitadas.
Después de una jornada donde los comerciantes habían resignado las necesidades de venta en función de la seguridad, fueron mayoría los que ayer destinaron su tiempo a reforzar sus aberturas y a protejer sus vidrieras. Los grandes supermercados permanecieron cerrados durante todo el día, y por la tarde algunos estaban siendo custodiados por personal de Gendarmería.
Los comercios más damnificados por los hechos violentos del jueves (foto) fueron una sucursal del frigorífico Arroyo, el mercadito Vanat y una verdulería situada entre ambos locales, ubicados en Beschedt 1985, en el corazón del barrio Tres de Mayo, refugio de una de las patotas más violentas de Bariloche.
Del frigorífico Arroyo no sólo se llevaron la carne y los embutidos. Los asaltantes robaron la caja registradora, la computadora, balanzas, picadoras, sierras y elementos de trabajo. Además, destrozaron una caja fuerte y todas las instalaciones que no pudieron transportar, como ser las grandes heladeras y exhibidoras. En los comercios aledaños y en una farmacia cercana reinaba la misma desolación y sus propietarios, con un nudo en la garganta, se limitaron a retirar los vidrios rotos, a reforzar las rejas y a meditar en silencio sobre el futuro próximo.
"Esto no es hambre. A las 20.50 llegaron los primeros 25 y dejamos que se lleven toda la mercadería, pero después volvieron, rompieron todo y robaron hasta el matafuegos", denunció uno de los damnificados.
En lugar del anunciado embellecimiento de vidrieras y fachadas para recibir al turista durante las fiestas de fin de año, la ciudad mostraba ayer su cara más lamentable: la del miedo. Muchos locales fueron evacuados totalmente por sus propietarios, otros fueron empapelados, y algunos literalmente tapiados para proteger sus cristales. Estas prevenciones no sólo las tomaron los vendedores de productos alimenticios. Las ferreterías, corralones de materiales, hoteles y negocios de electrodomésticos tomaron idénticas medidas, y prometen mantenerlas hasta que la seguridad vuelva a estar garantizada.
Ayer por la tarde se conformó en la ciudad un Consejo de Seguridad, integrado por las fuerzas armadas y de seguridad, y se dividieron los presuntos objetivos de robo, ataque y saqueo para custodiarlos.
A media tarde la policía rionegrina ya había detenido en forma preventiva a 10 mayores y 7 menores por su participación en saqueos y escaramuzas callejeras, y estuvo por detener a otros 7 que se habían refugiado en una vivienda del barrio Tres de Mayo, pero el juez de turno decidió dejarlos a cargo de sus padres.

Foto: Ayer continuaron los enfrentamientos.Tres comercios fueron saqueados