Lunes 26 de noviembre de 2001
 

Frustrada elección consensuada en San Antonio

 

Iban a designar con acuerdo al delegado municipal en el puerto del Este.

  SAN ANTONIO OESTE (ASA)- A los habitantes del Puerto de Ultramar les "dieron la mano, pero se tomaron el codo". El intendente local Adrián Casadei les permitió proponer una terna de candidatos, entre los que él luego pudiera optar por uno para erigir como delegado con respaldo popular, reemplazando a la actual ocupante de ese cargo, la psicóloga del Frente Grande, Nora Barbier, quien ha sido criticada en los últimos tiempos por algunos sectores de la pequeña población marítima.
Pero las ansias de poder de algunos vecinos del lugar y la escasa capacidad de diálogo entre los habitantes terminó transformando lo que debía haber sido un importante paso hacia la representatividad plena de la función del delegado municipal en un papelón, al que el intendente descalificó duramente ayer.
"Perdieron la oportundiad de tener un delegado con consenso, voy a asumir plenamente mis facultades y ahora voy a decidir yo quién será el nuevo funcionario", dijo Casadei ayer ofuscado en un medio radial.
- ¿Alguno de los postulantes queda en carrera?, preguntó su interlecutor.
-"No, están todos afuera", respondió Casadei.
- ¿Incuida la actual delegada?, repreguntaron.
-"Todos", definió el jefe comunal, con una bronca manifiesta.
De esta forma el mandatario puso punto final en la situación del área portuaria. Las críticas hacia la delegada Nora Barbier comenzaron sistemáticamente hace algunos meses.
Según la funcionariapor que-rer hacer cumplir las ordenanzas sin restricciones, lo que generó el rechazo de comerciantes y pobladores que no aceptaban límites. Según algunos vecinos, su gestión tuvo actitudes autoritarias y poco contemplativas.
A principios de octubre Casadei informó que pensaba reemplazarla luego de que pasaran las elecciones del 14. Los plazos se extendieron y un mes más tarde el intendente confirmó que había aceptado una propuesta de comerciantes de la villa para que el nuevo delegado saliera de una terna que le propondrían consensuadamente los pobladores.
Pero el sábado por la tarde, la sorpresa embargó a los habitantes de los tres centros urbanos de la bahía San Antonio, incluidos los funcionarios municipales: en el puerto habían decidido hacer una elección espon- tánea, con seis candidatos, sin padrón, usando como instalaciones para el precario acto comicial un negocio del lugar y hasta para el cual no faltó siquiera -según dicen vecinos portuarios- el clásico reparto de víveres preelectorales y otras prácticas de presión para influir sobre el electorado.
Según trascendió, votaron unas cien personas, habría ganado la actual delegada con algo más de 50 votos, otros 25 sacó el puntero radical encargado del comedor comunitario, mientras que el resto de los postulantes apenas llegaron a los 5 votos cada uno.
Ante esta situación que nada tenía que ver con el pretendido consenso, Casadei cortó por lo sano. "Todos afuera y al nuevo delegado lo elijo yo", sintetizó.
La designación se conocerá en unos días y quien llegue al cargo tendrá la difícil tarea de trabajar en una comunidad de alrededor de 200 habitantes pero profundamente dividida, con una idiosincracia muy particular y con algunos vecinos ávidos de poder que prefieren las polémicas y el escándalo al trabajo silencioso y consecuente.
   
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