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Jueves 6 de diciembre de 2001 | |
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Inician huelga de hambre por planes laborales |
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Trabajadores de programas provinciales de empleo de Bariloche reclaman pagos en el municipio |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un grupo de trabajadores enrolados en los planes provinciales de empleo mantenía ayer una huelga de hambre en el primer piso de la intendencia de Bariloche a la espera de cobrar los dos meses que les deben. El conflicto está trabado porque la provincia sigue sin enviar un centavo y el municipio solo ofreció como alternativa la entrega de 50 pesos en bonos alimentarios para ser canjeados en casa Tía. Los trabajadores no aceptaron la propuesta porque quieren dinero en efectivo. "Necesitamos pagar el gas, la luz y algunos el alquiler", explicó Gerardo Cayumán, uno de los siete huelguistas. Los beneficiarios de los planes laborales en esta ciudad son unos 600, cobran 150 pesos mensuales y realizan tareas de barrido, limpieza y mantenimiento para el municipio. Su situación es cada día más crítica, ante la virtual cesación de pagos del Estado provincial. El secretario de Gobierno del municipio, Roberto Marino, reconoció ayer que el intendente Feudal recibió en Viedma sólo un "compromiso de pago", sin fecha. Pasando por alto la ya acostumbrada custodia policial, el drama de la pobreza se adueñó ayer del Centro Cívico. En la puerta protestaron algunos de los trabajadores montando una olla popular y adentro, en la Sala de Situación, seguían instalados los huelguistas y sus acompañantes. En la cara de todos se advertía la tensión del momento y la evidencia de que a esta altura los programas laborales están lejos de cumplir su función como paliativo al desempleo. "Con versos no se come" protestaba ayer uno de los carteles colgados en la antesala del despacho de Feudal, cuya ausencia es un motivo más de irritación. Según la versión oficial, el intendente estaba ayer en Buenos Aires, "haciendo gestiones" para aliviar el descalabro de las cuentas municipales. Pero los manifestantes se quejaron de que "nunca da la cara porque está de viaje, y cuando vuelve nunca trae una solución". A pesar del rechazo de los beneficiarios del plan, el municipio empezaría a distribuir hoy los bonos de alimentos. De todos modos el acuerdo alcanzado con casa Tía no es gratis. La empresa aceptó ofrecer el adelanto por el pago de futuras tasas a cambio de un jugoso descuento del 20 por ciento. La discusión está trabada también porque los trabajadores quieren recibir los bonos en concepto de subsidio y no para ser descontado del futuro pago de la mensualidad. Marino dijo no tener atribuciones para disponer ese beneficio. Por su parte, los trabajadores de planta también velan armas porque si bien volvieron a trabajar, todavía no cobraron la totalidad de los haberes de octubre. También se mostraron reticentes a recibir bonos Lecop, a pesar de que la provincia saldaría con ese instrumento futuras cuotas de coparticipación. |
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