Viernes 7 de diciembre de 2001

 

Bancario condenado por vaciar cuentas de clientes

 

Recibió dos años y ocho meses de prisión en suspenso e inhabilitación de por vida. Lo acusaron de quedarse con más de 100.000 pesos de dos cajas de ahorro.

  ROCA (AR).- Un empleado de la sucursal roquense del Banco de la Nación Argentina, fue condenado ayer a la pena de dos años y ocho meses de prisión en suspenso e inhabilitación perpetua para ocupar empleos públicos, luego de ser hallado culpable de quedarse con más de 100.000 pesos que pertenecían a dos cajas de ahorros de clientes de la entidad.
La pena del Tribunal Oral Federal recayó sobre Marcelo Oscar Galván, de 38 años, quien además deberá realizar trabajos no remunerados en favor del Estado o de instituciones de bien público.
La maniobra delictiva se llevó a cabo entre setiembre de 1999 y agosto de 2000.
Los magistrados consideraron acreditadas las extracciones que realizó Galván de las cuentas de Pablo Fermín Oreja y de la que tenían en conjunto Damiana Fernández y Nidia Agüero de Romero, madre e hija respectivamente.
La maniobra saltó a la luz cuando Fernández fue a retirar 400 pesos de su cuenta, que debería tener más de 4.400, y se encontró con que sólo tenía ocho pesos.
Inmediatamente pidió hablar con directivos del banco, y mientras se analizaban los movimientos de esa caja de ahorro, se descubrió que en la cuenta de Oreja había una importante cantidad de extracciones que se sucedían casi diariamente.

Pocos movimientos

Esto también llamó la atención de los directivos de la sucursal del Nación, ya que tanto las mujeres mencionadas como Oreja no acostumbraban a realizar movimientos en sus respectivas cuentas.
Es por ello que Oreja fue llamado por el gerente y le preguntó si tenía idea de cuanto dinero debería tener su cuenta. El cliente respondió "cerca de 100.000 pesos", pero en realidad sólo habían seis pesos.
Los damnificados coincidieron en que habían sido atendidos por Galván. Incluso las cuentas sufrieron extracciones desde Mendoza, Córdoba y Capital Federal, coincidiendo con unos viajes realizados por el imputado a esos lugares.
Pero tal fue el saqueo, que en un momento, ambas cajas de ahorro quedaron sin el mínimo de dinero como para que se debiten los gastos de mantenimiento. Es por ello que desde el cajero ubicado en la calle Tucumán, y correspondiente al Banco Patagonia, se realizaron sendos depósitos de diez pesos.
Esto tenía como objetivo que las cajas no quedaran vacías, ya que de ocurrir los titulares serían llamados al banco y se conocería la maniobra.
Sin embargo, en ese cajero existía el sistema de cámara de filmación. Según el Tribunal, quien allí se ve guarda similitudes con Galván, mientras que el gerente de la sucursal aseguró que "efectivamente se trataba del empleado bancario".
Además, se coincidió con lo alegado por el fiscal Mario Sabas Herrera, al considerar que el dinero extraído le imposibilitó al banco Nación utilizarlo para operaciones comerciales, por lo que concluyeron que la maniobra también perjudicó a la entidad crediticia.
   
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