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Ariel Ortega criticó ayer con dureza al delantero de Rácing Maximiliano Estévez, quien calificó a Martín Cardetti de "mala leche cornudo", al sostener con ironía que "el fútbol argentino sabe quién es este pibe".
"La verdad que Estévez me da risa. En el fútbol cada uno sabe quién es quién. Si fuera un jugador que ganó muchas cosas o de trayectoria, pero creo que el domingo jugó su primer partido importante. No lo entiendo", disparó el "Burrito" Ortega en diálogo con Télam, tras la práctica matutina que cumplió ayer el plantel "millonario" en el Hindú Club.
"Me di cuenta de todo lo que hizo cuando lo vi a la noche por televisión. Uno se puede "cagar" a puteadas o a codazos con un rival, pero cuando termina el partido ya está (Ortega le pidió disculpas a Claudio Ubeda). Pero ya dije, cada uno sabe quién es quién en el fútbol", agregó el delantero jujeño, quien fue el primero en "cachetear" a Estévez tras el pitazo final de Héctor Baldassi.
Para Ortega y la gran mayoría de los jugadores del fútbol argentino lo que hizo Estévez es imperdonable. "No le digo nada. El tendrá a su familia y amigos que lo aconsejarán. Sus declaraciones fueron muy desubicadas. Te podés disculpar por decir otras cosas, pero se metió con la familia y no tiene nada que ver. Es increíble", opinó.
En tal sentido, su compañero Eduardo Coudet aseguró que "lo más irrespetuoso es que haya tocado a la familia. Si él (por Estévez) hubiese hecho declaraciones fuertes en contra de (Martín) Cardetti no digo que hubiera estado bien, pero bueno, a lo mejor era por la calentura del momento. Pero las declaraciones involucraron a la mujer. Por eso estuvieron muy mal".
"Me sorprendió. Más allá de la calentura, son cosas que no se dicen ni se hacen. Dentro de la cancha todo vale, pero una vez que se termina el partido ya está. Quedó todo adentro. Después se rectificó, habrá recapacitado y en frío se dio cuenta del error que cometió", señaló.
El "Chacho" Coudet siguió con su repertorio y puntualizó que "eso hay que pensarlo antes, porque ahora el daño ya está hecho. La gente que está detrás a lo mejor lo sufre más que uno, porque nosotros sabemos cómo es esto y la familia no", sentenció.
"¿El Apertura es "historia"? Está muy difícil y duro ganar el campeonato. Cuando estás para campeón ligás... El empuje anímico que le dio el empate a ellos, por la manera en que se dio, los beneficia. Quedan tres partidos y los jugaremos a muerte", aseveró Coudet.
"No digo que guste o no. Para ir primero tenés que hacer méritos. Más allá del resultado y la calentura de que nos empataron el partido, no le puedo quitar eso a Rácing porque está ahí arriba y por algo es. Seguramente hizo cosas bien o mal, pero son más las que hizo bien porque sino no sumás tantos puntos", finalizó.
Para Ortega aún el asunto no está terminado. "Rácing todavía no es campeón, faltan tres fechas", remarcó. (Télam).
Lo que viene: Ramón prevé dos variantes
Con la mente puesta en Lanús y, además, masticando, aún la bronca que le quedó tras el agónico empate de Rácing, el plantel "millonario" cumplió su entrenamiento en el Hindú.
La novedad fue que el volante ofensivo Andrés D"Alessandro no entrenó con sus compañeros (tenía el permiso del cuerpo técnico), ya que debía retirar el pasaporte comunitario.
Respecto del equipo que empató con Rácing, Ramón Díaz realizará dos cambios obligados: Guillermo Pereyra por Coudet y Fernando Cavenaghi por Ariel Ortega, quien sumó su quinta amarilla y deberá purgar un fecha de suspensión.
En consecuencia, los once serían Angel Comizzo; Ariel Garcé, Celso Ayala y Mario Yepes; Pereyra, Cristian Ledesma, Esteban Cambiasso y Víctor Zapata (tiene una molestia en el aductor derecho, pero no tendría problemas para jugar); D"Alessandro; Cavenaghi y Martín Cardetti.
El plantel volverá a practicar hoy.
Reproche: Ese eterno "fantasma" sobre los arbitrajes
El "Chacho" Coudet comentó que algunos arbitrajes los perjudicaron, aunque dejó bien en claro que no cree que haya mala fe de parte de los jueces contra Ríver.
"El resultado nos golpeó. Pero también nos afectó no haber tenido suerte en algunas decisiones de los árbitros, aunque con esto no quiero decir que haya mala fe contra nosotros", deslizó.
Y luego enumeró los fallos que atentaron contra su equipo. "A lo mejor nos perjudicó un penal mal cobrado frente a San Lorenzo (2-2); una pelota que no se fue y terminó en gol ante Chicago (1-2), la falta a Comizzo en el gol de Colón en Sante Fe (0-1) ... y son varios puntos perdidos por errores que nos han perjudicado sin intención", se lamentó.
"No ligamos. A ellos los arbitrajes lo favorecieron como el penal contra Colón y a nosotros nos perjudicaron como el domingo", afirmó.
"A veces los árbitros tienen que tratar de ver lo que pasa y en el montón observan algo e informan. Pero me parece que si fue informado Estévez, yo no era el indicado para ser el otro jugador informado", opinó.
"En el otro tumulto (en el que participaron Estévez, Ortega y Cardetti) no estaba (en realidad sí participó ya que le tiró una patada al "Chanchi"). Lo mío fue leve. Después los tantos se aclararon y quedó todo resuelto", subrayó.
Pero Coudet sí se refirió a la situación por la que fue informado por el árbitro del partido, Héctor Baldassi y estaba empecinado en aclarar por qué tuvo un cruce verbal con el volante colombiano de Rácing. "La discusión con Bedoya fue por una jugada particular. Me pareció que había actuado mal. Nosotros estábamos esperando que nos devolvieran la pelota y casi nos hacen el gol. Entonces fui a recriminarle", indicó.
"No entiendo porqué no devolvieron la pelota los jugadores de Rácing. En esa jugada yo quedé en el piso y soy consciente de que no estaba haciendo tiempo (Ríver ganaba por 1-0)", puntualizó.
"Antes había pasado algo parecido con (Angel) Comizzo.
Nosotros contra San Lorenzo, en cancha de Ríver, íbamos empatando (2-2), devolvimos la pelota y nos "comimos" todo lo que vino después porque la gente quería que el equipo gane", recordó.
"Me molestó lo del lateral. Son cosas que no hay que dejar pasar por alto porque son desleales, y si nos hacían ahí el gol se hubiera armado flor de lío. Después las actitudes personales de cada uno... Somos gente grande y cada quien se hace cargo de lo que hace y dice.
En cuanto a Estévez, con él no tuve roces", aclaró. (Télam).
"Santos": Romeo ya arregló con el Hamburgo
El goleador de San Lorenzo, Bernardo Romeo, tiene "posibilidades" de ser transferido en la próxima temporada al club Hamburgo de Alemania.
Romeo confirmó ayer que ya acordó su contrato con la entidad germana y que pasaría al fútbol europeo "en enero", si la transferencia se concreta entre los dirigentes.
"Sí, es verdad, hay posibilidades. Se está negociando y están avanzadas las gestiones para irme en enero", dijo Romeo a radio La Red.
El delantero, sin embargo, evitó ilusionarse con la posibilidad de pasar al fútbol europeo luego de que en agosto se frustró su transferencia al club Bayern Leverkusen, también de Alemania, junto al mediocampista Leandro Romagnoli.
"Hay más esperanzas. La gente del Hamburgo está interesada pero no es fácil una operación de un día para el otro", comentó el delantero.
Sin embargo, Romeo anticipó que la transferencia se realizaría si antes acuerda con la dirigencia de San Lorenzo la forma de pago de una deuda contractual.
El delantero lleva 18 meses jugando sin contrato y en junio, si no se concreta la venta, quedará en libertad de acción y será dueño de su pase.
La buena campaña que realiza el equipo en la Copa Mercosur, donde llegó a la final, le permitiría al club contar con el dinero necesario para pagar la deuda y así permitir la venta del jugador al fútbol europeo.
El "Beto" en duda: Alberto Acosta se perdería el clásico del domingo ante Huracán por otra fecha del Apertura y corre riesgo de que tampoco juegue el primer partido de la final de la Copa Mercosur ante Flamengo, en Brasil, el miércoles próximo.
El delantero, de 35 años, no inició aún la recuperación final de la lesión y, peor aún, padece dolores en el muslo derecho, por lo que hoy se someterá a una serie de estudios para determinar la evolución de la lesión.
Acosta se lesionó en un entrenamiento que realizó el plantel antes de que San Lorenzo jugara, en Brasil, la primera semifinal de la Mercosur ante Corinthians. (Infosic).
Otra vez como hace 50 años
El azar futbolístico quiso que el domingo Rácing y Bánfield -dos equipos con realidades distintas- revivan una de las páginas más memorables de la historia de los torneos argentinos, cuando en 1951 disputaron dos finales para consagrar al campeón.
Rácing querrá ser campeón después de 35 años de frustraciones, con el recuerdo de aquella final del 5 de diciembre de 1951, en la que derrotó a Bánfield en el partido decisivo con gol convertido por el delantero Mario Boyé.
El conjunto albiverde está muy lejos de aquella performance de hace medio siglo, cuando igualó el primer puesto con el equipo de Avellaneda y debieron disputar dos encuentros para dirimir el certamen.
Ilusionado luego del triunfo ante Boca, Bánfield, último en la tabla del descenso y que busca sumar para escapar de la zona de peligro, espera arruinarle la fiesta y ejercer una "venganza histórica" por aquel campeonato perdido.
Los caprichos del fútbol quisieron que los equipos vuelvan a ser protagonistas de una definición de campeonato.
En épocas del general Juan Domingo Perón el conjunto de Avellaneda consiguió el tricampeonato, un hecho inusual para el fútbol, y su oponente se convirtió en el primer "club chico" que llegó a una instancia consagratoria.
En tiempos de Fernando de la Rúa, Rácing tiene su corazón puesto en el campeonato y su recuerdo depositado en la gloria de 1966. Bánfield quiere entrar nuevamente a la historia. (Infosic). |