Jueves 6 de diciembre de 2001
 

Verani-Arriaga: no todo es arrumaco

  Arriaguistas de buena madera sostienen que el Frente no puede quedar pegado a estilos y procedimientos del gobierno que "no son los nuestros". La posición está contenida en un documento elaborado para la asamblea provincial del partidos a realizarse el sábado. Se admite que el veranismo es un socio muy cuestionado.
  No ser complacientes.
Esta es la propuesta que al menos un sector del Frente Grande sostiene que debe mantener el partido en relación con estilos y procedimientos que no comparte en su socio mayor en la Alianza: el radicalismo.
Este punto de vista está contenido en al menos uno de los documentos que distintos planos de la dirigencia frentista elaboraron para ser analizados en la asamblea provincial de la fuerza que se realizará el sábado en Cipolletti.
Ayer, fuentes de gravitación en el esquema de poder partidario reconocieron en Cipolletti, Bariloche y Roca la existencia de la propuesta de "no complacencia".
El valor de esta postura deviene de que el documento en cuestión fue elaborado por un sector de la dirigencia definidamente leal al líder del Frente, Julio Arriaga.
En otras palabras: un sector ajeno a toda vinculación y afecto por el Ala Fundadora, la línea interna que nuclea a la oposición al arriaguismo.
Ala Fundadora, precisamente, cuestiona lo que define como "sometimiento" al que el arriaguismo colocó al Frente en su relación con el gobierno radical.
Ala Fundadora sostiene que el arriaguismo copó el Frente. A partir de ellos el partido acepta del radicalismo "especialmente en su versión veranista, todo lo que siempre el Frente repudió en lo concerniente a prácticas políticas: clientelismo, dogmatismo, carencia de debate" y etc., etc.
Pero el documento en cuestión proviene -reiteramos- de la médula misma del arriaguismo.
Una de las fuentes consultadas señaló que el trabajo tiene una "consistencia demoledora en relación con las advertencias que formula sobre la sociedad con el radicalismo".
Así, se pudo saber que pasa revista a los resultados de las elecciones de octubre desde un convencimiento: la Alianza no pude dejar pasar por alto que no ganó, sino que de cara al desencanto con la política que expresaron las urnas, es la fuerza que menos votos perdió.
A partir de esa conclusión -que muchos radicales, especialmente veranistas se resisten a aceptar-, el documento dispara advertencias en distintas direcciones. Computa -por caso- que los votos nulos o en blanco llegaron desde planos de la sociedad rionegrina que por años formaron parte del respaldo al radicalismo. Pero que hoy, jaqueados por la crisis y desencantados con el gobierno, le dieron la espalda.
Así, destaca que "el frente debe reconocer" que entre los hombres del gobierno y los niveles del radicalismo más cuestionados por aquellos sectores están no pocos veranistas. O sea, los principales socios del arriaguismo en aquellas estructuras de poder.
Se pudo establecer que, ante este tema, es amplia la base de dirigentes del Frente que -como lo señala el documento- están persuadidos de la necesidad de advertir al veranismo del descrédito en que incurre con no pocos de sus estilos y formas de gobernar y hacer política.
El documento destaca también que la credibilidad del Frente no puede quedar bajo la sospecha de mantener silencio ante hechos del gobierno que marchan en dirección contraria con "lo que pensamos que debe ser la política y la administración de un Estado".
Las fuentes confirmaron anoche que el documento propone además no quedar encapsulado sólo en "el diálogo con el veranismo", sino en ampliar significativamente los contactos con el conjunto de fuerzas de la Alianza.
     
     
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