Viernes 30 de noviembre de 2001

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El PJ asumió el control total del Senado y golpea a De la Rúa

 

Puerta, el gran faltador

 

El nuevo presidente provisional del Senado fue a cuatro sesiones este año y presentó un proyecto.

  Federico Ramón Puerta no parece haber llegado a la presidencia provisional del Senado por sus méritos como legislador. De hecho, su gestión como diputado nacional, que finaliza el mismo 10 de diciembre en que asume su nuevo cargo, es decepcionante.
En el último período legislativo, Puerta concurrió a sólo cuatro sesiones en el recinto, colocándose entre los cinco legisladores más "faltadores" del Congreso. Esa escasa dedicación se deja ver en otras estadísticas. El misionero asistió a sólo tres reuniones de bloque de las 36 que se realizaron en el año, no trabajó en ninguna de las comisiones que integra y presentó sólo un proyecto de ley desde que asumió. Demasiado poco para quién tendrá el cargo legislativo más alto y será el vicepresidente virtual de la Argentina.
Ingeniero vial de profesión, empresario y productor agropecuario por vocación, a Ramón Puerta le "picó el bichito de la política" hace no tanto tiempo. Recién a los 35 años se lanzó a la arena proselitista, presentándose como candidato a diputado nacional por el PJ misionero. No le fue bien en esa primera oportunidad: en 1985 la UCR produjo su mejor elección en décadas y pasó por encima al PJ.
Sin embargo, pronto encontró su venganza; y nunca volvió a perder una elección. En 1987 asumió finalmente como diputado. En 1991 ganó la gobernación, cargo para el que fue reelecto -reforma constitucional mediante- en el "95, acercándose casi al 60% de los votos. En 1999 retornó a la cámara baja. Ahora, dos años después, abandona su banca de diputado, luego de haber triunfado en los comicios de octubre, donde por primera vez los senadores nacionales fueron electos por el voto ciudadano.
Puerta es oriundo de Apóstoles, un pueblo norteño de Misiones. Los mayores orgullos de los lugareños se los ha dado la política. Suena extraño, pero el ayer proclamado presidente provisional del Senado reemplazará en el cargo a un vecino. El radical Mario Losada, que retuvo su banca de senador pero no la titularidad del cuerpo, también es de Apóstoles. "De chicos solíamos jugar juntos, andábamos por ahí haciendo travesuras", recuerda Puerta. Pero ya "de grandes" la relación entre ellos está lejos de ser ideal. Compitieron entre sí en varias elecciones y el peronista viene ganando por goleada.
Pero Apóstoles tiene otro "hijo ilustre". El histórico operador radical Enrique "Coti" Nosiglia es de la zona; es más, la familia Nosiglia es de las más poderosas de la región.
Puerta también es amigo de otro misionero famoso. Mauricio Macri suele visitarlo en su estupenda mansión en el medio de un yerbal. Durante su gestión como gobernador, el senador electo fue sospechado en más de una oportunidad de favorecer al grupo Macri en algunos negocios con el Estado misionero; incluso, hace cuatro años, Puerta le ofreció a Mauricio Macri la candidatura para la senaduría por el PJ provincial.
Hoy por hoy, Puerta es el caudillo indiscutible de Misiones. Sus coprovincianos valoran en buen grado su larga gestión como gobernador, y se lo demuestran con votos en cada comicio.
Pero no todos coinciden. Losada, por caso, lo acusa de haber endeudado a la provincia hasta dejarla al borde del default. Misiones acumula una deuda pública de 1350 millones de dólares; y está en el podio de los distritos más endeudados.
Reconocido negociador, millonario (su patrimonio asciende a 6.300.000) y amante de la ciudad de París, a Puerta le bastaron sus condiciones de acuerdista para llegar al segundo puesto de la sucesión presidencial. Aprovechó y encabezó la rebeldía de los gobernadores justicialistas de las provincias chicas contra el "establishment" justicialista para ubicarse en lo más alto.
Por el momento no se posicionó en la interna partidaria. Integrante de la Liga Federal, suele quedar enfrentado a los gobernadores Carlos Ruckauf y José Manuel de la Sota. Duhalde aparece como el principal perdedor con su asunción, pues el bonaerense insistió hasta último momento con que el cargo debía quedar para un radical. Fue menemista, pero hoy reniega de aquella filiación, aunque el miércoles fue uno de los pocos dirigentes nacionales que concurrió al acto de regreso del riojano a la jefatura del peronismo. Más allá de todos esos nombres, Puerta tiene un sueño: quiere ser el próximo presidente de la Nación.
Cada vez que Fernando de la Rúa salga de viaje, podrá ir probando el sillón de Rivadavia.

Gonzalo Alvarez Guerrero
     
     
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