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Domingo 30 de diciembre de 2001 | |
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Tomó una rehén, pero en la fuga se disparó solo |
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Un joven protagonizó un violento robo en una agencia de quiniela.Le gatilló a una víctima, la bala no salió y escapó con una clienta.Terminó lesionado en el hospital por un error al guardar su arma. |
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| NEUQUEN (AN).- Un joven delincuente que intentó asaltar una agencia de lotería de esta capital se hirió accidentalmente en un muslo cuando guardaba el arma que había utilizado minutos antes para tomar de rehén a una mujer y disparar contra unos remiseros durante su fugaz huida. El hecho ocurrió el viernes último cerca de las 11.30 en un agencia de lotería, ubicada sobre la Avenida Olascoaga 1.130, que en seis meses fue blanco de dos asaltos. Según el testimonio que "Río Negro" pudo obtener entre los testigos del hecho, el protagonista del frustrado robo es un menor de edad conocido en el barrio, que ayer permanecía internado en el hospital Castro Rendón de esta ciudad, adonde arribó ayudado por un familiar, de acuerdo al informe policial. Una de las hijas de la propietaria del local, Dora Otaño, relató que el muchacho ingresó a la agencia y para pasar desapercibido se puso a observar los tableros donde reposan los números de los distintos sorteos. A esa hora el local era atendido por la hija mayor de Otaño y en el recinto sólo se encontraba una clienta. En pocos segundos el precoz delincuente sacó de entre sus ropas un arma de fuego, al parecer de bajo calibre, y se abalanzó sobre la chica, exigiéndole la recaudación. La muchacha permaneció inmóvil sorprendida por la voracidad del asaltante que una y otra vez requería la plata, sin dejar de apuntar. La escena ganó mayor dramatismo cuando el delincuente gatilló dos veces contra la muchacha, pero, afortunadamente, no salieron los disparos. Sin otra alternativa la chica escapó hacia el interior de la vivienda en busca del padre que se encontraba en la cocina, sin advertir lo que ocurría en el local. Lejos de perseguirla, el frustrado asaltante tomó como rehén a la señora que, atemorizada, aún permanecía en el interior de la agencia. Sin botín al alcance de la mano, el delincuente se aferró a la mujer como salvoconducto para escapar del lugar sin ningún tipo de contratiempos. Con todo, obligó a la mujer a caminar junto a él a punta de pistola casi unos treinta metros hacia la intersección de Avenida Olascoaga y Lavalle, donde funciona una remisería. Mientras tanto, aprovechó la oportunidad y le arrebató a la mujer el dinero que llevaba cuyo monto todavía se desconoce. A todo esto, los remiseros que en ese momento se encontraban en la parada salieron en ayuda de la rehén. Y, a pesar de que lograron rescatarla, no evitaron que el delincuente emprendiera una presurosa huida en dirección opuesta. De tosos modos, para impedir que los remiseros lo persigan el delincuente disparó dos veces sobre sus eventuales perseguidores mientras cruzaba la Avenida Olascoaga poblada de vehículos. Esta vez el arma respondió. Los dos balazos salieron, pero sin hacer blanco. En consecuencia, los disparos abortaron cualquier intento por prender al delincuente que, cuando observó que estaba a salvo, intentó guardar el arma entre sus ropas y, accidentalmente, se le escapó un disparo que lo hirió en una pierna. Por lo pronto y de acuerdo al informe de la policía, el menor llegó al hospital acompañado de un familiar y hasta ayer permanecía internado, además de estar detenido. |
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