Lunes 26 de noviembre de 2001

 

El peronismo en pie de guerra

 

La salvaje interna del PJ probablemente determine al próximo presidente. Pero la situación dista mucho de estar definida, y la libertad del ex presidente ha actuado como revulsivo al imprimir velocidad a las estrategias de todos. Mientras Menem y Duhalde reeditan sus viejos odios, De la Sota y Ruckauf se mantienen expectantes y podrían juntar fuerzas. Reutemann se lanzará en marzo por la presidencia y otros gobernadores pelean un lugar en la fórmula.

  Buenos Aires (ABA)- El peronismo, más que un partido político, parece hoy un archipiélago, donde cada jefe es una isla . La pelea por la candidatura presidencial está lejos de definirse. El regreso a la libertad de Carlos Menem lo posicionó aparentemente en las alturas; sin embargo, su imagen negativa en las encuestas nacionales supera el 80 por ciento. Su archienemigo Eduardo Duhalde está en plena crisis. Los festejos duran poco en el PJ, y el gran triunfador de octubre tiene ahora complicada hasta su candidatura a gobernador bonaerense. Por su parte, los otros candidatos expectantes, los gobernadores Carlos Ruckauf, José Manuel de la Sota y Carlos Reutemann siguen en carrera, pero sin lograr aglutinar tras de sí fuerzas internas importantes que sobrepasen los límites de sus respectivos distritos.
La contienda está abierta; a menos de dos años de las próximas presidenciales, la candidatura de la oposición está lejos de definirse. El dato no es menor: la clase política en general da por descontado que el sucesor de Fernando de la Rúa saldrá del PJ. Pero ni siquiera hace falta ir tan lejos. También en la actualidad, la situación institucional del país depende del PJ, que cuenta con 14 provincias propias y con mayoría abrumadora en las cámaras de diputados y senadores. "Tanto el presente como el futuro de la Argentina dependen de cómo se resuelva la interna peronista; o lo que es peor, de cómo no se resuelva", señala el analista político Rosendo Fraga.

Menem 2003

La nueva noticia sonó a amenaza en los oídos menemistas. Carlos Ruckauf está organizando una estrategia para poder romper el hechizo del ex presidente, que pareció adueñarse del frente interno desde que abandonó Don Torcuato con pretensiones de mártir.
"Menem intentará llevarse todo por delante, fiel a su costumbre. Y es posible que Duhalde quede anulado por el odio mutuo. Nosotros queremos prepararnos para la interna, y para eso hay que hacer una alianza con el "gallego" De la Sota", señaló en una ronda de dirigentes bonaerenses Germán Ruckauf, el hijo del gobernador y uno de sus principales consultores.
Los menemistas ya se enteraron: Ruckauf le propondrá a su par cordobés una suerte de "interna de imagen"; es decir, que la fórmula del 2003 quede reducida a ellos dos, ocupando el primer lugar el que esté en mejores condiciones al momento de oficializar las candidaturas, probablemente a mediados del 2003.
De la Sota, claro, todavía no dio su respuesta, pero a sus allegados no les pareció una idea descabellada. ¿Y Reutemann? El tercer hombre de la tríada de gobernadores poderosos prefiere no tomar partido tan rápido. Entre los dirigentes de primera línea es el único que se acercó a Menem "libre", y reconoció su poder partidario. "Para pararlo habría que construir la muralla china", señaló.
En La Rioja ya hay quienes imaginan un dúo de temer: Menem-Reutemann. Pero el gobernador santafesino tiene otro proyecto; podría lanzar su propia candidatura presidencial en marzo del 2002.
Carlos Menem ya tiene decidido lanzarse a una gran campaña nacional en enero, comenzando por recorrer pueblo a pueblo la provincia de Buenos Aires, en abierto desafío a Duhalde y Ruckauf. "Sabemos que apenas el 20 por ciento de la población nos apoya, pero esa base que puede ser escasa para la mayoría es muy sólida para Menem. El cree que en un año y medio puede duplicarla caminando las calles", señala un operador del caudillo riojano. El ya precandidato sabe que tendrá una aliada de lujo: el papel de su famosa esposa Cecilia Bolocco en las barriadas humildes será fundamental.
De allí surge el "espíritu colaborativo" que muestra el menemismo con el Gobierno nacional. Menem necesita tiempo para reconstruir su imagen; o sea, precisa que De la Rúa termine su mandato.

Duhalde, otra vez en la vía

El senador electo no termina de afianzarse como un estratega de primer nivel. Luego de su triunfo en las últimas elecciones bonaerense, cometió un par de errores graves, llevado por el apuro. Primero convocó al Congreso partidario pero no logró desplazar a su archienemigo de la titularidad del PJ. Luego se autoimpuso como interventor del partido en la Capital; ahora está en problemas, porque si no logra la unidad en el distrito pagará un alto costo político. Y encima, el menemismo maneja una buena porción del poder del justicialismo porteño.
Y para colmo, en los últimos días quedó parcialmente aislado. En su intento por parar la iniciativa de sus colegas para apropiarse de la presidencia provisional del Senado, quedó separado del bloque. Y se rompió, al menos por el momento, su frágil alianza con los gobernadores Néstor Kirchner y Adolfo Rodríguez Saá, que lo abandonaron en esta iniciativa.
Eduardo Duhalde sigue sin contar con grandes apoyos en el interior, mientras que su acuerdo con Ruckauf parece debilitarse cada vez que hay algún cisma partidario.
Por su parte, los gobernadores peronistas de las "provincias chicas" buscan su propio espacio. Ya designaron al misionero Ramón Puerta como el eventual vicepresidente de De la Rúa a partir del 10 de diciembre; ahora intentan pararse con firmeza frente a la interna salvaje que libran Menem y Duhalde, que a su vez arrastran a Ruckauf, De la Sota y Reutemann.
Mientras Rubén Marín (La Pampa), Angel Maza (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Juan Carlos Romero (Salta) se asumen como "menemistas", el resto está expectante.
Algunos mandatarios, incluso, tienen pretensiones nacionales, como los mencionados Rodríguez Saá y Kirchner. Aunque saben que dan pelea para, con suerte, luchar por la candidatura a la vicepresidencia.

Gonzalo Alvarez Guerrero

La estrategia riojana

La estrategia de Menem para lanzar su candidatura ya está definida.
El primer paso será recuperar el mando del PJ. El pasado jueves, el ex diputado menemista César Arias presentó ante la Justicia un recurso de amparo reclamando la nulidad de las medidas tomadas en el Congreso partidario que encabezó Duhalde hace 15 días. Menem, además, ya tiene listo el contraataque: a fines de semana convocará al Consejo del PJ de urgencia, para acorralar al senador electo.
El segundo paso será reconstruir el frente mememista. Ya le encargó a su fiel Alberto Kohan que haga un listado con los dirigentes "propios" y otro con los posibles aliados. No le teme a nombres o antecedentes; todos serán bienvenidos. El diputado Daniel Scioli explica el método, sin medias tintas: "La cuestión es juntar. Carlos ya usó este sistema cuando venció a Cafiero y a la estructura en la interna del "88".
Después se pondrá en marcha lo que los hombres del ex presidente llaman "la ambulancia"; es decir, pasarán a recoger a los heridos de los otros sectores internos.

     
     
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