Martes 4 de diciembre de 2001

 

Los testigos de ayer no apuntaron al encubrimiento

 

Ninguno dijo que Seguel les haya restringido la búsqueda. Sí coincidieron en la desorganización policial.

  CIPOLLETTI (AC).- "Sentí que hacía el ridículo. ¿Salir de noche a buscar qué?", "me encontré con dos efectivos que estaban en el móvil sin moverse de ahí, sin hacer nada", "La policía no actuó", "no había una organización". Varios testigos que declararon ayer describieron cómo fue la búsqueda de las víctimas del triple crimen. Sin embargo, ninguno pudo asegurar que el ex subcomisario Luis Seguel desvió o impidió en algún momento el rastrillaje, como para sostener que hubo encubrimiento.
En la tercera audiencia de debate del juicio que se realiza contra el ex jefe de la subcomisaría 69 declararon ocho testigos. La mayoría de ellos eran allegados a las jóvenes asesinadas o vecinos que participaron de la búsqueda.
El primero que prestó declaración fue Dante Caballero, el hombre que con su perra "Ambar" encontró los cadáveres el 11 de noviembre de 1997. Caballero contó que el lunes 10 a las 8 una amiga de Paula González le contó de la desaparición. "Me dijo que la policía no las buscaba", recordó.
Por eso después de que terminó de trabajar, por la tarde, salió con su esposa a recorrer. "Se me ocurrió que la calle San Luis era la más apropiada para buscar. La lógica indicaba que había que buscar en esa zona", dijo el hombre.
Al igual que otros testigos manifestó que tenía "un mal presentimiento" y que por eso buscaba por debajo de los puentes y entre los pastizales.
En su trayecto no encontró ningún policía. Recién fue frente a la firma "Pollolín" cuando se topó con un móvil con dos efectivos. "Así no van a encontrar nada", dice que comentó en forma sarcástica. Estos uniformados no sabían cómo estaban vestidas las víctimas.
El martes volvió a rastrillar desde las 9 aproximadamente. Fue con su perra. "En la zona de las vías tampoco ví a nadie. Sólo me crucé con un señor en bicicleta", aseguró.
Caballero volvió a describir el momento del hallazgo y lo que sucedió después. "Me pareció que era un cerco muy chico", opinó.
Las quejas sobre la organización de la búsqueda fueron constantes en las declaraciones de ayer. Alejandra Meraviglia, amiga de María Emilia González, también consideró que "la policía no actuó".
"Cuando iniciamos la búsqueda hacia el sector de los hornos (en un grupo de cinco jóvenes) fuimos solos. Eramos ciudadanos comunes. Ante un caso hipotético de que las hubiéramos encontrado con los agresores ¿cómo nos defendíamos? Era deber de la policía buscarlas".
El productor Carlos Carrascós directamente le dijo al Tribunal que sintió que estaba haciendo "el ridículo" el lunes por la noche cuando salió junto a dos amigos a recorrer la calle rural por donde tiene su chacra. "¿Salir de noche a buscar qué?, ¿qué podía buscar?", indicó.
El dirigente cipoleño mencionó en su declaración que "no había una organización al servicio de la búsqueda".
Este comentario, si bien no favoreció a Seguel en su eventual responsabilidad de un incumplimiento de deberes de funcionario público, sí lo hizo para debilitar el presunto encubrimiento del que hablan las familias.
Si no hubo organización, como dicen, el ex subcomisario no pudo controlar que se recorrieran los distintos lugares, incluyendo la zona de San Luis y las vías. De hecho, ninguno de los testigos pudo responder de manera afirmativa cuando los jueces consultaron si detectaron algún impedimento ya sea en forma directa o indirecta para desplazarse.
Carrascós hasta remató con dos frases que comprometen al imputado más en un presunto incumplimiento que en el encubrimiento: "A Seguel no se lo veía abocado a una tarea de organización", "la subcomisaría 69 estaba abierta al público. Había vecinos, políticos, etc", dijo.

Meraviglia no fue contactada en las primeras horas

CIPOLLETTI (AC).- El ex subcomisario Luis Seguel recién habló con Alejandra Meraviglia el lunes 10 por la noche, a 24 horas de la desaparición de las hermanas González y Verónica Villar. La amiga de María Emilia González y la testigo clave en ese momento, no fue contactada con anticipación para conocer en detalle quiénes eran las víctimas y si era posible o no que se hubiesen ido de sus casas.
En su defensa, el imputado -que era el que estaba al frente de la investigación- dijo que el sargento Ernesto Delgado había hablado con Meraviglia en la mañana del lunes. Sin embargo, ayer Delgado declaró que el contacto que tuvo con esta joven fue "breve" para ver si las víctimas "habían aparecido". No tuvo una charla en profundidad con ella.
Tal es así, que Meraviglia directamente no recordó este episodio. "A las seis de la mañana no fue nadie y menos la policía", aseguró la joven a quien fueron a buscar las víctimas para ir a caminar, y en cuyo domicilio dejaron estacionado el Renault 9 de Ulises González.
Si estuvo Delgado o no (finalmente no quedó claro porque los testigos no se pusieron de acuerdo) no se sabe. Sí quedó reflejado que Delgado no pudo obtener datos importantes, como por ejemplo, quiénes eran las víctimas, cómo eran las caminatas y sobre todo si podrían haber abandonado o no sus hogares, porque su contacto fue "breve".
La joven contó que el lunes las primeras comunicaciones que tuvo con la policía fue porque ella concurrió primero a la comisaría Cuarta y luego a la subcomisaría 69.
Cuando fue a esta unidad, antes de las 22, habló con Seguel. "Me hizo preguntas sobre María Emilia. Me decía si se podía haber ido. Yo se lo negaba. Le decía que no, menos dejando a Agustina (la hijita de María Emilia)". Meraviglia dijo que el ex subcomisario "le daba mucha importancia" al dato de Barda del Medio, donde un policía creyó haber visto a las chicas subirse a un camión.
En ese momento no le pidieron realizar el recorrido habitual que hacían cuando salían a caminar. Fue recién después del hallazgo cuando Seguel la convocó para esta actividad.
El séptimo testigo de la jornada fue Ernesto Delgado, actualmente retirado de la fuerza. El hombre aseguró que "durante toda la noche hubo luz en la casa de Meraviglia" y que estaba seguro de que a las seis de la mañana del lunes fue a su propiedad a preguntar. "Me abrieron la puerta y me hicieron pasar", afirmó.
Para clarificarlo, el tribunal requirió que Meraviglia (quien había quedado en la sala presenciando la audiencia) volviera a declarar. La joven coincidió en que estuvo en su casa y que no durmió en toda la noche (la luz pudo estar prendida), pero no recordó que un policía se hubiera presentado en su vivienda.

Qué hubiera hecho el BORA

CIPOLLETTI (AC).- Los principales responsables del grupo BORA le describieron ayer Tribunal qué actividades podrían haber realizado en Cipolletti si los hubieran convocado con anticipación para buscar a las víctimas.
Felipe Azanza, el subcomisario que está al frente de esta brigada desde el "94, dijo que la primera tarea que realizan cuando los solicitan es requerir toda la información sobre las víctimas (edad, los medios que contaban al ausentarse, hipótesis de búsqueda, etc.) para luego ir al terreno y "sectorizar" el rastrillaje.
En el caso del triple crimen, la convocatoria recién se hizo el lunes por la noche y el primer grupo de ocho personas se presentó el martes a la mañana. Ya había aparecido uno de los cuerpos.
Milton Delgado, el segundo jefe del BORA, fue quien comandó este primer equipo. El sargento dijo que fueron al lugar del hallazgo e hicieron un "recorte" de la zona para que no entrara la gente. La mitad del personal que llevaba se ubicó detrás de los cuerpos y el resto en uno de los ingresos a las vías.
En la audiencia de ayer también prestó declaración el ex concejal Roberto Rappazzo Cesio, quien requirió telefónicamente al por entonces jefe de la Policía, Rubén Elosegui, la presencia del BORA. Dijo además que cuando pidió a este grupo, Elosegui le dijo que las chicas "ya se habían ido" y que una de ellas "se había ausentado en una oportunidad".
También declaró ayer el médico policial Claudio Schoua quien se unió a la búsqueda desde el lunes a la mañana. "Seguel suponía que se trataba de una desaparición voluntaria", aseguró. Schoua acompañó a Seguel a Barda del Medio y dijo que el dato que surgió allí le pareció "espontáneo".

"¿Y usted quién es?"

CIPOLLETTI (AC).- Un momento tenso se vivió ayer cuando el hermano de María Emilia y Paula se opuso a que el Tribunal le pidiera al policía Ernesto Delgado que mirara a Alejandra Meraviglia -quien ya había declarado y estaba en la sala presenciando la audiencia- para ver si la reconocía.
-No la puede señalar -intervino Guido González desde la butaca donde estaba sentado junto a Meraviglia.
-¿Y usted quién es? -le inquirió en tono fuerte el juez César López Meyer.
-Yo soy el hermano de las chicas -le respondió el joven.
-En todo caso usted es un espectador más -le indicó el magistrado.
Otro episodio que se comentó al finalizar la audiencia fue cuando el dirigente Carlos Carrascós reveló que cuando declaró en la instrucción en la Cámara Laboral "se escuchaba" qué decían los demás testigos porque "las paredes no eran gruesas".

   
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