Domingo 18 de noviembre de 2001

 

La fiebre de las motos invadió Choele por dos días

 

Se hizo un encuentro nacional con más de 150 motoqueros. Llegaron a la Isla 92 desde distintos puntos del país.

  CHOELE CHOEL (AVM).- "No es lo mismo sentir el viento en el pecho" aseguró Alejandro, quien llegó el viernes en su moto desde el Alto Valle. La respuesta estuvo dirigida a alguien que lo quería convencer de que utilizar una camioneta tenía más ventajas.
Las palabras de Alejandro encierran la pasión que sienten los más de 150 motoqueros que llegaron a Choele Choel durante los últimos dos días. El imán era compartir un nuevo encuentro nacional de motoqueros, que por primera vez se realizó en Río Negro.
Durante esos días, la ciudad se convulsionó, y el ritmo habitual cambió. Poco importó el censo u otras actividades que hubo en la localidad. Todos por un rato dejaron sus obligaciones de lado y se llegaron hasta la isla 92 donde los motoqueros hicieron su campamento.
El encuentro se convirtió así en una paseo para los vecinos, sobre todo para los jóvenes que miraban asombrados cada "fierro" nuevo que llegaba.
Dada la importante movida que generó el encuentro en la ciudad, se especula con que se pueda repetir todos los años.
"Nos jodió un poco el censo pero igual llegaron un montón de motos y vamos a ver si lo podemos repetir", señaló Daniel Adaro, presidente del grupo local "Ruidos Extraños", a cargo de la organización del evento.
"Esto es hermandad, porque aunque no te conozcas con muchos motoqueros, hay ciertos códigos que todos respetan. El primero de ellos es el respeto por el otro, no importa si no lo conocés, si hay un trago se comparte, y si ves a alguien en la ruta con problemas, parás. Esas cosas se respetan y los que han andado mucho lo saben", sostuvo un motociclista llegado desde Regina, que a pasado por casi todos los encuentros que se realizan en el país.
Existen en medio de esa marea de motos y hombres, cientos de historias. Todas y cada una de ellas tienen lazos entre los "fierros" y el amor que sienten sus dueños por ellos.
Alejandro trabajo durante más de diez años en un establecimiento frutícola del Alto Valle, pero se quedó sin trabajo. Con la indemnización lo primero que hizo fue cambiar su moto por una más grande y moderna. "Después hice cualquier cosa para sobrevivir. Cuidar chanchos, cosechar pelones. Pero esto no lo cambio por nada del mundo", sostuvo.
También está Orlando, que tiene 65 años, pero desde hace más de 30 que es un apasionado por las motos. Sus bigotes y su chaleco de cuero pueden llegar a confundirlo con algún motoquero "yanqui". Pero en su mayoría, todos los que llegaron hasta Choele Choel, tienen enormes diferencias con aquellos motociclistas enfundados en cuero que el cine norteamericano y la prensa dibujaron como auténticos villanos que arrasaban a su paso con todo.
"Nosotros somos laburantes. Dejamos nuestros trabajos para estar un rato juntos y compartir este sentimiento", mencionó René, quien llegó desde Trelew. "Hay muchos lugares en los que te miran "torcido". Y sobre todo la policía que te para en todas partes y te revisa todo, tiene esos prejuicios al ver a un grupo de motoqueros" relató Beto, quien vino desde Azul en la provincia de Buenos Aires.
La pasión por las motos y los encuentros superan cualquier distancia, cualquier dificultad. Así por ejemplo una pareja llegó desde Bahía Blanca a dedo, porque les habían robado la moto hace pocos días.
Otro motoquero muestra las huellas de su último accidente, una pierna llena de clavos. "Tuve 22 accidentes, algo así como dos accidentes por año", dijo.
Al caer la tarde en la isla, los bramidos de las bestias de metal asustan a las aves que están en la isla. Y al final las palabras de un pibe que ya se va, parecen cerrar la escena: "nos vemos en otro encuentro", acelera y se pierde en el camino polvoriento.

"Una imagen equivocada"

CHOELE CHOEL (AVM).- Por diferentes cuestiones, sobre todo por los prejuicios nacidos de la fantasía, los motoqueros son en muchos sitios vistos con malos ojos.
"Esa imagen es equivocada. Yo no te digo que no hay algunos que hacen cualquiera, pero la mayoría somos laburantes que amamos andar en moto, que nos juntamos, que compartimos esta historia", señaló René, presidente de la agrupación "Caballos de Hierro" que nuclea una importante cantidad de amantes de los fierros de Trelew.
"Al principio nos miraban mal. Pero ahora ese concepto a cambiado, he incluso nos invitan a los desfiles del pueblo", agregó.
"El tema es que nosotros recorremos los pueblos pero además generamos movidas. Como repartir entre los chicos calzado o guardapolvos para el día del niño", mencionó.
"La agrupación nació hace como cuatro o cinco años" dijo Orlando, el más veterano de los motoqueros.
Al igual que los "Caballos de Hierro", el resto de las agrupaciones tiene historias similares. Que no sólo protagonizan los hombres. "Acá participa toda la familia. Yo aprendí esto de mi viejo y lo llevo en el alma. Y viajo con mi señora y mi hija", sostuvo René mientras señala a una nena que aún usa chupete, pero que también tiene su chaleco de cuero.
Incluso la visión de algunas personas que se acercaron con prejuicios cambió radicalmente luego de ver la tranquilidad y hermandad que reinaba en el encuentro.

   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación