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CIPOLLETTI (AC).- Hoy se recepcionarán los últimos dos testimonios del caso Seguel y se realizarán los alegatos. En base al desarrollo del debate se puede estimar que el fiscal Edgardo Rodríguez Trejo acusará al imputado por el delito de incumplimiento de deberes de funcionario público. La defensa, seguramente pedirá la absolución.
En las seis audiencias con testigos que se concretaron en este juicio, varias personas le dieron elementos al fiscal para fundamentar una acusación. Sin embargo, también hubo otros testimonios que debilitaron los datos que se tenían con mayor fuerza durante la instrucción.
A Seguel le imputan seis hechos de presunto incumplimiento. En cada uno de ellos el imputado encontró testigos a favor y en contra durante el debate. Ayer mismo, las opiniones estuvieron divididas. Mientras que el legislador Guillermo Grosvald criticó la búsqueda nocturna y habló de las "certeza" que tenía el ex subcomisario a partir del dato que surgió en Barda del Medio (reforzando la hipótesis de una desaparición voluntaria); el ex comisario de la Unidad Cuarta Sergio Oliva destacó algunas acciones realizadas, como el listado de teléfonos que tenía Seguel de los vecinos que rastrillaban o el personal que colaboró en esos días.
Ayer también ayudó al ex jefe policial el testimonio de Ignacio Epulef, un ladrillero de Santa Marta. Dijo que el lunes por la mañana Seguel lo visitó y le consultó si había visto a tres chicas.
-¿No le dijo nada más? -urgueteó el fiscal Edgardo Rodríguez Trejo, tratando de enfocar la respuesta hacia otra irregularidad: que el imputado no le describió físicamente a las víctimas. Pero el hombre, con preguntas posteriores de la defensa, aseguró que previamente fue visitado por un grupo de chicas que estaban en la búsqueda y le mostraron fotos.
Posteriormente declaró el peluquero Alberto Dimenza, quien como integrante del Aero Club Cipolletti, gestionó los vuelos para el martes a la mañana. Dimenza aseguró que participó de la búsqueda nocturna el lunes y que fue acompañado por un policía. Fue hacia la zona de la Isla Jordán. "Debía ir despacio. Toda cosa rara (movimiento, bultos extraños) me hacía parar y él se bajaba", declaró Dimenza. Esta frase favoreció a Seguel por dos de los cuestionamientos que le hacen: 1) que dejó a los civiles rastrillar solos (de todos modos algunos testigos que declararon dijeron que no contaron con presencia policial, como es el caso del productor Carlos Carrascós); y 2) que no se bajaban a mirar sino que simplemente "pasaban" (como relataron otras personas convocadas al debate).
Ayer también declararon los policías Héctor Silva y Raúl Huecho, quienes en noviembre de 1997 trabajaban bajo las órdenes de Seguel.
Silva afirmó anduvo en la búsqueda en una camioneta cedida por el municipio. Según dijo, realizó un rastrillaje por la zona del canal principal y las chacras. Huecho andaba en el móvil Delta 72 el lunes a la mañana.
Expresó que no sólo tenía que dedicarse a la búsqueda, sino también a tareas de prevención.
Hoy, antes de comenzar los alegatos, a pedido de la defensa declararán los dos últimos testigos del debate: José Luis Fisher (perito) y Pedro Díaz.
"Era una ciudad segura"
ROCA (AC).- "Cipolletti era una ciudad que tenía seguridad", dijo ayer el ex jefe de la comisaría Cuarta, Sergio Oliva, cuando el presidente del Tribunal, César López Meyer, le consultó si era riesgoso que salieran grupos de civiles a realizar una búsqueda nocturna.
Oliva intentó favorecer al imputado en cada una de las preguntas que le formuló la defensa.
Señaló que le ofreció a Seguel patrulleros, personal y gente de brigada para la búsqueda, que el lunes por la noche vio un listado de teléfonos celulares que Seguel tenía de quienes estaban en el rastrillaje, y que antes del alambrado del lugar donde aparecieron los cuerpos "había policías".
Sin embargo, cuando llegó el turno del fiscal Edgardo Rodríguez Trejo las preguntas cambiaron de dirección.
Cómo se enteró
A Rodríguez Trejo le interesó conocer algo más del Departamento de Comunicaciones que funciona en la comisaría Cuarta, desde donde se irradian las circulares. Sobre todo después de que el testigo declaró cómo se enteró de la desaparición de las víctimas.
-¿Cómo puede ser que se haya enterado por la Regional y no por el centro de comunicaciones que funcionaba en la comisaría? -le preguntó el fiscal.
-No puedo decir qué pudo haber pasado -respondió finalmente Oliva, después de haber esbozado otras respuestas.
El comisario retirado tampoco dio precisiones cuando se le consultó cuánto tiempo tardaban para enviar las circulares.
"Puede ser que las recibieran y las retransmitieran enseguida, o en cuestión de minutos o en más tiempo, de acuerdo al trabajo que pudieran tener", expresó.
Cuando terminó la audiencia, Oliva salio a buscar su auto y esperó a Seguel a la salida del edificio de Tribunales. Los ex jefes policiales de Cipolletti se fueron juntos.
"Me dijo que el tema estaba encaminado"
ROCA (AC).- El legislador Guillermo Grosvald declaró ayer que Luis Seguel le dijo el martes a la mañana que "el tema estaba encaminado" porque había un suboficial que había visto a las chicas que se habían ido desde Barda del Medio. El diputado del MPP aseguró que a él le dio la sensación de que se trataba de una "certeza absoluta".
"¿Entonces la búsqueda?", dice Grosvald que le preguntó a Seguel en ese momento.
"Es una manera de descargar la gran tensión que hay", aseguró el testigo que le respondió el imputado.
El encuentro entre Grosvald y el ex subcomisario se produjo el martes 11 alrededor de las 7,30, dos horas antes de que aparecieran los cuerpos de María Emilia y Paula González, y Verónica Villar.
Grosvald fue el único testigo que ayer comprometió a Seguel. "Me pareció totalmente improcedente que civiles salieran a buscar de noche. Esta cuestión tan voluntaria me parecía que no servía", opinó el legislador ante el Tribunal.
En lo único que alivió al ex subcomisario en su testimonio fue cuando aseguró que no recordó haberle ofrecido contactar a la división de perros de la Policía Federal para la búsqueda, como se dijo en un momento.
"¿Cómo le voy a ofrecer las perras si (Seguel) tenía el dato de Barda del Medio?", se preguntó el testigo.
La audiencia por la casación del fallo del triple crimen será el miércoles
ROCA (AR y AC).- El miércoles 19, en Viedma, se realizará la audiencia en el Superior Tribunal de Justicia para que los defensores de Claudio Kielmasz y Guillermo González Pino amplíen los argumentos presentados en la casación de la causa principal del triple crimen.
El abogado de Kielmasz afirmó ayer que no podrá ir y que mantendrá los fundamentos que esgrimió cuando realizó la presentación por escrito ante el STJ. Omar Eves Tejeda, el abogado de González Pino, concurrirá y reforzará el pedido, planteando "la nulidad absoluta del debate".
Tejeda anticipó ayer que se basará en las contradicciones que surgieron entre el juicio realizado contra Kielmasz y González Pino y las nuevas investigaciones realizadas.
Hablará de la causa residual, en la que quedó procesado Marcelo Arratia por el secuestro de las víctimas, recordando que cuando se hizo la rueda de personas, la menor que dijo haber presenciado la agresión aseguró "ése es González Pino" cuando en realidad se trataba de Arratia.
Tejeda también utilizará datos del debate de la causa por incumplimiento de deberes de funcionario público, en la que está imputado Luis Seguel. Tomará en cuenta los dichos del policía Dardo Manrique, quien aseguró que el lunes 10 pasó por la tapera de Feruglio -escenario de la agresión según la menor- y no vio "nada extraño".
Además, mencionará a otros testigos que dejaron abierta la posibilidad de que los cadáveres hayan estado desde el domingo a la noche en los olivillos. "Esto destruye la teoría de los forenses de la Corte Suprema de Justicia, a los que se le dio tanta certeza", remarcó.
Los defensores apelaron la sentencia de la Cámara Segunda ante el STJ apenas culminó el extenso juicio contra Kielmasz y González Pino. En octubre, se hizo lugar a la casación y ahora llegó el turno de la audiencia pública.
Tejeda recordó que se opuso a que se hiciera el juicio oral porque todavía no se había terminado la investigación. "En el juicio se estaba diciendo algo que tendrían que haber sido certezas para que el Tribunal pudiera condenar, pero esas "verdades" se iban destruyendo en la investigación residual".
"La menor en todo momento identificó a un tal Guillermo (como uno de los agresores), en una audiencia virtual le puso violentamente el apellido González Pino, y en la investigación residual, lo confundió con Arratia", manifestó. |