El ingenio de los narcos reemplaza a la tecnología

Las balanzas electrónicas son efectivas pero comprometedoras si se hace un allanamiento. El ingenio de los narcos encontró la solución y las reemplazan por capuchones o tapas de gaseosas.

ROCA (AR).- La restricción a sacar dinero en efectivo de cuentas bancarias obligó a muchos argentinos a cambiar la forma de operar en los bancos. Pero también quienes comercializan drogas, debieron adoptar nuevas medidas para adquirir los estupefacientes.
Es que si un distribuidor de una determinada región, gira más de mil pesos a su abastecedor para adquirir un cargamento de drogas, este no podrá retirar más de lo estipulado por mes.
Esto quiere decir, que para tener la totalidad del dinero enviado, en caso de que el giro sea de tres mil pesos, deberá esperar tres meses.Sin embargo, el ministro Cavallo aseguró anoche que el tope subía a 2.500 pesos sólo en diciembre y enero.
El giro era la modalidad más utilizada para comprar los cargamentos de drogas. Ahora, aunque más arriesgado, se envía el dinero en encomiendas comunes para evitar las trabas bancarias. Además de posibilitar el cobro de la totalidad del dinero, quedan menos pruebas de los movimientos monetarios en el comercio de la droga.
Pero con respecto a las evidencias comprometedoras, los vendedores de drogas han agudizado el ingenio como para reducir al mínimo las posibilidades de que un allanamiento los deposite tras las rejas.
Con el ejemplo de las encomiendas comunes, se evitan los registro en los bancos u oficinas de correos sobre los giros enviados a determinada persona.
Otro elemento eliminado por los comercializadores de drogas es la balanza electrónica, algo "indispensable" para fraccionar la marihuana y cocaína en dosis tan pequeñas. Y para reemplazar las balanzas, los distribuidores sólo utilizaron el ingenio.
Por ejemplo: un "papel" de cocaína vale 20 pesos y pesa un gramo. ¿Cómo se hace para separar una dosis tan pequeña sin balanza?. La medida justa es un capuchón de birome "Bic".
Por supuesto que cuando se produce un allanamiento, no tiene el mismo valor probatorio para la justicia, una balanza electrónica que un capuchón.
Otro elemento usado para "pesar" cocaína es la tapa de bebidas gaseosas. Allí entran dos gramos exactos.
Para mayor cantidad de dosis, pero en este caso para transportarla sin ser descubiertos, la cocaína se suele poner en el interior de una birome. Sólo les dejan la punta y la tapa superior para no despertar sospechas. En el interior entrar cinco gramos exactos.
La marihuana también parece haber "prescindido" de la balanza electrónica. En un tubo de rollo fotográfico entran 10 gramos. Cada "porro" o cigarrillo de marihuana lleva un gramo de cannabis sativa, por lo que un tubo como el mencionado equivale a diez "porros" o 30 pesos si se lo traduce a dinero.

Celulares ajenos

Los recaudos se toman también con los teléfonos celulares. La intervención de los aparatos por parte de los investigadores, pueden llegar a desbaratar una organización, ya que por medios de las comunicaciones se puede saber el día de la llegada de algún cargamento.
Pero desde hace un tiempo, los celulares que se usan para transacciones de drogas, figuran a nombre de un tercero que nada tiene que ver con el ambiente. Es decir que muchas veces se interviene el teléfono de un sospechoso, pero este aparato no es el utilizado para acordar compras o ventas de drogas.
También se adecua el lenguaje según la ocupación legal del distribuidor. Por ejemplo, si tiene un corralón, se referirá a las partidas de drogas como "ventanas" o "cemento". Si tiene un bar, tal vez diga "cerveza" o "cajones de cervezas".
A la hora de retirar las encomiendas también se toman muchos recaudos. Generalmente se envía a un tercero a buscar un paquete. Por supuesto que nunca se revela lo que viene adentro, y por esta labor -si el cargamento es grande- se suele pagar 100 pesos.

Foto: Nelson Rivas aseguró ayer que pensaba que en la encomienda venían repuestos para una moto.