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Lunes 17 de diciembre de 2001 | |
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Rácing ya tiene el primer lugar, falta la vuelta |
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Venció a Lanús sin brillar, pero está a un paso del título.
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| BUENOS AIRES (DyN) - Rácing Club se aseguró al menos un desempate al ganarle 2-0 a un Lanús inexpresivo y sin alma, pero su juego sigue sin convencer y el próximo domingo deberá salir indemne de su visita a Vélez para soltar de una vez por todas el festejo que se le niega desde hace 35 años. Rafael Maceratesi en el primer tiempo y José Chatruc en tiempo de descuento, cuando la multitud albiceleste sólo quería que se terminara el partido, le dieron forma a la victoria que el puntero necesitaba para asegurarse el primer lugar. Rácing llegará a la última fecha del torneo Apertura con tres puntos de ventaja sobre Ríver, que será local ante Rosario Central, y, en caso de rescatar al menos un empate frente a Vélez, podrá dar la vuelta olímpica que tanto anhelan sus hinchas. Si Rácing llegara a perder en Liniers y Ríver le gana a Central, tendrían que jugar un desempate en cancha neutral el miércoles 26 para definir al campeón. La ventaja conseguida en el primer tiempo fue justificada, aunque sus argumentos fueron los mismos de siempre: ataque desordenado, ausencia de un conductor, abuso del pelotazo. Al principio, Lanús le achicó los espacios y lo complicó, saliendo rápidamente desde su campo a través del buen manejo de Silvio González, el organizador de juego de los "granates". Rácing cometió algunas desatenciones en el juego aéreo y Lanús lo inquieto por ese vía en dos ocasiones, ambas producto de centros provenientes desde la derecha. En la primera, Diego Bustos cabeceó a las manos de Gustavo Campagnuolo y, en la segunda, Sebastián Coria metió un frentazo que se fue por encima del travesaño, para alivio de las 54 mil almas que pintaron el Cilindro de celeste y blanco. Una vez que se asentó en el campo de juego después de los diez minutos iniciales, Rácing se mostró como el más ambicioso e insinuó mayor peligrosidad que su rival. Sus intentos, eso sí, fueron más desprolijos y confusos que claros. Obligado por la desventaja, Lanús se adelantó unos metros, pero lo único que hizo fue desnudar sus limitaciones a la hora de atacar y dejar espacios que Rácing supo aprovechar en cuentagotas. A los 35, Pontiroli sacó con esfuerzo al córner un remate lejano de Gustavo Barros Schelotto, y enseguida se lo perdió Maceratesi. Si el desarrollo había sido pobre en el primer tiempo, en la segunda mitad decayó todavía más.Entre el conformismo de Rácing y la apatía de Lanús, la pelota anduvo lejos de los arcos. La "Academia" retrocedió muchos metros para refugiarse en su campo, los volantes pasaron poco y nada al ataque, y los chicos alcanzapelotas desaparecieron como por arte de magia. A excepción de Gerardo Bedoya, quien mostró categoría y calidad desde la defensa, el resto lució nervioso, como si el compromiso por conseguir el título fuera una carga demasiada pesada para ellos. En el descuento, el ingresado Diego Milito sacó un remate que pegó en el travesaño y Chatruc llegó para conectar el rebote a la red. Ahí sí, Rácing respiró aliviado e ilusionado, pero también con alguna que otra duda sobrevolando su mente. |
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