Jueves 13 de diciembre de 2001

 

No hubo negocios en subasta de pelo caprino

 

Los productores de pelo de cabra de Río Negro, Chubut y Neuquén que participan en el programa Mohair no consiguieron comercializar las 40.000 toneladas que pusieron a la venta ayer en la capital federal, aunque esto no fue considerado un fracaso porque por primera vez pudieron defender los precios estipulados como base. La licitación pasó para febrero del 2002.

  BUENOS AIRES (ABA).- Habían viajado a la capital federal con ilusiones de venderlo todo. Pero, aunque no lo consiguieron, regresan a la región con la frente alta: por primera vez en más de 20 años de trabajo, los crianceros rionegrinos, neuquinos y chubutenses de pelo de caprinos angora pudieron negarse a vender su producción a un precio menor al fijado de común acuerdo por las cooperativas del sector y se preparan para ofrecer sus lotes nuevamente en febrero, cuando la compra alcance los valores fijados desde la oferta.
Ese fue el resultado de la licitación que organizaron ayer en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación los 400 productores de la Patagonia que participan del programa de Mejoramiento de la Producción y la Calidad del Mohair (pelo de cabra) que coordina el INTA de Bariloche y el Ente de Desarrollo de la Región Sur.
El objetivo de la convocatoria pública era comercializar en la ciudad de Buenos Aires los 40.000 kilogramos de fibra Mohair producidos y acopiados por los minifundistas de Río Negro, Neuquén y Chubut durante la última temporada.
Sin embargo, el precio de base fijado por los ofertantes para desprenderse de semejante volumen de material no fue alcanzado por los compradores, lo que provocó que no se acordara el valor de la venta y se decidiera posponer la nueva licitación para febrero próximo.
"No interpretamos como un fracaso la licitación por el hecho de que los productores ya cobraron por sus lotes como parte del programa. El Ente de Desarrollo y la SAGPyA les compraron la producción y la intención de venir a Buenos Aires era vender a un precio mayor, con el poder de negociar unidos y con una base garantizada", afirmó Jorge Arrigo, técnico del INTA Bariloche y coordinador del programa Mohair.
Y agregó: "Gracias al programa, es la primera vez que los productores pueden decidir que prefieren esperar a que les ofrezcan una paga superior porque nos les convenció la primera propuesta. Antes, cuando negociaban solos, debían aceptar lo que los compradores ofertaban. Pero ahora, las cosas están cambiando".
Justamente, la iniciativa de la SAGPyA propende a que los productores se adecuen a las nuevas exigencias que el mercado impone y eliminen intermediaciones comerciales desfavorables, al tiempo que mejoren la calidad de su producción.
La comercialización que tradicionalmente adoptaban estos minifundistas patagónicos se realizaba en lotes no mayores a los 150 kilogramos, con escaso acondicionamiento de las fibras y sin conocer los precios del mercado.
Por eso, la mayoría de las veces debían vender su producción al precio impuesto por un único comprador, y recibiendo por ella mercaderías de trueque en vez de dinero en efectivo.
"Lo que intentamos hacer para cambiar esta situación es brindar transferencia de recursos, conocimientos y tecnología a través del programa. Y lo principal es organizar estas ventas conjuntas luego de acopiar las producciones", explicó el secretario ejecutivo del Ente para el Desarrollo de la Región Sur, Carlos Irasola.
"Además, queremos agregar valor al trabajo. Si empezamos a procesar el Mohair sucio, ofreciéndolo lavado y peinado directamente a la industria, aumentamos las posibilidades de que el precio final que se obtenga esté más de acuerdo con el trabajo que cuesta producir", completó Irasola.

Un programa exitoso

INGENIERO JACOBACCI (AJ).- En 1997 un grupo de productores de la Región Sur, con el apoyo del Ente para el Desarrollo de esa zona, el Inta Bariloche, la Sagpya y el Programa Social Agropecuario ponen en marcha el Programa Caprino de Angora.
Su objetivo fue mejorar la calidad del pelo de cabra mediante la implementación de la técnica de inseminación artificial, para lo que se importaron reproductores de Nueva Zelanda y Australia. Sin embargo el tema comercialización era un materia pendiente. Si bien se había mejorado la calidad del pelo los productores lo seguían malvendiendo o canjeándolo por alimentos o forraje a los "mercachifles" lo que significaba pérdidas de valor superiores al 30%.
El Programa Mohair nació como un subprograma del Caprino con el fin de incrementar la rentabilidad del productor. Se hizo hincapié en mejorar la esquila, el acondicionamiento, la clasificación y la comercialización del pelo. Así, en 1997 y con un prefinanciamiento del Programa Social Agropecuario un pequeño grupo de productores acopió, clasificó, lavó y peinó, diferenció y vendió el pelo en forma conjunta logrando una rentabilidad superior al 46% respecto del precio obtenido en años anteriores y por ventas individuales. Ese año el volumen de pelo alcanzó los 2.834 kilos. Durante los posteriores éste se fue incrementando a 4.200 kilos, en 1998; a 6.998, en 1999, a 30.000 en el 2000 y a 40.000 este año.

Foto: Con reproductores de Nueva Zelanda y Australia, la producción de pelo caprina ha dado un salto cualitativo en la Región Sur.

   
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