Feudal: que comparta decisiones o se vaya

El intendente de Bariloche está huérfano de apoyo para su gestión. El conflicto municipal amenaza con incrementarse.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El crítico cuadro financiero que atraviesa el municipio de Bariloche puso en jaque otra vez la continuidad del intendente Atilio Feudal en el Ejecutivo. Su propio partido le pidió que convoque de inmediato a "un gran acuerdo social", o en su defecto "dé un paso al costado".
Aunque ayer los municipales cobraron en Lecop el saldo impago de los haberes de octubre, los ánimos en el Centro Cívico estuvieron lejos de aplacarse. Tanto los funcionarios, como los concejales y los propios trabajadores saben que lo de ayer fue sólo una aspirina y el conflicto amenaza escalar en pocos días a niveles impensables.
Fuera del que le dispensan un puñado de incondicionales, Feudal está huérfano de todo apoyo y hace tiempo que no toma iniciativas dirigidas a otra cosa que no sea resolver demandas salariales y atender cuestiones de cortísimo plazo. Ayer el presidente del comité local de la UCR, Hugo Castañón, y el vicepresidente segundo, Jorge Franchini, reconocieron que el intendente "no tiene fuerza política para tomar las decisiones" que necesita el municipio. "Es urgente que recomponga la relación con el gobierno de la provincial, con la Alianza y con el partido -dijeron-, para trabajar de inmediato en un gran acuerdo social con todos los sectores de la comunidad".
Castañón consideró también que el "desastre financiero" que enfrenta el municipio amerita un "pedido de disculpas" del intendente "porque esta hipotecando a Bariloche por 20 años", pero nada dijo de impulsar una demanda penal por eventuales desmanejos.
De las últimas medidas, la de legalidad más discutible es la emisión de vales alimentarios municipales, sobre lo cual no emitieron opinión los ediles ni el Tribunal de Cuentas.
Castañón explicó que, según el esquema propuesto, Feudal "debería empezar a compartir decisiones y aplicar en serio un plan de gobierno, que hoy no existe". Dijo también que el intendente pasaría a ser "uno más" en la conducción política de la ciudad, porque "no habría ninguna figura central".
El legislador apeló a esa ambigua descripción para no hablar lisa y llanamente de un pedido de renuncia o al menos de un licenciamiento forzoso de Feudal, que ayer volvió a circular con insistencia en los pasillos del Deliberante. La concejala Andrea Casal (PPR) interpretó que "a esta altura el problema ya no es la persona de Feudal" y se quejó del vaciamiento político del gobierno: "no hay conducción ni toma de decisiones". El intendente viajó a Buenos Aires y de las conversaciones en el Concejo participaron los secretarios de Gobierno y Hacienda.
Casal también abogó por una concertación amplia y criticó a los legisladores nacionales y provinciales de Bariloche, porque hace pocos días los ediles los convocaron a una reunión "y sólo participó Ovidio Zúñiga".
La conducción del comité radical aseguró que las medidas más urgentes a ser consensuadas en el marco del acuerdo de supervivencia sería bajar a "7 u 8" el número de cargos políticos, eliminar viáticos y autos oficiales, bajar el gasto en funcionamiento, colocar un tope salarial (hoy hay una veintena de empleados de planta que ganan más que el intendente) y poner en marcha una ofensiva seria para mejorar la cobranza de tasas.

Foto: El municipio barilochense vivió un día agitado, con un ultimátum de la UCR local a Feudal.