Nuevo líder apela a la unidad de Afganistán
con las divisiones del pasado.
Tras casi 25 años de guerras, Karzai, que luchó contra la invasión soviética y a quien los talibanes le mataron al padre, busca convertirse en el "Señor de la paz" en Afganistán, uno de los países más pobres del mundo con un 70 por ciento de analfabetismo.
La toma de posesión de Karzai -nacionalista moderado y monárquico- se celebró ayer en un clima festivo con la asistencia de unos 2.000 invitados, entre lo cuales el ex presidente Burhanuddin Rabbani y el influyente militar uzbeco Rashid Dostum, quien había criticado la elección del líder pashtún respaldado por Estados Unidos.
Pero el balance de más de dos meses de lucha contra los talibanes tiene un sabor amargo para el presidente estadounidense, George W. Bush, dado que Osama bin Laden, a quien Washington acusa por los ataques del 11 de setiembre, así como el mullah Omar, continúan en libertad.
Acompañado por una fuerza internacional enviada por la ONU y liderada por soldados británicos, Karzai asumió formalmente como jefe interino por seis meses en Afganistán, tras lo cual se convocará a una Loya Jirga, la tradicional asamblea afgana, luego de un acuerdo logrado entre las distintas etnias, en noviembre, en Alemania.
Karzai llamó a "olvidar el doloroso pasado" y convocó "a trabajar duro entre todos los afganos", en un proceso que podría durar de dos años a dos años y medio con la convocatoria a nuevas elecciones.
Pero la situación de Afganistán no es lo que se dice un lecho de rosas. "Nos han matado", dijo recientemente Karzai. "Han destruido nuestros viñedos. Han tratado de destruir Afganistán".
Y no está claro si el gobierno de Karzai desterrará con el tiempo las prácticas de ejecuciones públicas y lapidaciones ejercidas por los talibanes, entre otras costumbres ominosas practicadas en Afganistán.
La ceremonia de investidura de Karsai se vio ensombrecida por un bombardeo estadounidense ocurrido ayer en el sureste del país contra una decena de vehículos. Según la Agencia Islámica de Prensa, cercana a los talibanes, viajaban ancianos de tribus y antiguos jefes mujaidines que marchaban hacia Kabul para la toma de posesión de Karzai.
Singularidad
Sin "burka", pero sentadas separadas de los hombres, sólo unas treinta mujeres se hicieron un hueco entre los dos mil asistentes al acto de investidura en Kabul del nuevo Gobierno afgano, que cuenta con dos féminas entre sus miembros. "Nos han dicho que debíamos sentarnos aquí", dijo la más joven del grupo, Marian Afzali, de 16 años, para explicar la segregación.
Todas las mujeres entrevistadas por la agencia EFE se mostraron muy esperanzadas por el cambio de régimen y algunas expresaron su esperanza a entrar en la "Loya Yirga" (asamblea tradicional afgana) que la nueva administración tiene que convocar dentro de seis meses, para elegir un gobierno de transición para los dos años siguientes.
Dos de las afganas que podrán cumplir ese sueño son Sima Samar y Suheila Sediqqui, quienes tomaron posesión de sus cargos de viceprimer ministra y titular de Asuntos de la Mujer y titular de Sanidad. (EFE)
foto: El nuevo líder afgano, Karzai, promete finalizar décadas de guerra tras asumir la administración interina del país durante seis meses.
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