Martes 11 de diciembre de 2001
 

Radicales bajo sordos ruidos de interna

  Mendioroz no quería apelar su inhabilitación, pero lo hizo el partido. Entonces, sospecha que el veranismo empujó el reclamo para aprovechar el tiempo que se tome el STJ en favor propio y demorar toda organización de una fórmula opuesta a la suya: Arriaga - Rodríguez. Chironi, en tanto, ya se puso en marcha.
  Un continente de sospechas.
También de toma de decisiones que intentan disimularse, pero no lo logran.
Estos son los perfiles que rumbo a fin de año muestra la interna del radicalismo rionegrino con miras a las elecciones generales del 2003.
A lo largo de toda la línea que ocupa la dirigencia más influyente del partido, se confiesa que "nadie habla de candidaturas".
En los próximos meses les crecerá la nariz: mienten. Porque hacia dentro del partido se habla y se acciona en función de aquel objetivo.
Y sin que lo apuren, en ese espacio nadie deja de computar que los tiempos se aceleran. Ya por decisiones, ya por su propia inercia.
El mendiorismo -por caso- no descarta que para marzo el veranismo ya tendrá en marcha su fórmula. No debe esmerarse mucho el funcionamiento de su sistema neuronal para saber que hay dos números puestos en esa propuesta: Julio Arriaga, intendente de Cipolletti, y José Luis Rodríguez, ministro de Economía.
En la tienda que lidera el vicegobernador Bautista Mendioroz está virtualmente descartada la posibilidad de que el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Sartor, tenga posibilidades de pelear un sitio en la fórmula.
Es más, de información que fue cosechando, el mendiorismo sabe que a Sartor le interesa la presidencia provincial de la UCR. Un paso que se computa como previo a procurar la candidatura para intendente de Roca.
En función de los aprontes que si no se insinúan al menos él define como inevitables, Mendioroz no quedó conforme con la decisión del Comité Central de la UCR de apelar la inhabilitación para candidatearse a gobernador de la que fue blanco el vice.
Como se recordará, recientemente la Cámara Electoral de Viedma determinó que, en consonancia con lo establecido por la Constitución provincial, Mendioroz no puede ser candidato en tanto no pase un período de mandato.
Desde mucho tiempo antes a este fallo, Mendioroz tenía decidido no apelar. Desde su perspectiva, un fallo de esta naturaleza siempre se vertebra desde un rigor contundente. En consecuencia, no hay más que hablar.
Esta postura la mantuvo incluso ante el embate de sus seguidores, que lo instaron a pelear apelando. Pero apeló el partido, cuya conducción domina con soltura el veranismo.
Es a partir de esta gravitación que en Mendioroz y sus fieles emergen la sospecha. ¿Cuál?
Que el veranismo haya influido en términos excluyentes sobre el Comité Central para que apele. ¿Para qué?
La pregunta crece en interés si se admite que el rigor del fallo de la Cámara resta mucho espacio a una modificación por parte del Superior Tribunal de Justicia, que en días más tendrá la apelación.
- En consecuencia, el veranismo intuye certeramente que el STJ no modificará en nada lo sustancial: la inhabilitación. Pero el tiempo que el STJ se tome para decidir, es tiempo que corre en contra de quienes se oponen a un candidato veranista, ya que les condiciona organización para enfrentarlo- comentó ayer a este diario uno de los principales alfiles del mendiorismo.
Pero aun habiéndose negado a apelar, Mendioroz no deja de escuchar opiniones sobre cómo reforzar los fundamentos que sobre sus derechos a ser candidato, se elevaran al STJ.
Así, en la noche del domingo, una cena reunió al vicegobernador con varios abogados. Todo sucedió en el domicilio de uno de los máximos colaboradores de Mendioroz y entre otros estuvo presente Alejandro Buckland, quien lo patrocinó ante la Cámara Electoral.
Al grupo se sumó el ex presidente del STJ, Nelson Echarren. En medios políticos se deducía ayer que el tema central giró sobre la forma de fortalecer la apelación.
Pero hay otros tinglados radicales no veranistas y no mendioristas, que lejos están de perder tiempo en función del 2003.
Uno de ellos, el de mayor expectativa de poder en esta franja se nuclea en el Movimiento de Acción Radical, liderado por el legislador Fernando Chironi.
Chironi tenía un acuerdo con Mendioroz: "Si no sos vos, yo me largo", le dijo al vice hace ya muchos meses y la respuesta fue un guiño.
Ahora, Chironi no quiere dejarse encorsetar por los tiempos del STJ. "No puede estar esperando en el hangar para ver si puede o no volar", dijo a este diario uno de sus colaboradores. Entonces, ya explora la provincia en procura de palpar cómo está insertado de cara a una eventual interna para gobernador.
El fin de semana se instaló en Roca. Habló largo con el intendente Ricardo Sarandría, a quien considera un aliado natural contra toda fórmula veranista.
Sólo se sabe que hay promesas de más palique.

"Me hubiese mudado a Viedma en carpa, pero..."

BUENOS AIRES (Infosic-. El ex presidente Raúl Alfonsín defendió anoche la política de derechos humanos que aplicó durante su gestión y se quejó por no haber concretado el traslado de la Capital Federal a la ciudad rionegrina de Viedma, un proyecto que impulsó durante su mandato presidencial.
"Lo mejor que hicimos fue la política de derechos humanos. Seguramente que lo peor que realizamos, particularmente tengo una idea que nadie tiene y de tozudo se la voy a decir, es que me hubiera mudado a Viedma en carpa aunque fuera y me quedé planificando mucho" ese proyecto, afirmó Alfonsín.
El ex jefe de Estado y senador por la UCR recordó que cuando impulsó esa idea, entre 1983 y 1989, "hubo una presión muy fuerte de tipo mediático", al hablar en el programa América Informa.
"Hubiéramos dado un empujón muy fuerte a la Patagonia, que necesitaba. Seguramente no se hubieran podido hacer privatizaciones como YPF y Gas del Estado", argumentó Alfonsín al defender esa iniciativa que había rechazado el Parlamento.
Por otra parte, Alfonsín aseguró que se siente "triste" porque el ministro de Economía, Domingo Cavallo, realiza negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre lo que el país necesita hacer en política económica.
"Cavallo dijo varias veces que no iba a haber ajustes. Por eso me siento reconfortado porque yo había dicho que no iba a votar ningún ajuste que recayera sobre los sectores del trabajo ni sobre los jubilados", afirmó.
Alfonsín se refirió a las expresiones del gobernador bonaerense Carlos Ruckauf, quien había calificado como "indigno" el hecho de que se negocie en el exterior políticas internas de la Argentina. "No le pondría una frase tan dura, pero le diría que uno siente un dolor muy fuerte", admitió.

     
     
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