Lunes 24 de diciembre de 2001

 

El juez Moldes procesa a jóvenes con drogas

 

Además se les secuestraron armas de guerra.Los detenidos tienen antecedentes.

  SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En un operativo conjunto realizado por personal de la policía rionegrina y de Gendarmería Nacional, agentes de ambas reparticiones registraron un auto con siete ocupantes y secuestraron sustancias sospechosas y dos armas de guerra.
Los detenidos ya tienen condenas cumplidas por diversos delitos y otros procesos en trámite por delitos contra la propiedad.
El procedimiento se realizó ayer por la madrugada, minutos antes de las 5, en la intersección de Moreno y Villegas, en pleno centro de la ciudad, cuando los integrantes de una patrulla policial consideraron sospechosa la presencia de los jóvenes que circulaban en un Fiat Uno y lo detuvieron.
Al requisar al vehículo y a sus siete ocupantes los agentes secuestraron un revólver calibre 38, una pistola calibre 11.25 y una cantidad no determinada de sustancias que se revelaron como cocaína y marihuana al ser mezcladas con los reactivos químicos.
El acto fue seguido de cerca por testigos comprometidos por las autoridades y por una muchedumbre formada de manera especial por jóvenes que acababan de salir de las discotecas.
La presunta presencia de sustancias estupefacientes determinó la intervención de Gendarmería Nacional para la instrucción de la causa y del juez Federal Leónidas Moldes en la investigación.
Aunque las autoridades se negaron a brindar información sobre las cantidades de droga secuestrada y la identidad de los detenidos, trascendió que todos son mayores de edad, de entre 20 y 27 años, y que entre ellos estaban dos hermanos de apellido Ruiz Rivera y otros jóvenes, de apellido Cabrerizo y Oceno, casi todos con antecedentes delictivos.
Todos los detenidos fueron alojados en los calabozos del Escuadrón 34 de Gendarmería Nacional y deberán aguardar allí la oportunidad de ser indagados por el juez Leónidas Moldes.
Oceno acaba de recibir una condena por robo y tiene otra condena por el robo cometido en una vivienda desocupada, en junio de 1999, y otra por un asalto en el que fingió tener un arma para despojar de dinero a una comerciante. Actualmente tiene varias causas en trámite en las que también podría recaer condena de cumplimiento efectivo, pero los jueces lo acaban de condenar a sólo un mes de prisión y le unificaron la condena en dos meses con la violación de la libertad condicional de que gozaba al cometer el último robo. Hace dos semanas le dieron por compurgada la pena por el tiempo de detención sufrido durante el proceso.
El procedimiento se encuadra en el acuerdo alcanzado por la policía provincial, Federal, Prefectura y Gendarmería para prevenir los probables saqueos a comercios viviendas y otros ilícitos y establecía que los efectivos de seguridad actuarían en conjunto y en el marco de un Comité de Crisis hasta la normalización institucional.
   
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