Jueves 6 de diciembre de 2001 | ||
MAS INFORMACION Hospitales y servicio de agua, amenazados por el paro de los estatales |
Las retenciones en los sueldos serán proporcionales al recorte |
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NEUQUEN (AN).- Desde 1995, cuando asumió Felipe Sapag su -hasta ahora- última gobernación no se producía un fenómeno como el de ayer en las oficinas públicas. El mensaje del gobernador Jorge Sobisch virtió una cucharada más de vitriolo sobre el ánimo de los empleados estatales que no supieron hasta avanzada la jornada de ayer cómo iba a ser la liquidación de sus remuneraciones de noviembre. Recién por la tarde el subsecretario de Hacienda, Claudio Silvestrini, aclaró: "a todos el 50% del sueldo de bolsillo, pero el mínimo es 500 pesos". Los descuentos por obra social y jubilaciones, dijo, serán proporcionales y también los aportes que el Estado debe hacer a la caja previsional de la provincia, por lo cual "el ISSN recibirá aproximadamente un 65% de lo habitual, con lo cual estará habilitado para pagar las jubilaciones y las pensiones". Aseguró que la dirección de Informática ya tenía "todo listo" para que mañana los empleados públicos de la administración central, docentes y los integrantes de los poderes Judicial y Legislativo cobren según los mecanismos habituales. El gobierno inyectará en el circuito económico aproximadamente la mitad de la masa salarial mensual, calculada en 45 millones de pesos. Según cálculos extraoficiales, la sola percepción de efectivo -según el convenio inicialado por Sobisch en Buenos Aires y cuya aprobación está a consideración de los diputados provinciales- mordió de las remesas de coparticipación un 40% y a esa baja se añadió la caída de los ingresos por regalías hidrocarburíferas. Mientras los sindicatos estatales mantenían su guardia -ayer más numerosa- en la carpa frente a la Legislatura y los empleados de ese poder ocupaban la biblioteca, a pocas cuadras de allí, la convención del MPN se reunía para elaborar un documento de "fuerte apoyo" a la posición del gobernador Sobisch y del oficialismo en la Cámara. La reunión, en la sede partidaria de avenida Olascoaga, estaba custodiada por policías, en prevención de posibles encontronazos entre militantes del MPN con los activistas de CTA. Ese estamento partidario, que precisamente preside el vicegobernador Jorge Sapag, se reunió anoche el "tout" emepenista -del gobierno y del partido- para analizar la situación política provincial, y motivó la suspensión de una reunión que iba a realizarse en la seccional Neuquén del MPN, convocada por su titular, Gloria Sifuentes para apoyar la gestión de Sobisch. La postergación del encuentro obedeció a la falta de definición en lo relativo a la instrumentación de las Letras de cancelación de obligaciones provinciales, cuyo tratamiento legislativo le resulta ahora imprescindible, una vez descartado el decreto de necesidad y urgencia por falta del guiño de las autoridades nacionales. Los diputados de la Alianza dijeron "que no hay novedad en el frente", aunque no descartaban la posibilidad de una inminente definición -y convocatoria a sesión-, con posiciones cercanas al compromiso que reivindicaron los radicales el martes por la noche. El documento del comité provincia instó a los diputados a "respetar" el acuerdo a que arribaron el viernes pasado los aliancistas y el MPN, que luego quedó relegado. Sin embargo, el jefe de gabinete, José Brillo, y el ministro de Gobierno, Jorge Gorosito, salieron a defender la posición oficial. Brillo dijo que el gobierno necesita la aprobación legislativa para usar los Lecop "sin limitaciones ni restricciones" y expresó que "la provincia, la comunidad y los empleados" son "rehenes" de los gremios y los partidos de la oposición". El discurso de Sobisch no cayó bien entre la oposición |
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