Miércoles 5 de diciembre de 2001

 

El pirata del asfalto detenido es un ex convicto

 

Fue uno de los que balearon en la ruta a un empleado de Senillosa . Ayer se confirmó su verdadera identidad y su prontuario

  NEUQUEN (AN)- Después de quince días, la Policía logró determinar la verdadera identidad de uno de los sujetos que con la modalidad de piratas de asfalto intentó asaltar al empleado de una estación de servicios en Senillosa.
El sujeto había dicho que se llamaba Daniel Martínez, pero ahora se pudo establecer que su verdadero nombre es Juan Carlos Valenzuela, de 42 años. Es oriundo de la provincia de Buenos Aires y se lo considera un "pesado" del ambiente delictivo.
Valenzuela intentaba ocultar su identidad porque está en libertad condicional. Cumplía una condena por delitos vinculados con drogas y armas, dictada por un tribunal del Gran Buenos Aires.
La investigación que está realizando el departamento Delitos de la Policía neuquina se encamina ahora a encontrar al cómplice del detenido, cuya situación es muy comprometida.
El 19 de noviembre pasado, dos sujetos atacaron a balazos en la ruta 22, cerca de Senillosa, al empleado de una estación de servicios de Arroyito que trasladaba 6.000 dólares hacia esta capital para depositarlos.
Desde un Fiat Palio blanco, vaciaron los cargadores de sus armas contra el Gol del empleado, lo hirieron en una pierna, pero no lograron que se detuviera ni quitarle el botín. Frustrado el asalto, los piratas abandonaron su vehículo entre las chacras y escaparon a pie. Horas después, una patrulla policial de Plottier detuvo a uno de ellos, que dijo llamarse Daniel Martínez.
Recién el lunes los investigadores de Delitos pudieron obtener su verdadera identidad.
Las huellas dactilares de Valenzuela coinciden con las encontradas en el interior del Fiat Palio de los piratas. Además, el empleado de la estación de servicios lo reconoció como uno de los sujetos que le disparó en plena ruta.

Mujer sospechosa

Por otra parte, el sábado una mujer se presentó en la cárcel del Parque Industrial y pidió visitar a "Daniel Martínez". Los guardias se lo permitieron, pero avisaron a los investigadores.
Personal de Delitos siguió los pasos de la mujer hasta el aeropuerto de Neuquén, y cuando estaba a punto de embarcar hacia Buenos Aires la demoraron para identificarla.
La mujer exhibió un documento de identidad a nombre de Patricia Quintana, pero era falso. Según se pudo establecer, su verdadero nombre es Olga Carrizo. Como no había ningún cargo en su contra, la dejaron en libertad y la mujer regresó a Buenos Aires.
Tenía en su poder 4.000 pesos. Los investigadores se preguntan qué pensaba hacer con ese dinero. Una hipótesis es que iba a entregarlos al abogado que defiende a Valenzuela-Martínez. Pero otra posibilidad que no descartan es que la plata estuviera destinada a pagar una operación para facilitar la fuga del detenido.
Respecto del paradero del cómplice de Valenzuela no hay novedades. Los investigadores están tratando de establecer aunque sea si es un contacto local o se trata de otro personaje venido desde Buenos Aires.
Aunque sea así, no descartan que los piratas del asfalto hayan contado con al menos un "datero" local, que fue quien les avisó que todos los lunes a la mañana, el empleado de la estación de servicios Bases S.A. viajaba solo en su automóvil con una fuerte suma de dinero para depositarla en Neuquén.
   
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