Primera baja en la nueva conducción de CALF

El Consejo de Administración removió al secretario general.

NEUQUEN (AN).- Néstor Rody Boras llegó a la sala de reuniones a las 20.30 del miércoles para participar de la sesión del Consejo de Administración de CALF en su carácter de secretario general de la entidad. Después de dos horas, el cuerpo confirmó una versión que a esa hora de la noche era un secreto a voces: su remoción del cargo y su designación como cuarto vocal.
"Fue un castigo ejemplar" fue la frase que circulaba en los pasillos de la cooperativa. Y se constituyó en el primer traspié institucional de la gestión de Rodolfo Inda al frente de CALF.
Boras llegó al cargo de secretario general -uno de los más importantes del directorio de CALF- de la mano de Inda tras seis meses de intensa campaña electoral con la lista Celeste. El proceso finalizó en octubre de 2000 cuando derrotaron a la lista Blanca de Osvaldo Bonvín que permaneció catorce años al mando de una cooperativa que tiene 400 empleados y maneja 50 millones de pesos por año.
De todos modos hubo que esperar 10 meses y superar distintos vaivenes judiciales y hasta una intervención, para que se realizara la Asamblea de delegados que, finalmente, eligió en agosto último a Rodolfo Inda como presidente de CALF.
La nueva conducción mostró unidad desde el primer minuto. Predicó la honestidad y la eficiencia como eje de su gestión. Sin embargo, tras tres meses de administración, aparecieron las primeras diferencias en el directorio que, determinaron, en la destitución de Boras al frente de la secretaría general de CALF. La decisión fue avalada por 7 de los diez consejeros que participaron de la sesión del miércoles.
"Vine a la cooperativa para cambiar las cosas y el hecho de no coincidir con el Consejo de Administración y con Rodolfo Inda me ha costado un castigo ejemplar -dijo Boras-. Acá hubo una campaña en mi contra". Aún así, aseguró que no renunciará: "Voy a trabajar de la misma manera y a apoyar a Inda cuando tenga que hacerlo".
Inda, por su parte, explicó que la decisión del cuerpo -que cuenta con doce miembros- se fundamentó en una necesidad de unificar el discurso hacia la comunidad. "El disenso está bien -enfatizó-, pero se arregla con propuestas y votaciones".
Boras relató que las diferencias con Inda comenzaron cuando el Consejo Administrativo decidió la continuidad en la entidad de funcionarios que trabajaron durante la intervención, que condujo Teodoro Aspesi. Y se profundizaron con la disposición del presidente de CALF de designar a los abogados Marcelo Ortiz, Mario Avalos y Pablo Inda, como asesores legales.
"Avalos e Inda son familiares del titular de la cooperativa y me parece poco ético y totalmente distante de la propuesta de honestidad cooperativa que votaron los socios", criticó.
A todo esto, el Consejo nombró en la sesión última a Avalos y Ortíz para cubrir los cargos en la asesoría legal con un sueldo mensual de 3.500 pesos.
"No son abogados cualquiera. Ellos trabajaron para la Lista Celeste y demostraron capacidad extraordinaria y lealtad cuando lograron que la Justicia penal interviniera la cooperativa", fue la frase que utilizó Inda para justificar la decisión. "Además había que cubrir dos cargos en la asesoría legal -que es un caos- y nadie propuso a otros profesionales", añadió.
Sostuvo que era imprescindible contratarlos para trabajar en los contratos con distintas empresas y de cara al proceso licitatorio que deberá afrontar la cooperativa el año próximo cuando se defina si continúa a cargo de la prestación del servicio eléctrico en esta capital.

Foto: Finalmente, se impuso la voluntad de Inda y Boras fue desplazado de la secretaría general de CALF.