Crítica situación en el hospital de Bariloche

En su 63º aniversario el hospital barilochense presenta un estado por de más precario. Tiene deudas y el presupuesto no alcanza. Los trabajadores tampoco cobran en fecha y además deben lidiar con la falta de insumos, falta de equipamiento y otras carencias. Su flamante director, Guillermo Carminatti, trazó un crítico balance. Debido a la crisis económica del país, cada día más gente concurre al hospital ya que no puede pagar la salud privada.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El hospital zonal Ramón Carrillo cumplió ayer su 63º aniversario en medio de una aguda crisis financiera y un paro que lleva más de dos meses. En medio del desalentador panorama la única perspectiva de recuperación se centra en los proyectos elaborados para la optimización de las prestaciones que inevitablemente dependerán de la disponibilidad presupuestaria provincial.
Su director, Guillermo Carminatti, contrastó el "ímpetu" con que nació el nosocomio, inaugurado el 19 de diciembre de 1938, con la delicada situación actual y apeló al compromiso de la población para recuperar la institución. Hace exactamente dos meses fue declarado en "emergencia financiera" por el Consejo Local de Salud y, pese a la regularización parcial en la remisión de fondos, todavía continúa bajo esa condición.
La medida de fuerza iniciada por el personal un par de días antes de la declaración mantiene paralizada la atención en consultorios externos y los centros periféricos, pero no afecta a los internados ni la guardia de emergencias.
La saturación de los servicios de salud, producida por el aumento de la demanda se refleja con claridad en el nivel de internaciones que alcanza el 70 por ciento de las camas disponibles en el área de cuidados intermedios y trepa al 85 por ciento en terapia intensiva mientras que la ocupación de respiradores es total. "Tenemos más de 100 pacientes diarios para 150 camas, lo que desde el punto de vista operativo es mucho, alarmante" explicó Carminatti.
El médico describió que en los últimos meses "hemos estado al límite desde el punto de vista de infraestructura y desde el punto de vista financiero" y señaló que la situación presupuestaria continúa siendo "critica".
El gasto hospitalario mensual supera en 60 mil pesos las partidas presupuestadas por la provincia, pero merced a la mala liquidación de las remesas -que llegan en cuentagotas y atrasadas- el déficit asciende a 90 mil pesos por mes.
El "Ramón Carrillo" sufre, además, serias carencias edilicias que afectan las "ventajas" alcanzadas por en el hospital mediante el ordenamiento de las internaciones por niveles de complejidad.
Los directivos y profesionales del centro de salud confían en que el año próximo se liciten las obras de mejoramiento comprometidas en el proyecto financiado por Naciones Unidas que contempla la realización de un edificio nuevo para los servicios ambulatorios. El proyecto, previsto para este año, incluye la recuperación edilicia y la refuncionalización de la construcción histórica.
De cara al futuro, Carminatti cifró expectativas en la instrumentación de nuevos proyectos -como el de internación domiciliaria propuesto por los profesionales del nosocomio- aunque reconoció que "para eso hace falta el personal del que hoy carece el hospital".
La escasez de recursos humanos se siente con mayor fuerza en el área de enfermería, donde faltan por lo menos unas 30 trabajadoras, cardiología que cuenta con un solo profesional, salud mental y neurocirugía.
También faltan médicos generalistas para la atención en los centros de salud barriales y salas de atención en distintos puntos de la ciudad. "Hoy tenemos once centros periféricos que no alcanzan para atender a una población dispersa en el ejido más grande del país y harían falta por lo menos once más" detalló el médico. Si los centros periféricos funcionaran bien, aliviarían el trabajo del hospital.

Foto: Casi una postal. Los reclamos de los trabajadores del hospital barilochense se reiteran semana a semana.