Martes 11 de diciembre de 2001

 

Municipales de Bariloche retoman sus tareas

 

Buscan que la comuna no deje de recaudar. Ayer instalaron una "carpa negra"

  SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La crisis financiera que ahoga al municipio de Bariloche volvió a tensionar ayer la relación con los trabajadores de la comuna que, pese a la indefinición en el pago de haberes, resolvieron retomar sus tareas para evitar una mayor caída de la recaudación tributaria.
La preocupación por la percepción de tasas y otras contribuciones les fue trasladada por el intendente Atilio Feudal como única alternativa para adelantar parte de los sueldos de noviembre en pesos.
La encrucijada planteada por el jefe comunal limitó las posibilidades de lucha del Soyem, pero el frágil equilibrio sostenido con el personal no lo eximió del mal momento iniciado a primera hora de la jornada con la instalación de una "carpa negra" en pleno Centro Cívico.
La propuesta formalizada durante la asamblea convocada por el gremio incluía la liquidación del saldo salarial de octubre en Lecop -con el compromiso de que circularán en la plaza como moneda corriente- y la entrega de los vales alimentarios municipales a más tardar mañana.
La credibilidad de Feudal entre los trabajadores está tan menguada que los sindicalistas resolvieron confirmar por sus propios medios la apertura de las cuentas especiales para recibir los bonos y el alcance que tendrán los mismos, demorando varias horas la votación con la consiguiente parálisis de tareas.
El "raid" de consultas devino en una nueva frustración para el personal, que resolvió rechazar la Letras de Cancelación de Obligaciones Provinciales (Lecop), y desató un duro cruce verbal con un solitario intendente que no encontró argumentos para sostener sus promesas.
La primera desmentida llegó desde el banco Patagonia, cuyo gerente local informó que los Lecop recién ingresarán a Bariloche la semana próxima, mientras que las demás entidades bancarias y empresas de servicios consultados relativizaron la aceptación de los nuevos valores.
La noticia cayó como un balde de agua fría al jefe comunal que aguarda con desesperación el desembolso de los 400 mil pesos en bonos comprometidos por la provincia para reducir la deuda con la recolectora de residuos Cliba y el descubierto de las cuentas bancarias, además de las obligaciones salariales.
La crisis financiera del municipio produjo ayer la primera parálisis de un servicio concesionado.
A primera de la jornada se conoció la decisión de los recolectores de residuos de suspender sus actividades en reclamo de sus salarios.
La semana pasada la empresa amenazó con cortar los servicios a raíz de la virtual cesación de pagos en que cayó el municipio, que le adeuda 2,6 millones de pesos. Pero ayer fueron los trabajadores los que tomaron la iniciativa. (ver aparte)
Respecto a la instrumentación de los vales alimentarios municipales, la única propuesta del Ejecutivo aprobada de antemano por los trabajadores, tampoco está firme. Hasta ayer los grandes supermercados continuaban reticentes a aceptar los tickets locales y el gremio adelantó que los rechazará si no se garantiza su validez en todo el comercio de la ciudad.
El compromiso de aceptar los papeles municipales para el pago de contribuciones o su recompra diferida a dos meses -opción barajada únicamente para los grandes hipermercados- no logró tentar aún a los comerciantes pese a que sus alicaídas ventas ya reflejan el impacto del atraso en los salarios públicos.

Un día con la basura en las calles

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El paro dispuesto por los trabajadores de la empresa recolectora de residuos Cliba sorprendió ayer a la comunidad de Bariloche, que cerca del mediodía comenzó a ver cómo se acumulaban las bolsas de basura en las calles.
La medida, que fue dispuesta por el personal en reclamo del cronograma de pago de sus haberes, sirvió a la empresa para presionar al municipio por los 20 meses de servicio impagos.
La negociaciones en torno a la deuda de 2,6 millones de pesos comenzaron el viernes en Buenos Aires entre los máximos directivos de Cliba, el ministro de Economía rionegrino José Luis Rodríguez y los funcionarios municipales que viajaron a la capital federal.
En la oportunidad, la provincia adelantó la disponibilidad de bonos Lecop para hacer frente a la obligación del municipio barilochense, pero no precisó los montos ni la fecha de entrega.
Recién ayer, con la suspensión del servicio y la basura en la calle, el intendente Atilio Feudal convino con los representantes locales Cliba la entrega de 100 mil pesos en Lecop y cheques diferidos equivalentes a dos mensualidades, a más tardar para el jueves próximo.
El acuerdo alcanzado permitió descomprimir el conflicto, garantizando el restablecimiento del servicio a partir de hoy.
El consenso trajo alivio al Ejecutivo que, carente de medios y enfrentado con el personal municipal por el atraso salarial, no pudo instrumentar un operativo de emergencia para retirar las bolsas con residuos ni siquiera en el microcentro de la ciudad lacustre.

   
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