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Lunes 10 de diciembre de 2001 | |
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Con quince minutos de fama no alcanza |
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"Quince minutos", con Robert De Niro. La fama y la locura. |
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Quince minutos de fama no bastan. Si cada ser humano tiene el derecho a exigirlos ya es otra cuestión. Los reality games o telenovelas con formato de realidad han demostrado que la voracidad humana tiene límites imprecisos. Durante horas, días y noches, un par de chicos pueden divagar, frente a una cámara, acerca de la inmortalidad del cangrejo sin que se les caiga una pestaña.
Que a un loco se le ocurra la idea de pasar a la posterioridad cometiendo atroces asesinatos como parte de una película casera grabada en video, no debería sonar extraño tal como están las cosas. "15 minutos" de John Herzfeld juega con esta fantasía del horror. Un par de asesinos rusos llegan a los Estados Unidos a cobrar una deuda pero en el camino descubren las posibilidades que ofrecen los medios masivos americanos: un noticia siempre es una buena noticia aunque se trate de aberrantes homicidios. Una vez que este par mata a ex-socio y a su pareja la cámara comienza a rodar. Mientras uno dice encarnar a Frank Cappra, el otro se asume como un carnicero con aspiraciones de best seller. Entre cuchillada y cuchillada urden un plan maestro: su locura los salvará de la prisión y una vez demostrada su sanidad en un centro psiquiátrico, abogados y médicos mediante, deberán dejarlos libres porque nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo crimen. El plan tiene un problema, estos tipos están realmente chiflados. Tan ansiosos de la sangre como de volverse conocidos. La participación de Robert De Niro como el detective Eddie Flemming, apenas si bosqueja mejor la personalidad de los asesinos. El mismo es una estrella de la televisión, un policía brillante que utiliza su fama para resolver los casos en los que trabaja. Jordy Warsaw (Edward Burns), un bombero del departamento de investigaciones de este cuerpo, acompaña a Flemming en la búsqueda de los psicópatas después de que un crimen y las llamas confluyen en un departamento. El filme no aventaja a otros que ya han planteado el tema de los medios y la exposición en los últimos 10 años. Desde distintas ópticas lo hicieron "Asesinos por naturaleza", "Mentiras que matan", también con Robert de Niro y "The Truman show", entre otras. "Quince minutos" tiene la suerte de contar con De Niro, un actor de talento tan descomunal que es capaz de levantar hasta un personaje que el guión no ha conseguido definir. Hay por lo menos dos escenas que valen la pena ver en un filme donde sobran las tomas de esa camarita en manos inexpertas. Una de ellas, con De Niro por supuesto, es cuando el policía practica frente a un espejo la manera en que le va a pedir matrimonio a su novia. La otra describe la fuga de una trampa de fuego que le han preparado en un departamento al bombero y a una chica testigo de los homicidios. El resto es un andar sin rumbo por las ya conocidas fórmulas de entretenimiento que vende Hollywood. (C.A.) |
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