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Jueves 20 de diciembre de 2001 | |
 MAS INFORMACION: Desbordado por los saqueos, De la Rúa declaró el estado de sitio y Cavallo renunció |
Diputados derogó las facultades extraordinarias |
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Las había otorgado en marzo el Congreso al Ejecutivo. La hegemonía del PJ se hizo sentir en la sesión de ayer. |
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| Buenos Aires (Télam)- Las dos cámaras del Congreso nacional vivieron ayer una angustiosa jornada en la que se sucedieron reuniones presurosas entre referentes de los distintos bloques para intentar dar respuesta institucional a la crisis social que vive el país. La Cámara baja consiguió formalizar una sesión especial en la que rápidamente fueron sancionados proyectos para derogar las facultades especiales concedidas al Poder Ejecutivo y para posibilitar el retiro de los salarios de los bancos, en efectivo. La primera sanción representa un claro gesto hacia el Presidente de la Nación, en el sentido de que remueva a quien obtuvo a fines de marzo las facultades especiales para maniobrar frente a la crisis económica. La segunda apunta a inyectar circulante en los sectores más bajos que pueden animar la demanda orientada al momercio minorista y efectuar un relativo goteo sobre la economía informal, severamente afectada por las restricciones bancarias. Estas iniciativas fueron sancionadas en la Cámara de Diputados en un trámite de dudosa legalidad, en virtud de que no habían prorrogado previamente las sesiones ordinarias y de que esos temas no estaban en la agenda de las extraordinarias. El PJ también aprobó la resolución que dispone la autoprórroga de las sesiones ordinarias durante el verano, pero ante las críticas surgidas en la comisión resolvió derivar la decisión final hasta la semana próxima. La jugada del justicialismo será plantear la autoprórroga en la sesión de hoy y sugerir que se busque un acuerdo entre los bloques para conseguir una posición común antes del miércoles próximo. Si el consenso resulta imposible, el PJ tiene el número suficiente para aprobar la semana que viene la autoprórroga en la Cámara de Diputados sin la ayuda del resto de los partidos. En la reunión de de Asuntos Constitucionales, la primera que se realiza bajo la hegemonía del PJ, el peronismo comenzó a delinear límites en torno al gobierno. Los diputados dieron media sanción a los dos proyectos con el voto de las ancadas del PJ, el ARI, el Frepaso disidente, el Frente para el Cambio y el Interbloque Federal. El Senado sesionó horas después para aprobar la autoprórroga del período ordinario y considerar los dos proyectos sancionados a marcha martillo por la Cámara baja. Pero los debates más ricos se daban, como suele suceder, afuera de la sesión formal y allí los parlamentarios admitían -sin distinción partidaria- que el estallido social constituye en sí un duro cuestionamiento a toda la dirigencia política. Una parte de los justicialistas aceptaban que el fenómeno de exclusión comenzó a gestarse en realidad durante el gobierno de Carlos Menem, por lo que esa fuerza política no está exenta del cuestionamiento popular. Los radicales críticos de la gestión gubernamental asumían a su vez que el fenómeno de la concentración económica y la exclusión social no se modificó durante la gestión del gobierno de la Alianza. Los legisladores frepasistas exhibían profundo sentimiento de culpa por sus responsabilidades en el gobierno de la Alianza y la falta de consecuencia de sus principales líderes en cuanto al rechazo del modelo que primero condenaron y sostuvieron de algún modo después. (Telam, DyN, Infosic) |
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