Jueves 6 de diciembre de 2001

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Entrevista: Camaño: "Queremos tomar partido en las decisiones"

 

El PJ reasumió el control total en Diputados

  Camaño y Britos en la presidencia y vicepresidencia. Presentaron juramento 127 legisladores.
  Con un fuerte reclamo al gobierno para que mantenga activo el Congreso durante el verano, el justicialismo retomó ayer el control total en la Cámara de Diputados, al ubicar al bonaerense Eduardo Camaño en la presidencia, secundado por el puntano Oraldo Britos.
El PJ se ubicó así en la segunda línea de sucesión presidencial, al cosechar el respaldo de todos los bloques legislativos para la designación de Camaño y Britos, incluyendo a la Alianza que desistió de sus pretensiones de acceder a la vicepresidencia primera del cuerpo.
Empero, el radicalismo ubicó a Fortunato Rafael Cambareri en la vicepresidencia segunda de la Cámara baja, mientras que en medio de una fuerte polémica con el bloque del ARI, de Elisa Carrió, el interbloque de partidos provinciales logró ubicar al santafecino Alberto Natale en la vicepresidencia tercera del cuerpo.
Previamente prestaron juramento 127 diputados, de los cuales algunos provienen del Senado, como es el caso de Luis Molinari Romero (UCR-Córdoba), Leopoldo Moreau (UCR-Buenos Aires), Rubén Pruyas (PJ-Corrientes) y Jorge Villaverde (PJ-Buenos Aires) y otro grupo importante renueva mandado, como Margarita Stolbizer (UCR-Buenos Aires), Daniel Scioli (PJ-Capital), Saúl Ubaldini (PJ-Buenos Aires) y Fernando Montoya (UCR-Córdoba), entre otros.
En su discurso de asunción, Camaño destacó "el esfuerzo que vamos a tener que hacer desde las bancas" y consideró que "no es posible entender desde la comunidad la posibilidad cierta de que el Congreso no funcione".
"Que el Presidente (Fernando de la Rúa) prorrogue extraordinarias más alla de diciembre porque necesitamos sesionar los 90 días del receso de verano", reclamó el legislador, quien más adelante presentó ese pedido "como una exigencia que debe ser escuchada por las autoridades".
Camaño dijo que "el Congreso de la Nación no es más que un lugar para hacer leyes" y agregó que "no puede ser que en momentos tan difíciles como los que vive nuestro país, este Congreso no trabaje".
Además, aseguró que es necesario desterrar "todo tipo de temores", ya que aclaró que es "parte de un movimiento nacional que sabe que primero está la Patria, primero está el pueblo argentino y con ese pueblo y nuestra democracia tomo el compromiso".
"Quiero decirle al Presidente que venimos a ayudarlo a que gobierne y que entienda que no quiero cogobernar", subrayó el legislador, quien destacó que la administración central debiera dejar al PJ "ser garantía de gobernabilidad". (Ver entrevista)
Por último, señaló que "en estas horas de incertidumbre, zozobra y decepción, la Cámara de Diputados tiene en cada uno de nosotros una responsabilidad".
(DYN e Infosic)

Un cuadro institucional inédito

Con la asunción del duhaldista Eduardo Camaño como presidente de la Cámara de Diputados, el justicialismo fortaleció decisivamente su presencia en el escenario institucional, ya que no sólo controla ambas cámaras legislativas, sino también los dos primeros cargos de la línea de sucesión presidencial.
La designación de Camaño no fue objeto de los cuestionamientos del oficialismo como ocurriera la semana pasada cuando el justicialista misionero Ramón Puerta asumió la titularidad del Senado en medio de acusaciones de que se estaba produciendo un "golpe institucional".
La sesión de ayer en la Cámara baja reflejó los niveles de acuerdos alcanzados por justicialistas y radicales en la distribución de los cargos del cuerpo, por efecto del resultado de los comicios del 14 de octubre. Sin embargo, el desplazamiento del radical Rafael Pascual por parte de Camaño es algo más que el reemplazo de un hincha de Huracán por otro de San Lorenzo, ya que completa un escenario institucional adverso para el presidente Fernando de la Rúa en sus dos últimos años de gestión.
El gobierno de De la Rúa debió lidiar hasta ahora con un Senado opositor y con una Cámara baja en la que tuvo mayoría hasta que se produjeron los desgajamientos del Frepaso, pero ambos cuerpos estaban presididos por hombres del mismo color político que el del presidente de la Nación.
Desde la reinstauración de la democracia en 1983 ningún Ejecutivo debió enfrentar hasta ahora la tarea de gobernar con los dos cuerpos en contra y presididos por hombres de la oposición.
La inédita situación preanuncia un trámite parlamentario más negociado para cada proyecto de ley que el Poder Ejecutivo envíe al Congreso a partir de la apertura de las sesiones extraordinarias que fueron convocadas desde mañana y hasta el 21 de diciembre.
El día anterior al cierre de las extraordinarias, De la Rúa viajará a Montevideo y la Presidencia de la Nación deberá ser ejercida interinamente por el presidente provisional del Senado por dos días.
Los memoriosos recuerdan que una situación institucional en la que un hombre de un partido opositor sea el primero en la línea de sucesión presidencial no se producía desde 1919, cuando se murió el entonces vicepresidente Pelagio Luna e Hipólito Yrigoyen debió gobernar seis años con un reemplazante natural demócrata de Mendoza, Benito Villanueva. (Télam)

     
     
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