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 CIPOLLETTI (AC).- Docentes y alumnos de la escuela industrial de Cipolletti realizaron ayer una inusual exposición en la calle. Para reclamar por la escuela pública y en particular por la educación técnica, trasladaron frente al municipio los trabajos prácticos realizados a lo largo del año, para que los representantes locales "se sumen a la campaña y asuman un compromiso".
Desde muy temprano comenzaron a preparar las mesas sobre la calle Yrigoyen, que quedó parcialmente cortada al tránsito hasta cerca de las 13. "Podríamos haberlo hecho en la escuela, pero decidimos hacerlo frente al municipio para que todos conocieran la preocupante situación de este colegio", dijeron.
Los estudiantes mostraron sus trabajos de electricidad y hojalatería, y por medio de una "carta abierta" le hicieron llegar los distintos reclamos al intendente Julio Arriaga:
- Atrasos y forma de pago irregular de los haberes de docentes, auxiliares y demás dependientes con las indudables consecuencias financieras sobre el desarrollo económico de la comunidad en general.
- Deficiente estado edilicio y de mantenimiento del establecimiento.
- Falta de elementos en el establecimiento, tales como sillas, mesas, herramientas y demás artículos.
- Falta de posibilidades de capacitación docente y en consecuencia de las posibilidades del ejercicio docente.
"Todos los problemas señalados inciden en la formación técnico, profesional y humanista del principal destinatario de los servicios educativos que brinda el establecimiento, o sea los alumnos. Además se genera un inquietante e incierto futuro respecto de la institución, sus alumnos y la comunidad educativa en general", mencionaron en la nota.
Mientras estaban manifestándose en la calle, con una potente radio abierta, Arriaga se acercó, habló por el micrófono y luego les entregó una nota de respuesta.
En la misma, le exigió a las autoridades la regularización de sueldos y dijo que enviarán una nota al Consejo de Educación para las reparaciones edilicias y el equipamiento.
Además, contestó a otra inquietud de la comunidad educativa del colegio sobre modificaciones tendientes a propiciar la municipalización.
"Nunca escuché hablar en sectores de gobierno de municipalización de la educación. No es intención de este municipio propiciar este tipo de proyecto", escribió Arriaga.
La escuela industrial de Cipolletti tiene actualmente 800 alumnos. Para el ciclo 2002 se inscribieron más de 200 aspirantes a ingresar. "Lo mejor que podemos mostrar los docentes son las producciones de nuestros alumnos, y con ello reivindicar el valor del trabajo, y sobre todo la importancia del sostenimiento de una educación pública digna como la que nuestra comunidad se merece", dijeron.
El gobierno fue blanco de críticas en el cierre de clases en Choele
CHOELE CHOEL (AVM).- Con una particular escenografía compuesta de pancartas y de un viejo carromato traído por los productores, los docentes de Valle Medio, cerraron ayer el ciclo lectivo, en la plaza de Las Banderas.
Entre los oradores se contó con el representante de Sitrajur, Carlos Santana, el cura párroco Jorge Salinas y la secretaria general de UnTER Valle Medio, Mary Ramos.
Allí, en el lugar en el que se instalaron desde hace tres semanas, para protestar por la situación que atraviesan los trabajadores del sector y con la presencia de varias banderas de ceremonias de establecimientos educacionales cerraron un ciclo lectivo que -según remarcaron- tuvo mucho de irregular.
Ayer, los docentes fueron acompañados por los trabajadores de la justicia y de la salud. Asimismo dieron cuenta de diversas adhesiones, entre las que se contó el Colegio Médico de Valle Medio, la supervisión de educación especial, la supervisión de Nivel Medio con la presencia de los supervisores Roberto Baudi y Teresa Bazano, y también el Concejo Deliberante de Choele Choel, aunque no hubo ningún edil presente.
Luego compartieron una peña libre donde participaron folkloristas y un grupo de rock de la localidad.
El acto dio inicio media hora después de lo previsto, a las 19.30, con un clima muy solemne en el que no faltó la lectura de textos de Galeano y hasta del subcomandante Marcos.
Si bien todos los oradores -como se preveía- no ahorraron críticas al gobierno, el toque de distinción lo dio el reverendo Jorge Salinas. El cura recordó el trago amargo que pasaron los funcionarios del gobierno provincial y municipal cuando le tocó dar su primera bendición en la inauguración de la escuela número 10. "En aquella oportunidad, en que todos se agradecían entre ellos, yo les recordé que había que agradecer al pueblo, pues con el pago de sus impuestos habían permitido esa obra. Ya marcábamos entonces la situación social. Nada ha cambiado. Sólo el escenario" señaló el sacerdote. Pero las caras se vistieron de sorpresa, cuado Salinas, remarcó su adhesión a la protesta, aunque dijo que "en esta tarde hay que pedir perdón a los hijos que no han tenido clases".
La presencia policial no faltó aunque fue discreta, sólo cuatro agentes, un patrullero y algunos efectivos de civil.
Fue notoria la ausencia de funcionarios de gobierno municipal, tanto oficialistas como opositores.
Foto: La calle Yrigoyen estuvo parcialmente cortada por los estudiantes del Industrial. |
