Venezuela: Chávez desafió al paro empresario
La agenda de actividades programada por Chávez para contrarrestar la jornada de huelga patronal de doce horas, que incluía un acto militar y dos populares de adhesión a su proyecto revolucionario y para presentar la nueva Ley de Tierras, sirvió al presidente para cargar duramente contra los empresarios.
El paro fue propuesto por Fedecámaras para protestar por la forma "autoritaria" con que el presidente aprobó por decreto 49 leyes de gran trascendencia económica y administrativa, que consideran anticonstitucionales porque violan el derecho a la propiedad privada.
Durante la jornada la calma fue casi absoluta, los comercios de Caracas y las grandes ciudades cerraron masivamente, hubo menos circulación rodada que un día festivo y los ciudadanos no salieron a las calles.
Sólo un pequeño grupo de seguidores de Chávez se enfrentaron con agentes metropolitanos en las cercanías de la sede de Fedecámaras, con varios heridos de carácter leve, informaron fuentes policiales.
En la capital funcionó con normalidad el metro, aunque apenas tuvo usuarios, pero no los autobuses, el medio más utilizado, lo que impidió que los ciudadanos se pudieran trasladar de un lugar a otro o a sus puestos de trabajo. La empresa estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), que genera al país el 70% de los ingresos, trabajó con normalidad y el aeropuerto internacional de Maiquetía, a las afueras de Caracas, estuvo poco concurrido y se suspendieron algunos vuelos.
La enseñanza, pequeños y medianos comercios, cafés y bares, panaderías, restaurantes, grandes superficies comerciales, mercados, farmacias, bancos, la bolsa de valores de Caracas, el transporte de carga y muchas gasolineras pararon sus actividades casi plenamente.
El presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona, proclamó desde tempranas horas el éxito notable del paro, dijo que lo secundó el 90% del sector productivo e industrial, e instó a Chávez al diálogo y a que rectifique las leyes que han desatado la medida de fuerza.
Chávez respondió que "jamás voy a ir a una mesa de diálogo para traicionar a un pueblo mil veces traicionado", y amenazó con "llevar ante la ley" a los sectores más críticos contra su gobierno, a los que acusó de "desestabilizadores".
Durante una concentración en Caracas para presentar la ley de Tierras, Chávez descalificó el paro y a sus convocantes, a los que llamó en numerosas ocasiones "oligarcas" e "irresponsables".
Dijo que esa ley se ejecutará de "inmediato", corroborará títulos de propiedad y adjudicará tierras a los campesinos, factor principal que ha provocado la protesta de los terratenientes y empresarios que consideran que esto viola el derecho constitucional a la propiedad privada.
Chávez, advirtió que la nueva ley incluirá corroborar los títulos de propiedad y adjudicar tierras a los campesino "para ver si (de verdad) tienen tierras". "Oligarcas temblad", exclamó el gobernante venezolano.
Promulgó la ley de Tierras
El presidente venezolano, Hugo Chávez, promulgó ayer la nueva y polémica Ley de Tierras y señaló que la huelga del empresariado contra esa ley "va a radicalizar la lucha" y va a provocar "el contraataque de los revolucionarios bolivarianos".
Chávez promulgó la ley en Santa Inés, 515 kilómetros al suroeste de Caracas, lugar donde el 10 de diciembre de 1859 el general Ezequiel Zamora, al frente de un ejército de campesinos, derrotó a las fuerzas conservadoras. "Quieren retrotraernos a la situación bochornosa en la que vivieron los campesinos durante cuarenta años, pero no lo conseguirán ", dijo.
Durante el acto anunció la creación de la infraestructura burocrática que desarrollará el contenido de la nueva ley y la concesión de 12.000 millones de bolívares (16 millones de dólares) para acometer proyectos de inmediato.
Entre los proyectos que serán financiados figuran la promoción de cooperativas y la creación de "fundos zamoranos", que serán parcelas cultivables, acompañada con créditos de trabajo, asignadas a campesinos jóvenes y a jefas de hogar.
Pirotecnia oficialista y "cacerolazo" opositor
CARACAS (ANSA) - La bulliciosa Caracas vivió ayer una tranquila jornada de paro cívico y se convirtió por un día en una ciudad plácida para viandantes y conductores, sólo alterada por la pirotecnia de los "chavistas" y los "cacerolazos" de los seguidores de la huelga.
"Hubo menos gente en la calle que un domingo de vacaciones", manifestó a EFE un agente de la policía de Chacao, el distrito residencial más elegante de Caracas.
Mientras Chávez hablaba en un discurso a varios miles de campesinos en el centro histórico de la ciudad , cientos de petardos y fuegos artificiales fueron lanzados por simpatizantes del Movimiento V República (MVR) para acallar el ruido de las cacerolas de los "escuálidos", como el presidente llama a la oposición.
El estruendoso sonido de un "cacerolazo" contra el gobierno cerró ayer la jornada de protesta en todo el país El insistente sonar de las cacerolas se escuchó en zonas del este y oeste de Caracas junto a caravanas de autos y pirotecnia que reflejaron el difícil momento por el que atraviesa el gobierno de Chávez, iniciado en 1999.
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