Martes 11 de diciembre de 2001

 

Ex trabajadores luchan por reabrir Fricader

 

Unas 200 personas se unieron para formar una cooperativa en Roca.

  ROCA (AR).- Casi diez meses pasaron desde que el frigorífico Fricader de Roca, presionado por las denuncias por contaminación ambiental y por una situación económica asfixiante, sellara su propia quiebra y cerrara las puertas de una empresa que durante décadas fue el único pulmón laboral de decenas de personas del barrio J.J. Gómez.
Todas o al menos una inmensa mayoría de sus ex trabajadores por estos días figuran en las largas listas de desempleados que no encuentran forma de reinsertarse en el mercado laboral. Junto a sus hijos asisten a los comedores comunitarios del populoso barrio roquense desde que en febrero de este año, el Senasa prohibió las tareas de faena.
Esos datos son suficientes si lo que se quiere es trazar una radiografía del presente de Fricader y de lo que fue de los 30 empleados que allí trabajaban al momento del cierre. Pero desde hace unas pocas semanas la palabra que más se escucha entre los ex trabajadores es otra: futuro.
Desde los primeros días de noviembre, más de 200 personas entusiasmadas con el apoyo de todo un barrio, están agrupadas en una comisión para darle forma a la Cooperativa de Trabajo y Productores Ganaderos J.J. Gómez Ltda. Es "la única forma de recuperar nuestra fuente de trabajo a través de lo único que tenemos como propio: el conocimiento de la labor, del trabajo y la eficiencia", explican los ex empleados.
El grupo se dispone a buscar un apoyo político que se niega a aparecer y un crédito bancario con respaldo y garantías inciertas, que les permitirá volver a esa planta en la que algunos pasaron más de la mitad de los años de sus vidas y aprendieron el único oficio que hoy conocen.
Norma Matia trabajó 25 años en el sector de "menudencias" de Fricader. En febrero y luego de dos meses de atraso salarial se encontró con que no sólo se quedaba sin trabajo: "No supimos nunca si nos iban a pagar los sueldos que nos debían o alguna indemnización. Nunca nadie dio la cara". Por estos días la mujer es vocal de la comisión que en las próximas semanas buscará "la oportunidad de reabrir el matadero, porque queremos ser propietarios de la planta. Para ello necesitamos acceder a la línea de créditos que nos permita ponerla en funcionamiento", explicó Jose Mancini, presidente del grupo y quien fue el encargado de mantener los primeros frustrados contactos políticos para lograrlo.
"Tuvimos reuniones con (el secretario de Gobierno Claudio) Mozzoni y con el de Gobierno y Coordinación, Carlos Rodríguez, y no pudimos llegar a nada y encima Ricardo Sarandría nunca nos atendió", aseguró Mancini.
"Sabemos de las posibilidades y de los beneficios crediticios con que puede contar un empresario a la hora de decidirse a invertir en la compra de una planta con estas características. Nosotros necesitamos que nos den las mismas posibilidades", se esperanzan. "Nosotros queremos que nos alquilen durante años el matadero y después poder acceder a comprarlo. Estamos seguros que las cosas nos van a salir bien", afirman.
Las puertas oxidadas y cerradas desde hace largos meses, un viejo camión que se utilizaba para el traslado de la carne faenada olvidado y sin funcionar, y un sereno que en silencio también apuesta a la reapertura de la planta, forman parte de lo que Fricader deja ver por estos días desde una entrada que esta prohibida no sólo a personas ajenas, sino a los mismos ex empleados. Pese a eso, hay 200 personas que hoy están embarcadas en lo que seguramente representa el proyecto más ambicioso de sus vidas y aseguran que no van a renunciar.
"Fricader está abandonado, pero está recuperable", sintetiza Mancini. "Lo que pasa es que todos los que estamos acá sabemos que si por ejemplo la caldera está rota, vamos a necesitar de algún repuesto, pero la vamos a arreglar nosotros. Esa es la ventaja de haber pasado tantos años acá adentro y de haber hecho toda la vida este trabajo", explicó.

Fue una de las empresas más importantes

ROCA (AR).- Hace no muchos años Fricader fue una de las empresas del Estado más prósperas y solventes y llegó a contar con una planta de personal de 170 personas.
En diciembre de 1990 y en el marco de una política nacional de privatización de entes del Estado, el gobierno rionegrino privatizó la empresa y con el cambio de patrones ya nada fue lo mismo. Con el correr de los meses y los años allí sólo se habló de baja en la producción y despido de empleados hasta que en febrero de este año llegó el temido cierre definitivo de la planta, luego de que Fricader S.A. presentara la quiebra.
"Harina de carne, chacinados, cebo se dejaron de hacer y en el último tiempo lo único que se hacía era faenar. El resto se tiraba y así surgieron los problemas con la municipalidad y las denuncias por contaminación por la quema de huesos. Nada se recuperaba y es por eso que este año sólo eran necesarias para trabajar treinta personas en todo el matadero, cuando antes se necesitaban más de cuarenta sólo para faenar", explicó Mancini.
El presente complicado y futuro incierto de los ex empleados de Fricader es en Gómez un tema de preocupación. Así lo sostuvo César Campos, del Centro de Jubilados local. "Ya comprometimos el apoyo de todos los vecinos para acompañarlos en su lucha y para ayudarlos a reabrir la planta. Por ahora el apoyo que les brindamos a casi todas esas familias es a través del comedor comunitario y que les abrió las puertas después de los despidos", aseguró Campos.

   
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