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Jueves 13 de diciembre de 2001 | |
 MAS INFORMACION Los Lecop llegarán el fin de semana y crearán una nueva contabilidad |
A pesar de la bronca, la marcha de los estatales fue pacífica |
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Hubo gran despliegue policial. Sigue crítica la situación en Salud |
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| NEUQUEN (AN).- En la marcha de los estatales de ayer los manifestantes apretaron los dientes y descargaron bronca acumulada con insultos en cada esquina. Pero se cuidaron de no arrojar ni siquiera una pluma frente a Casa de Gobierno, un sitio rodeado de policías, listos para intervenir ante el más mínimo síntoma de violencia. "Hoy había que tener huevos para no entrar en la provocación", dijo con su voz dañada de pronunciar tantos discursos, el secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos, Julio Fuentes, al cerrar una movilización de 2.500 personas en la puerta del hospital Castro Rendón. Con los Lecop en camino tras la firma del decreto de necesidad y urgencia que firmó el gobernador Jorge Sobisch el martes a la noche, los cuatro gremios que agrupan a los empleados públicos -ATE, ATEN-, Sejun y ANEL- se preocuparon especialmente de evitar incidentes. Los militantes y referentes de la CTA convocaban a la calma a los manifestantes más exaltados, especialmente cuando la columna pasó por la gobernación, un momento tenso de la recorrida que hizo una columna que partió al mediodía del monumento al general San Martín. Los dirigentes pusieron todas sus fichas en la marcha de hoy, que se realiza en coincidencia con el paro nacional decretado por la CGT que conduce Hugo Moyano. Fuentes convocó a "abandonar los lugares de trabajo" a "no mover papeles" en la administración pública y a "continuar la huelga". El acto de la víspera cerró con una cadena humana que abrazó al edificio del hospital, donde el paro es fuerte y trajo complicaciones con los pacientes. Ayer se sumó a la medida de fuerza el personal del servicio de cocina del hospital Castro Rendón, que dejó sin comida a los profesionales a cargo de las guardias y urgencias. De todos modos, el director del centro asistencial, José Russo, aseguró que el servicio está garantizado para los pacientes internados. Dijo que a pesar de los malos indicadores la jornada se desarrolló con relativa tranquilidad. "Tenemos 10 enfermeros más en los sectores más críticos", señaló. Esa señal contribuyó a repatriar dos pacientes desde sanatorios locales por expreso pedido de sus respectivas familias, aunque la situación es crítica y es muy difícil pronosticar lo que ocurrirá hoy a causa del paro nacional convocado por las centrales sindicales. La decisión del personal de cocina obligó a distribuir vales para que los que cumplen con los servicios mínimos accedan al servicio de comidas en el exterior del hospital. Indicó que pediatría es el sector más crítico porque no logran completar los planteles mínimos en un hospital que, hasta ahora, sólo atiende urgencias. Denunció que hay aprietes para que el personal se sume al paro que ayer cumplió catorce días. En los hospitales Horacio Heller y Bouquet Roldán la medida de fuerza no detiene su avance. La delegación local del EPAS tuvo que enfrentar con personal contratado los trastornos ocasionados por dos cortes de energía -ocurridos la noche del martes y la madrugada de ayer- que afectaron dos estaciones de bombeo y dejaron sin agua a distintos barrios del alto y del oeste de la ciudad. El director del Servicio Neuquén del EPAS, Oscar Carvalho explicó que normalizar el servicio demandará unas 48 horas. |
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