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Viernes 7 de diciembre de 2001 | |
 MAS INFORMACION |
Los focos de conflicto crecen y jaquean al municipio de Bariloche |
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Los municipales instalarán una "carpa negra" frente al Centro Cívico |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La crisis municipal, profundizada por la retención de la coparticipación y la abrupta baja de la recaudación de la comuna, multiplicó los frentes de conflicto que debió afrontar ayer el intendente Atilio Feudal. Tras una prolongada y tumultuosa asamblea, el personal municipal de Bariloche aceptó cobrar el 20% del salario de noviembre con "tickets municipales", sujeto a una serie de cláusulas que se definirán en el encuentro previsto para este mediodía. El acuerdo por el bono alimentario local gira en torno a su validez en el comercio minorista, para lo que el Ejecutivo emitiría una resolución obligando al canje de créditos de compra por tasas municipales. El malestar de los trabajadores creció cuando se enteraron que no recibirían los vales de circulación nacional convencionales ni el saldo de los haberes de octubre -aun pendiente- que el Ejecutivo había prometido liquidar antes del fin de semana. Los ánimos continuaron caldeados pese a la precaria tregua convenida, que no alcanzó a desactivar la decisión del personal de instalar una carpa negra en el Centro Cívico para sostener sus reclamos sin lesionar el ritmo normal de trabajo. El intendente también debió enfrentar el conflicto suscitado con los beneficiarios de los planes laborales provinciales que el martes iniciaron una huelga de hambre en reclamo de los dos meses de sueldos que les adeuda la administración de Pablo Verani. A media mañana los trabajadores aceptaron los bonos alimentarios negociados por el municipio con un supermercado local, pero la protesta recién se destrabó cuando el Ejecutivo garantizó frenar los desalojos y cortes de servicio. La jornada comenzó al ritmo de bombos y redoblantes con pedidos de respuesta para los cuales el Ejecutivo carecía de recursos. Feudal retornó de Buenos Aires con las manos vacías y debió barajar soluciones de emergencia reunido con ediles y los miembros del gabinete. El aumento de la tensión se hizo evidente cuando el jefe comunal requirió la presencia de custodia policial para desplazarse por unas pocas cuadras céntricas y atravesar la manifestación instalada en las puertas del palacio municipal. Durante el encuentro sostenido con los ediles el intendente trazó el mismo sombrío panorama que luego trasladó a los trabajadores municipales reunidos en asamblea. Sobre el 1,5 millón de pesos de coparticipación atrasada la provincia comprometió girar dos remesas en Lecop y el banco Patagonia vedó toda posibilidad de financiamiento. Pero el dato más alarmante fue el reconocimiento de que la moratoria lanzada semanas atrás resultó un "fracaso". A esto se suma la presión ejercida por Cliba, que amenazó con cortar los servicios si no se salda la deuda de 2,5 millones que mantiene el municipio. En un intento desesperado, Feudal solicitó la ayuda del edil Jorge Temporetti para avanzar en las negociaciones y recibió un rotundo no del Concejo, que señaló que "es hora de que el Ejecutivo se ponga a gobernar". |
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