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Estadounidenses aceptan las detenciones sólo por causas raciales
Bajos los efectos del "shock" provocado por los atentados de setiembre y la guerra antiterrorista, la opinión pública está dispuesta a olvidar las prevenciones por los derechos civiles y aceptar las detenciones por causas raciales. El gobierno interroga a gente de origen árabe aun sin tener indicios en su contra.
El Far es uno de los cientos de árabes y otros extranjeros detenidos en cárceles estadounidenses en un momento en que el público estadounidense parece hacer la vista gorda ante el una vez polémico tema de la aplicación de la ley basada en prejuicios raciales.
Líderes negros, para quienes el perfil racial -la acción policial basada en la raza y en sospechas más que en evidencias o en causas- era uno de los principales temas, tenían poco que decir sobre los extranjeros atrapados en la operación policial con bordes raciales tras los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
Una encuesta de Gallup divulgada por la cadena CNN y el periódico USA Today, reveló que más de uno de cada cuatro estadounidenses pensaba que el presidente George W. Bush y el fiscal general John Ashcroft no habían ido lo suficientemente lejos restringiendo las libertades civiles para combatir el terror.
Otro 60% de los 1.025 estadounidenses encuestados opinó que las acciones tomadas hasta ahora habían sido "casi correctas". Una reciente encuesta de Zogby International indicó que más negros que blancos -el 75% en comparación con el 64- incluso aprobaba el registro de autos al azar como medida anti-terrorista, exactamente el mismo tipo de acción que era tan rechazada dentro de la comunidad negra.
El Far, de 30 años, quien pasó más de dos meses en una cárcel en el suroeste de Missouri, puede haber sido uno de los afortunados. Su abogada, Dorothy Harper, dijo que acababa de recibir la información de que el próximo jueves se le permitiría regresar a Egipto. Una promesa anterior sobre la liberación de su cliente no se cumplió. El Far fue detenido porque se encontraba ilegalmente en el país con una visa de estudiante que había expirado. El colega que informó sobre él también dijo que había elogiado a Osama ben Laden, algo que él niega. El egipcio también se convirtió en sospechoso porque asistió a una escuela de entrenamiento de vuelos en el estado de Florida, de 1996 a 1997. Algunos de los atacantes suicidas del 11 de septiembre habían asistido a escuelas de aviación en ese estado, aunque más recientemente.
Aunque el FBI dice que pasó los interrogatorios sin problemas, su caso y otros parecen provocar pocas simpatías. "Las encuestas muestran que los afroamericanos, aquellos que más se han quejado por el perfil racial, están diciendo "está bien mientras no seamos nosotros", dijo Earl Ofari Hutchinson, presidente de la Alianza Nacional por la Acción Positiva
"Eso es porque estamos asustados también. Estamos dispuestos a tolerar lo mismo de lo que hace dos meses nos estábamos quejando. Ha ocurrido un mar de cambios en la opinión pública debido al 11 de septiembre", agregó. Esto, dijo, ha colocado el tema de los perfiles raciales "muy lejos...y hay un enorme peligro aquí...si el público dice "está bien" ahora, ¿dónde trazamos la línea después que pase el peligro?", dijo.
Mucho dinero, pocos resultados
La apertura de la carta contaminada con la bacteria de ántrax remitida al senador Patrick Leahy se ha convertido en una complicada y peligrosa operación, en la cual el gobierno busca pistas sobre el autor de los mortales envíos.
El procedimiento, que se llevará a cabo en un laboratorio del Ejército en la base de Fort Detrick (Maryland), se mantiene aún bajo estricto hermetismo.
"Se ha informado ampliamente de que la carta se abriría hoy pero en realidad el FBI es el que determinará cómo y cuándo se hará. Los científicos que colaboran en esta investigación ya han discutido en privado todas las precauciones que se tomarán para que la carta permanezca intacta", dijo el portavoz Chuck Dasey
Mientras, la entrega de correo en el Congreso y la Casa Blanca regresa lentamente a la normalidad, aunque las cartas y paquetes destinados a otras agencias federales continúan siendo descontaminadas en una instalación en Lima (Ohio).
"La correspondencia empezó a llegar al Capitolio el miércoles y hemos puesto en marcha mayores medidas de seguridad, por lo que la entrega del correo a los legisladores podría demorar hasta una semana", dijo Jim Forbes, del Comité Administrativo de la Cámara de Representantes. Explicó que entre las medidas de seguridad está el uso de equipos de alta tecnología, principalmente costosas máquinas electrónicas de irradiación, en instalaciones en Ohio y Nueva Jersey, además de un "segunda revisión" en la oficina de correos del Congreso.
Desde la aparición el 15 de octubre de la primera carta contaminada con carbunco, en la oficina del jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Tom Daschle, las autoridades no han determinado la procedencia de las bacterias. Tampoco se han hallado pruebas que vinculen la aparición del bacillus anthracis con el terrorista de origen saudí Osama ben Laden y su grupo Al Qaeda.
En Connecticut
Restos de la bacteria "Bacillus anthracis" han sido localizados en una carta enviada a una vivienda cercana a la de la mujer de 94 años que falleció la semana pasada en Connecticut a causa del carbunco pulmonar. El gobernador de Connecticut, el republicano John Rowland, indicó que, aunque no ha sido probado científicamente, lo más probable es que la anciana, residente en Oxford, contrajese la enfermedad a causa de la "contaminación cruzada" del correo. Los investigadores sospechan que alguna misiva que llegó al domicilio de la mujer, Ottilie Lundgren, pudo haber entrado en contacto con la carta localizada con restos del ántrax.
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