MAS INFORMACION

Sobisch quiere la ley porque no cree que Nación cumpla

Los gremios estatales impulsan un paro por tiempo indeterminado

Fracasó anoche un principio de acuerdo para aprobar los Lecop

Lo habían atado el gobierno y la oposición.

NEUQUEN (AN).- Ayer abortó un nuevo intento de sesionar y aprobar el acuerdo con la Nación y los bonos Lecop que el gobierno reclama a la oposición. El acuerdo para sesionar parecía estar listo pero a último momento hubo una contraorden.
Un llamado del principal operador sobischista extra bloque en la Legislatura cayó como un balde de agua fría sobre los diputados de la Alianza, que esperaban en sus oficinas la chicharra. Sólo faltaba Rita Santarelli, que al atardecer viajaba desde Plaza Huincul a esta capital. Ni los representantes del PJ ni los del MPN estaban en el edificio.
La Legislatura estaba rodeada de neumáticos ardiendo en las cuatro esquinas porque la noticia ya estaba en los corrillos políticos y los activistas de los gremios se habían apostado para intentar impedir, con su protesta, la sesión.
Los diputados de la Alianza convocaron de inmediato a una conferencia de prensa para deslindar las responsabilidades de la frustrada convocatoria. Atribuyeron la marcha atrás del oficialismo a los sectores duros del gobierno, en especial en la persona del ministro de Hacienda, Alfredo Pujante.
Raúl Radonich, el jefe del bloque aliancista, dijo que a las 18 de ayer se había llegado a un total acuerdo en la redacción del proyecto que se iba a tratar en el recinto que contemplaba una distribución de bonos Lecop a razón del 10% en el total de la masa salarial estatal. Ese porcentaje no podía superar al 10% del monto líquido que corresponde a cada empleado público.
El artículo sintetizó las negociaciones de más de dos semanas entre las dos principales bancadas legislativas, coordinadas por el vicegobernador Jorge Sapag. El texto caía en un punto intermedio entre las pretensiones oficialistas de "manos libres" para el Ejecutivo y el escalonamiento que propusieron los aliancistas luego de los incidentes de la semana pasada entre gremialistas y diputados.
Ricardo Villar, Eduardo Fuentes y Radonich, entre otros legisladores, culparon del fracaso de la sesión al ala más dura del gobierno y específicamente al titular del Ejecutivo, Jorge Sobisch, además de Pujante.
El titular del bloque oficialista, Julio Falleti, admitió que se había alcanzado un consenso en el marco de las negociaciones que se venían llevando a cabo pero rechazó que el sobischismo se haya cerrado a la posibilidad de debatir el tema en una sesión.
Argumentó que el oficialismo estaba evaluando el contenido del preacuerdo y que todavía no había una posición definitiva al respecto. "Necesitamos tiempo para profundizar el análisis", apuntó. Aclaró que la negociación sigue abierta y que "se puede sesionar en cualquier momento".
El secretario legislativo Manuel Gschwind dijo a una emisora radial que no podía hablarse de un fracaso de la sesión ya que aún no había sido convocada por la comisión de labor parlamentaria. No obstante, reconoció el acercamiento entre las partes negociadoras.
El jefe de gabinete, José Brillo, explicó la premura del gobierno por lograr la sanción de la ley, puesto que existe un techo de 1.300 millones de pesos en Lecop y que algunas jurisdicciones que aceptaron los bonos están tomando por encima del cupo acordado. Además, dijo que la administración Sobisch duda del cumplimiento de los compromisos por parte de Nación, y ése es otro argumento para la urgencia.
El acuerdo entre la Alianza y el MPN se había anudado por gestiones protagonizadas por Sapag con Radonich y Villar por un lado, y los diputados Eduardo Correa, Jorge Taylor, Osvaldo Forsetti con Julio Falleti, Oscar Gutiérrez y Eduardo Carbajo por el otro.
"Sólo faltaba el moño de la sesión", dijo Villar, que fue uno de los más optimistas a media tarde. Según Radonich, el fracaso fue responsabilidad de un sector del Ejecutivo "que no quiere negociar".
Fuentes dijo que estaba "indignado" por la descalificación hacia el bloque de la Alianza de parte del gobierno y que el de ayer "fue un día negro", y adjudicó al "gobernador y al ministro de Hacienda para que no logremos el acuerdo".

Apoyan recorte de la planta

NEUQUEN (AN).- La Unión de Empresarios Neuquinos, por boca de su presidente Máximo Diez, consideró ayer que es una "acertada decisión" del gobierno la reducción del 40% de su planta política, tal cual se anunció ayer y continuó discutiendo el gabinete provincial. La entidad empresaria pidió además "la urgente aprobación" de las leyes que reclama el gobierno para sancionar el acuerdo firmado con la Nación y los bonos Lecop, cuya circulación resulta "imprescindible".
Diez exhortó a dejar de lado "factores políticos partidarios que no conducen a ninguna solución" sobre todo si se tiene en cuenta que en otras provincias esos títulos "son aceptados con excelentes resultados". Subrayó la "gravedad de la crisis" provincial y sugirió que la "drástica reducción del gasto público" fue expresada con frecuencia por la UEN como herramienta necesaria para la reactivación de la economía.
También reclamó la aprobación legislativa del tramo Zapala-Las Lajas del ferrocarril trasandino sobre la base del proyecto presentado por Herso y la provincia y que concita el aval del Instituto de comercio exterior de Portugal, ICEP.
La UEN, junto con Acipan y la FEEN, firmó un documento de respaldo expreso a los Lecop con el gobierno hace dos semanas, y sus dirigentes asistieron a la rúbrica de un acuerdo similar para el sector turístico provincial.
En el otro extremo, ATE puso bajo análisis una propuesta que consiste en impulsar que las grandes empresas -hidrocarburíferas, hidroeléctricas, hipermercados- canjeen Lecop por el mismo monto del impuesto al valor agregado que declaran mensualmente. Según Raúl Dobrusín, de la conducción del gremio, a la provincia entrarán unos 7,5 millones al mes en bonos que pueden cambiarse por el IVA, un gravamen que las grandes firmas retienen por 12 millones mensuales.

Foto: Los diputados de la Alianza realizaron anoche una conferencia de prensa para deslindar su responsabilidad en la abortada sesión.