Lunes 10 de diciembre de 2001

 

Aun inactiva, la PIAP exportó a Noruega

 

Acaba de enviar más de 1.300 kilogramos de agua pesada a Oslo. Para el próximo año, se espera un aporte de 13 millones de pesos. Los empleados cobraron parte del sueldo. El 15% está de vacaciones.

  NEUQUEN (AN).- A pesar de que está inactiva desde setiembre de 2000, en la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) nadie baja los brazos. La semana última, la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), operadora de la fábrica, acaba de exportar 1.375 kilogramos de su producto a Noruega, un cargamento que llegará a Oslo a mediados de enero próximo.
La operación comercial, por un monto aproximado de 300 mil dólares, se materializó mediante un convenio firmado entre la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA). El agua pesada la recibirá el IFE (Institutt for Energiteknikk) y será utilizada en usos científicos y de laboratorio, informaron ayer a "Río Negro" fuentes de la ENSI.
El agua pesada que fue enviada a Noruega formaba parte de las reservas de la PIAP, hoy escasas para ventas de importancia, que son las que se miden en toneladas. Para ofrecer grandes volúmenes, la planta debe ser reactivada en el año próximo y eso está sujeto a aportes no reintegrables del gobierno central y a la autorización de un crédito con avales del tesoro nacional, dos objetivos difíciles en medio de la actual crisis del país.
La PIAP dejó de operar en setiembre de 2000 cuando la Argentina cumplió con la devolución del agua pesada que había alquilado a Canadá para poner en funcionamiento los reactores de la central Embalse. La caída de un cliente fijo, Canadá, y los problemas financieros y económicos de la Argentina, dejaron fuera de operación a esta planta que puede producir 200 toneladas anuales de agua pesada.
Para mantener operativa a la PIAP, el Estado nacional asumió el año último el compromiso de enviar 13 millones de pesos. A mediados de noviembre, funcionarios del ministerio de Economía de la Nación comunicaron a directivos de la ENSI que se va a incluir esa partida en el presupuesto de 2002, en concepto de aporte no reintegrable.
Si ese ayuda se cae del presupuesto, las chances de continuidad de la PIAP se diluyen al máximo.
El otro camino abierto es la gestión que se realiza ante el Banco Nación para conseguir un crédito de 26 millones de pesos, garantizado con avales del tesoro nacional para producir 200 toneladas de agua pesada en los próximos dos años. Este horizonte de producción es para atender los requerimiento del mercado internacional y generar una reserva técnica para las centrales nucleares del país.
Poner en marcha a la PIAP en los próximos meses es, además, un puente necesario para empalmar con nuevas oportunidades de negocio en materia de exportación
En la PIAP trabajan 450 personas y actualmente el 15% del plantel rota en períodos de licencia. En la fábrica, los operarios cobraron una parte del sueldo de noviembre y esperan que Nación envíe fondos para cancelar las deudas salariales. El dinero llegaría entre el 14 y 17 de este mes, dijeron las fuentes consultadas por este diario.
La planta, cuya construcción demoró 10 años y en la que se invirtieron unos 1.000 millones de dólares, se encuentra ubicada en Arroyito y se puso en funcionamiento en la década del 90. Es la única en su tipo en el país y vende un producto que no todos los países tienen, pero que sí muchos necesitan.
El agua pesada se usa para refrigerar determinados reactores nucleares en las centrales de generación nucleoeléctrica.

Once meses dedicados a tareas de mantenimiento

NEUQUEN (AN).- Desde que la producción de la PIAP se encuentra paralizada los operarios dedicaron su tiempo a realizar tareas de mantenimiento de la planta.
Entre octubre de 2000 y el mismo mes de este año, fueron reemplazados 420 tubos de circulación de gas de síntesis del horno de "cracking" principal, una de las líneas de producción.
También se repararon intercambiadores, un trabajo que incluyó el reemplazo de más de 2.000 tubos, limpieza, modificación de diseño y cambios de materiales, entre otras actividades.
Los trabajos realizados hasta ahora contemplaron cambios de diseño de ingeniería y la reparación de válvulas en las unidades de proceso, además de la reparación y limpieza de las bombas. En este período también se cambió el sistema de control y se colocó uno de última generación.
Todas estas tareas de mantenimiento apuntan a mejorar la confiabilidad, ahorrar consumo de energía y disminuir los volúmenes de amoníacos y otros productos químicos que se utilizan para fabricar agua pesada.
La producción de la planta fue detenida en setiembre de 2000 y durante todos estos meses los operarios trabajaron en este tipo de tareas, de modo tal de mantener los sistemas ajustados para enfrentar el momento de reanudación de la producción.

   
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