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Viernes 9 de noviembre de 2001 | |
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Un relevamiento mostró carencias en El Frutillar |
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El 40% de los vecinos de este barrio de Bariloche no tiene empleo. Existe un fuerte déficit habitacional y falla la prestación de la salud y la educación. |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El relevamiento social realizado por la junta vecinal de el barrio El Frutillar de Bariloche, que abarcó a la mitad de las familias residentes en el lugar, arrojó un índice de desocupación del 40%, una marcada precariedad habitacional y una amplia desprotección asistencial. La iniciativa fue impulsada por un grupo de madres y coordinada por la subcomisión de Acción Social vecinal. A partir de los datos recogidos, dirigentes y vecinos exigieron la instrumentación de un "seguro de desempleo" que cubra "lo mínimo de una canasta familiar", garantías en la prestaciones de salud y educación y la provisión de recursos para el mejoramiento de viviendas. Sobre 487 familias censadas un 40% de los jefes de hogar no tienen "ningún trabajo" y un 29% son subocupados. "El nuestro es un barrio de trabajadores donde la gran mayoría eligió venir aquí, compró su terreno y al tiempo se quedó sin trabajo", reza el documento que analiza y compendia los resultados del relevamiento social. "Hay familias que no tienen nada de nada, donde reina la sensación de impotencia", aseguran los dirigentes de la junta vecinal. Desde esta situación de "desamparo" más de un centenar de residentes de El Frutillar reclamaron la normalización de la atención en el hospital zonal y el centro de salud barrial donde "no se llegan a cubrir las necesidades básicas de funcionamiento". La preocupación tiene una correlación directa con fuerte demanda hacia la salud pública que se registra en el barrio, ya que el 74% de los grupos familiares "no cuenta con ninguna obra social". Condiciones frágiles Producto de la precariedad laboral y del escaso marco de contención que brinda el estado -tanto provincial como municipal- los vecinos deben enfrentar condiciones generales de salubridad, alimentación y vivienda, cuanto menos, frágiles. La gran mayoría de los hogares cuentan con agua potable, pero carece de gas natural y red cloacal. El 41% (unos 200 en total) tienen baño-letrina alejado de la vivienda y sólo unas pocas familias tienen cámara séptica o pozo absorbente. Los riesgos que esto acarrea para la salud de los directos afectados se potencian en inviernos rigurosos como el pasado cuando la lluvia y la nieve acumulada anegó calles y terrenos que carecen de desagües pluviales adecuados, formando grandes lagunas. El relevamiento no sólo refleja la honda preocupación de la junta vecinal hacia la difícil situación que atraviesa el barrio, sino que permite un acercamiento a una realidad que se repite en otros asentamientos de Bariloche y la provincia. En una crítica abierta a los gobiernos nacional, provincial y municipal, los responsables del censo cuestionaron el actual modelo económico y concluyeron que "los partidos no están siendo herramienta de crecimiento político para el bien de la comunidad, sino una casta con intereses propios. |
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