Miércoles 21 de noviembre de 2001

 

Un millar de chicos pidió por sus derechos

 

La colorida marcha culminó en el Parque Central neuquino. Codo a codo, hasta autistas se sumaron reclamando integración.

  NEUQUEN (AN).- Fueron todos. Desde niños mapuches hasta chicos murgueros de los barrios del oeste, estudiantes secundarios de escuelas y de aquí y de allá, y pibes de la calle. Todos pidieron por lo mismo. Por ellos mismos y por muchos otros que no tienen voz.
"Escuchame che", fue la frase consigna de la particular marcha. El mensaje, pintado sobre una bandera enchastrada con huellas de manos de todos colores, se extendió a lo ancho de las calles por donde pasó la columna que -en algunos tramos- superó los 250 metros de largo. Por más de dos horas, una legión de chicos "sub-16" se hizo dueña de las calles que abrazan al parque central de esta ciudad, para pedir por los derechos de los niños de todo el mundo "como si hiciera falta recordar cuáles son esos derechos", advirtió el pediatra neuquino Adolfo Coco Mantilaro, el hombre que organizó la movida. La marcha sumó a más de mil personas, casi todas niños y adolescentes.
"A los chicos no hay que pegarles y hay que dejarlos que jueguen", recalcó Carina Vanesa, de seis años, una de las integrantes de la murga "Buscadores de Ilusiones", del barrio Provincias Unidas de Neuquén. La niña vestía un traje azul y blanco y alrededor de su ojo derecho tenía pintada una estrella violeta. "A los chicos también hay que dejarlos que corran y que no se caigan y dejarlos bailar", agregó Carina, con el rotundo apoyo de Luciana, una amiguita "muy buena". La caminata comenzó a las cuatro de la tarde, en la esquina de San Martín y Salta, donde desde muy temprano se congregaron muchísimos chicos y unos cuantos grandes llegados desde todos los puntos de la ciudad. En el día en que se recuerda la declaración internacional por los Derechos del Niño, Neuquén tuvo su movilización distinta, con mucho color y buena onda.
"Por los pibes todo, que aguanten los pibes de la calle y que se los empiece a escuchar, ellos tienen todos los derechos y hay que darles bola, si no estamos todos listos", sostuvo Elio Múñoz, un habitué de todas las marchas que se realizan en esta ciudad. Múñoz, que toca el tamboril, desde hace cinco años encabeza el grupo de percusionistas del gremio que agrupa a los trabajadores estatales. El grupo se ubicó en la retaguardia de la columna que a las 16.30 comenzó a moverse por la calle San Martín. Unos metros más adelante, se movió la murga del Centro Provincial de Enseñanza Media 29 de esta ciudad con su representación en contra de las drogas y en favor de la vida y la libertad. La murga, que en los últimos tiempos ha regado de alegría las calles de Neuquén, tiene zanquistas y hasta un lanzallamas.
En el medio de la columna, un par de mujeres y dos niñas reclamaron que se integre a los niños autistas. Manuela, una chica autista de doce años, caminó durante una hora abrazada y con la cabeza gacha. A su lado, Nailiam, de 13, también cumplió con el difícil recorrido.
"Pedimos que se integre a los chicos autistas a la educación especial, hoy por hoy su incorporación no está contemplada en ninguna rama. Ellos tienen derechos que no se cumplen", afirmaron Mónica Rodríguez y Diana Costa, quienes conforman un grupo de padres y profesionales que trabajan para mejorar la calidad de vida de los niños con autismo. Detrás, los niños mapuches levantaban pancartas con fotos del día en que fueron corridos por la Policía por pintar murales en los paredones de Repsol-YPF.
Tras desandar las calles San Martín, Olascoaga y Sarmiento, la marcha de los pibes cortó por la calle Salta (la obsesión del intendente Horacio Quiroga) y se instaló junto al escenario permanente del parque Central. Allí siguió la fiesta. Volvieron a retumbar los mensajes para los más grandes, para los muchos que no escuchan.

Mensaje para los adultos

NEUQUEN (AN).- Adolfo "Coco" Mantilaro desde hace tiempo que peina canas y sólo canas. Es pediatra y referente obligado de cuanta actividad social en favor de los chicos, ancianos, madres solas o padres necesitados se realice en esta ciudad. El hombre, de 61 años, se cansó de regalar sonrisas y caricias a cuanto chico le pasó cerca ayer durante la marcha que lo tuvo como uno de los principales organizadores. "Hay un mensaje muy especial para los adultos, los derechos de los chicos están escritos y hay que cumplirlos", afirmó Mantilaro en diálogo con este diario en un alto junto al monumento a la Madre. Con su cámara de fotos retrató decenas de rostros menudos. De caras que se adivinan suaves y también de las que lucen cachetes inconfundiblemente paspados. Mantilaro dijo que la marcha no le produce alegría pero sí satisfacción por la cantidad y calidad de gente que se sumó a la protesta. Mientras hablaba con el periodista, algo que prefiere evitar cuando es posible, desde una vieja rastrojera y un par de enormes parlantes cargados al rodado se escuchaba: "Por el río de la Plata suspiraba una gaviota que en el suspiro decía ¡Vamos pibes todavía!".
"Fue un mes y medio de trabajo, y valió la pena", completó el médico que apenas llegado a la región solía recorrer los barrios pobres montado a un bicicleta que tenía un timbre a modo de bocina para que las madres salgan con sus chicos y así revisarlos. Ayer se lo pudo ver espiando las amígdalas de una nena con trenzas. No muy lejos, con uno de los tantos grupos con los que ejecuta trabajos solidarios, estaba su esposa Brasa Mantilaro, otras de las promotoras de la iniciativa.

Foto: Con mucha alegría y buena onda, niños y adolescentes marcharon al ritmo de los tamboriles. Por momentos la columna llegó a 250 metros de largo.

   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación