Chávez y empresarios, en pie de guerra
Las entidades convocaron a un "lock out" patronal. El gobierno dice que no cederá.
El "lock out", el primero de su tipo en cuatro décadas, es para protestar contra unas leyes aprobadas por el gobierno del presidente Hugo Chávez y que los empresarios califican de "intervencionistas" y violatorias de la propiedad privada.
El presidente de la central empresarial Fedecámaras, Pedro Carmona, dijo al culminar una asamblea extraordinaria de la organización que sus afiliados aprobaron por unanimidad la medida, a la cual han prometido sumarse varias cámaras binacionales, para exigir la rectificación de algunas leyes. El empresario dijo a periodistas que se trata de un paro cívico nacional de 12 horas "donde toda la gente permanecerá en sus casas, donde no habrá ninguna manifestación callejera".
"Esta acción va a ser tan contundente que tenemos, desde luego, la claridad de que tiene que haber una rectificación" por parte del gobierno, dijo Carmona.
La protesta es, según analistas políticos, la mayor que enfrenta Chávez desde que triunfó en las elecciones de 1998, seis años después de liderar un intento de golpe de Estado en Venezuela. En un acto público con simpatizantes de su proyecto político, Chávez advirtió que detrás de la protesta empresarial existe un "plan político y una conspiración contrarrevolucionaria" para sacarlo del poder.
"Tengo evidencias de contactos de esta cúpula de Fedecámaras, reaccionaria y contrarrevolucionaria, con ex presidentes de Venezuela que están en el exterior", dijo.Chávez reiteró que los pasos dados por su revolución bolivariana no tienen marcha atrás, y vinculó con la conspiración en contra de los cambios que promueve el paro patronal.
Argumentó que los empresarios han reaccionado así porque las 49 leyes que decretó el último día de vigencia de los poderes especiales que le otorgó la Asamblea Nacional durante un año, y contra las que protestará Fedecámaras, tocan los intereses de quienes han sido los "dueños tradicionales del poder en Venezuela". El gobernante advirtió de que "el conflicto es profundo", por lo que instó a los grupos políticos que le siguen a "articular un plan de batalla para esta etapa que está comenzando" con el paro patronal.
El ministro del Interior, Luis Miquilena, dijo que el paro es injustificado y que el gobierno no tiene previsto aplicar un plan de seguridad especial porque duda de que tenga mucha convocatoria.
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